Julien Baker – Little Oblivions (Matador Records)
Una de las sorpresas más agradables que nos ha dado este 2021 es el tercer disco de Julien Baker.
Little Oblivions, grabado en su Memphis natal, entre diciembre de 2019 y enero de 2020 junto a Calvin Lauber y Craig Silvey (The National, Florence & the Machine, Arcade Fire), entrelaza un trabajo autobiográfico y sentido, con nuevos matices en su sonido. Esa catarsis se enriquece con bellos arreglos íntimos de piano y guitarra, que acompañan a teclados, bajos, baterías, banjos y mandolinas casi todos ellos como es habitual, tocados por la artista norteamericana.
Esa riqueza instrumental gana matices y la voz de la joven cantautora suena más apagada y reflexiva que en sus dos anteriores obras, lo que no quita para que podamos disfrutar de su tono sanador y ese mensaje chungo pero redentor que emanan cada una de sus doce canciones. Del «Mi propia fortuna es algo de lo que no puedo escapar» de «Hardline» al «Estoy cansada de coleccionar cicatrices» de «Ziptie», traza un recorrido lleno de sufrimiento y redención, con momentos tan turbios como el de «Heatwave»: «Enrollaré el cinturón de Orion alrededor del cuello y patearé la silla», pero a la vez llenos de belleza, como en «Favor«, esa maravilla en la que se le unen sus dos compañeras en Boygenious, ya saben, Phoebe Bridgers y Lucy Dacus.
También destacamos canciones tan redondas como «Faith Healer», «Bloodshot» o «Song in E», que vienen a confirmar que el de Julien Baker es por méritos propios uno de los nombres que deben figurar en lo más alto a la hora de hablar de los compositores más destacados del indie folk contemporáneo.
Maravilloso disco, gracias por hablar de él. Os amo