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Pond – Stung! (Spinning Top / Popstock!)

Pond vuelven con su décimo disco de estudio. A pesar de las dificultades que supone ser una banda de adultos con relaciones, hijos, profesiones, pasatiempos, proyectos paralelos o una mezcla de todos ellos han conseguido dar continuidad a ese (Spinning Top / Popstock!) facturado en la pandemia con la ayuda de su vecino Kevin Parker. Dieciséis años no han bastado para que los australianos se conviertan en una de las bandas más famosas del planeta, siempre a la sombra de paisanos como Tame Impala y otras joyas de las antípodas; pero el caso es que este notable Stung! tiene las suficientes trazas para que sigan creciendo hasta convertirse, con el tiempo, en la formación más interesante de Perth.

El nuevo trabajo de Nick Allbrook, Jay Watson y compañía, es una celebración de la libertad creativa y una reflexión sobre el amor y el sufrimiento, envuelta en psicodelia, ganchos infalibles y unas canciones, como es habitual, poderosamente convincentes. Dejan atrás las limitaciones que suponen los álbumes condensados y expanden su discurso a través de catorce temas que configuran su primera doble entrega, en la que arrancan con las guitarras ochenteras de «Constant Picnic», para atraparnos con la casi homónima «(I’m) Stung», convincente afirmación («estoy picado») apoyada en una línea de bajo funky, sintetizadores relucientes y un coro contagioso.

A partir de ahí, como es habitual en Pond, pasamos por todo tipo de estados, asistiendo a una liberación sonora a través de paisajes que mezclan introspección, experimentación y vibrante energía. La setentera «Neon River» nace en lo acústico, con una melodía vocal flotante que se transforma en un groove de hard rock clásico. A mitad del disco llega la que posiblemente sea la mejor canción del conjunto, «Edge Of The World Pt. 3», un tono casi cinematográfico para una fiesta de ocho minutos donde su creciente ritmo se funde con un bajo contundente y todo tipo de arreglos que atrapan. Y qué decir de la contagiosa «So Lo» o los riffs y sintetizadores de «Black Lung».

Todo suma en casi una hora de interesante trayecto con parada final en «Fell From Grace With The Sea», en la que un piano marca el paso en lo que parece una emotiva canción, que termina desbordándose y salpicándonos con su épica luminosa. Un poderoso cierre para un LP que merece una atenta y reiterada escucha.

Escucha Pond – Stung!

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