Manta Ray + Schwarz – La Riviera (Madrid)
Generalmente La Riviera se llena reventar y entonces, cuando estás en las primeras filas sientes como el ambiente se pone más y más denso, aparecen un par de lipotimias y sales sudando del concierto. El pasado sábado, día 2 de marzo, poco más de 600 personas estaban en La Riviera, te podías pasear por la primera fila y por no haber, no había ni foso. Pero aquel día el ambiente sí que estuvo denso de verdad, ya que Manta Ray y Schwarz dieron toda una lección cargando el ambiente de sonido. Casi lo podías cortar con un cuchillo.
La estrategia estudiada para esta mini-gira de tres fechas salió redonda: Primero los murcianos Schwarz, con cuatro canciones (ovación generalizada para “Travels without moving”, de Hard Listening (2001), interpretando a continuación “Here comes the darkness”, precisamente cuando llegaban sus compañeros de Heptágono (2001), sacaban el theremin y se ponían a hacer de las suyas.
Manta Ray ocupó a continuación el escenario, con su “Sol” y cuatro nuevas canciones que, para variar, dan otra patada en el culo a su pasado. Manta Ray no mira atrás y, sí, te quedas con las ganas de algo de Manta Ray (1996) o del Pequeñas puertas… (98), pero ellos son de los pocos que pueden permitirse reinventarse a cada paso que dan.
Pero lo mejor fue el colofón, cuando los siete se plantaron en el escenario para repetir de algún modo la sesión de grabación de ese Heptágono (2001): La canción que le da título al disco, “I’m bored with rock&roll” y esa pedazo de “Antenna” de Kraftwerk que parecía la invasión de los Nibelungos, con Nacho a la voz.
En la retina (y en los oídos), algunos detalles: la sincronización de Xabel y César en las baterías, los guiños de uno a otro; el sonido, perfecto, salvo un par de minucias en el micro de Nacho; y también los juegos a pares entre las guitarras de Alfonso y Josele y los teclados de Frank y Juanma. En fin que se juntaron el inconformismo y la experimentación de Manta Ray y Schwarz, las dos puntas de lanza de la música estatal.
