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Primavera Sound Madrid 2023 (Ciudad del Rock, Arganda del Rey)

La Ciudad del Rock de Arganda del Rey (o Perales de Tajuña si se mira el mapa), ya estaba lejos de Madrid antes de empezar el Primavera Sound, después de terminarlo cualquier adjetivo relacionado con la distancia se queda corto. A pesar de que la organización ha tratado de poner todo de su parte, el acceso y salida del festival ha sido muy complicada, con desplazamientos previstos en 30 minutos convertidos en odiseas de horas. Esto ha afectado no solo a un público que se ha comportado de diez para pasarse dos horas haciendo cola en un descampado a las seis de la mañana, si no a trabajadores, artistas (The Delgados lo comentaron ayer) y, dicen por ahí, a Ayuso y sus quince amigos que el viernes no se perdieron a Depeche Mode. Y eso que la asistencia al festival se ha quedado en unas cuarenta mil personas diarias, cuando se preveía más del doble de público. Con ochenta y cinco mil personas en aquel embudo, hoy lunes aún habría gente tratando de volver a casa.

Todo ello sin comentar, por ya sabido, la cancelación del jueves por varias tormentas que anegaron un recinto poco preparado para cualquier complicación meteorológica. Por fortuna, el viernes prácticamente ni se notaba el desastre del día anterior. Una vez conseguías llegar al festival, el asunto cambiaba radicalmente, porque el resto de cuestiones organizativas han funcionado muy bien. El espacio aprovecha su carácter remoto para ofrecer flexibilidad y posibilidades ilimitadas para colocar y sonorizar escenarios. Los conciertos han sonado con fuerza y precisión; y no ha habido problemas con barras y baños, por lo que, en general, la experiencia en el recinto ha sido muy buena.

¿Habrá Primavera Sound Madrid 2024? Buena pregunta. Según la organización sí, pero replanteando el espacio. Mi opinión, creo que sí, porque tener tres festivales prácticamente simultáneos en Barcelona, Madrid y Oporto otorga una potencia descomunal a la hora de negociar las contrataciones, pero la posibilidad de hacerlo en Arganda es remota. No se pueden pedir precios solo aptos para mayores de cuarenta ofreciendo una experiencia que exige la forma física de un adolescente. Y el problema es que la alternativa a Arganda es compleja. Vamos a ver como funciona el nuevo espacio del Madcool, que al menos ofrece metro en la puerta. Si también da problemas importantes, el futuro de los grandes festivales en Madrid se volverá algo más gris.

En lo musical, el Primavera termina con muy buena nota en Arganda e inmejorable en Madrid, donde se ha podido ver magníficos directos en salas desde el lunes hasta el domingo. The Chills, The War on Drugs, Pet Shop Boys, Maggie Rogers, Nation Of Language, St. Vicent, Built to Spill, The Delgados o Wednesday conforman por si solos un cartel mejor que el de muchos otros festivales, y se han podido ver gratis con el abono el Primavera.

En Arganda, como decimos, las cosas también han ido bien. El viernes comenzamos con Japanese Breakfast defendiéndose como podía ante los expectantes fans de Depeche Mode en el escenario principal del festival. Pocos riesgos pero buena nota para una tarea que no era cómoda.

The Delgados en un escenario reducido hacían felices a un buen número de fans de la banda encantados con su vuelta después de una extensa separación desde 2005. La única pega, un setlist demasiado corto al que siempre le van a faltar cosas. The Mars Volta en un escenario mediano demostraban su eclecticismo progresivo. Sonó rock, jazz y salsa, todo ello sazonado de épica y algo de glam en otro de los grandes regresos de la temporada. Desde ese escenario se veía la carretera colapsada, con autobuses y taxis parados dejando a la gente en mitad de la nada para que tratara de llegar como pudiera para ver a los cabezas de cartel.

Por ello, Depeche Mode se tuvo que retrasar para poder esperar al público afectado por el colapso del acceso. Cuando más o menos se llenó el escenario principal, dos espacios paralelos frente a una ligera y cómoda colina que ofrecía una visibilidad perfecta, los ingleses comenzaron el espectáculo. Dedican la primera parte a su nuevo y apreciable disco, Memento Mori, y luego pasan a un grandes éxitos donde sonaron “Everything Counts”, “Enjoy the Silence”, “Just Can’t Get Enough”, “Never Let Me Down Again” y “Personal Jesus”. Dave Gahan estuvo magnífico y, en general la producción fue impecable. Mientras los encantados fans de Depeche Mode iban desalojando encantados el espacio, Kendrick Lamar comenzó otro concierto magnífico.

Solo en escenario, pero llenándolo al completo, King Kendrick demostró por primera vez en Madrid por qué es uno de los grandes del rap actual. Dedicando el setlist a repasar su último disco Mr. Morale & the Big Steppers, para pronto pasar a sus grandes éxitos (sobre todo “Alright” y “Savior”), fue una gozada ver a un artista que no suele prodigarse en España. Para terminar, el clasicismo y pulcritud de Bad Religion, más nostalgia que otra cosa.

Visto lo complejo que fue regresar a Madrid, el sábado decidimos llegar a primera hora, para poder volver pronto, a pesar de tener que prescindir de Rosalía. Desde el comienzo, mientras sonaba Bar Italia y su particular reinvención del dream pop en formato oscuro, nightmare pop, por la explanada del festival iban goteando jovencísimos y modernos fans de la catalana que se colocaban en el escenario principal para coger sitio, casi ocho horas antes del comienzo del concierto.

J, que en ese momento tocaba allí con el Grupo de Expertos Solynieve, hizo un par de comentarios circunspectos sobre el tema y siguió despachando los grandes éxitos de su grupo paralelo junto a Manu Ferrón. Al otro lado del recinto, Wednesday defendían su propuesta de distorsión y desgarro, con la simpatía de Karly Hartzman, su lideresa. Surf Curse, los Weezer de este siglo con más pedales, y más californianos si cabe, defendieron su último disco, Magic Hour poniendo al límite las capacidades sonoras del escenario donde actuaron.

Un rato francamente estupendo de ruido y melodía. Villano Antillano, humor, reivindicación y flow puertorriqueño fue un refugio entre tanta guitarra y St. Vincent demostró que es la mejor heredera posible de David Bowie. Mientras nos íbamos se ponía el sol coloreando el cielo y sonaba My Morning Jacket y su actualización de la gran música americana de los 70, por momentos Arganda pareció el desierto de Kentucky.

Fotos Primavera Sound Madrid: Eric Pàmies, Christian Bertrand y Sharon López

3 comentarios en «Primavera Sound Madrid 2023 (Ciudad del Rock, Arganda del Rey)»

  • Menudo desastre, nosotros estuvimos 3 horas para volver el sábado y llegamos cuando no había Metro. No vuelvo a Arganda.

  • Por no hablar de la odiosa y nada intuitiva aplicación de Access Ticket. No sé porqué cobraron gastos de gestión, si el tortuoso proceso de registrar los datos personales y, tras 2 intentos a la entrada del recinto, fotografiar el dni lo hace asistente.

  • Muy acertada la crónica del festival. Lo que pasó de puertas adentro y en las salas, estupendo y brillante. Lo demás un desastre.

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