Santa Rita – Club La Calle (Alzira (Valencia))
Entre Madrid y Barcelona, la minigira de presentación del primer disco de Santa Rita aterrizó en Alzira (Valencia) como el albatros que se lanza en picado al agua, sin conciencia real de peligro, cuando intuye movimiento bajo las olas. Como un kamikaze japonés de la Segunda Guerra Mundial contra un buque norteamericano: le puede la pasión. Así fue la visita de Santa Rita, que en poco más de una hora se ventilaron su repertorio sobreponiéndose a los kilómetros, el cansancio y algún que otro problema de sonido.
El cuarteto llegó a una sala humilde y pequeña, aunque (con la cabeza) muy bien amueblada; con todo, el Club La Calle presentaba una asistencia muy seria a pesar de la ubicación de la misma (a algo más de 40 kilómetros de Valencia) y el horario del concierto (23h). El rodillo santarriteño, que empezó incontestable con «Báltico» y la enorme «Cap de Creus», fagocitó la voz de Cecilia Díaz hasta bien entrada la cita. Por cuestiones técnicas y porque no debe de ser tarea fácil controlar un vendaval tan importante a nivel técnico. Aún así, el resto de la banda salió al rescate. La batería de Laura Oliveras, imperial no sólo en la imponente «Cap de Creus»; las intros de Natalia Brovedanni («Necochea», «Báltico», «Mar muerto»), con más pedales que el historial nocturno de Massiel; y el bajo profundo de Marth Wood en «Pacífico», por ejemplo.
Solventado el misterio del micro principal por arte de birlibirloque, la voz de Santa Rita avanzó hasta la proa para comandar el navío. El sonido de la banda recientemente incorporada por Aloud Music creció aún más cuando a lo contundente y tumultuoso de su condición se le unió la expeditiva voz de su cantante, que además engarzaba con los coros con la exactitud y la precisión de un libro de navegación. Para entonces habían caído también un par de recuerdos del EP («Close to the pharmacy», «Subsidio»), y quedaba otro, el punk de «Your credit is about to expire», cantado a pleno pulmón. Todo en orden para cerrar una segunda mitad de setlist en lo más alto con «Pacífico», «Fidji» y la poderosísima y adictiva «Fisterre».
Santa Rita pasaron con el descapotable por delante del instituto, muy rápido, iban con Fugazi a todo volumen y nos enseñaron el dedo de en medio. Sobre todo a los dueños de salas de Valencia que todavía no las han llamado para una noche de rock auténtico y con personalidad propia.