Caustic Roll Dave

Desgraciadamente no puedo dedicar todo el tiempo que quisiera a la música, así muchas ideas se quedan en el tintero


 
 
La nueva era del blues ha llegado. Mucho más ecléctica, con enlaces a otras sonoridades igual de básicas y curiosamente con el minimalismo por bandera. Términos con los que describir esta visión contemporánea a la vez que profundamente clásica podría haber muchos, tal vez tantos como oyentes potenciales, pero uno de los máximos responsables de que hayamos redescubierto el género a estas alturas (las vueltas que puede dar la música cuando surge de las manos adecuadas) puede tener las claves. Caustic Roll Dave no es un negro crecido a la orilla del Mississippi ni un artista alt-country que pruebe suerte en este circo dándole otra vuelta de tuerca a las etiquetas. Es un tipo introvertido, dueño de una discografía tan subterránea como valiosa y tesorero de un legado que pervierte a su antojo. Y español, que se sepa.
 
Desde su casa de Barcelona, robándole minutos a una familia que le apoya sin condición, responde a una entrevista que sirve para presentar Approaching Noise, un segundo trabajo que no se puede describir en pocas palabras. Se debe escuchar. Después de hacerlo, apostar por él como uno de los grandes discos del año es una consecuencia automática.

Segundo álbum, misma estética, ambientes similares… ¿Es Caustic Roll Dave una pura distorsión del blues?
 
Creo que el blues primitivo tiene su influencia básica, pero es como el cemento y el ladrillo, está ahí pero después hay montones de cosas encima que terminan el edificio, y a veces el blues ni se ve… va más allá de una distorsión.
 
Pero se ve muy claro en esas «miniaturas» o como las queramos llamar, que son por ejemplo «Into the void» o «Recognize».
 
«Into the void» es seguramente la única canción cien por cien blues y sí, siempre está allí ese soporte, ese feeling… ¿»Recognize» no la ves más folkie que blues?
 
Sí, la verdad es que es algo extraño, pero quizá el sonido del cavaquinho la hace más especial.
 
Sí, y hay slide, pero el piano es totalmente fuera del blues y la melodía.
 
Se nota, porque eso de hacer blues con ese instrumento no sé si tendrá precedente, pero creo que es una de las señas de identidad de tu sonido.
 
Sí, para ser exactos un cavaquinho dynamico. En este disco hay más que en el anterior. Fue una puta suerte encontrarme con este chisme en Río de Janeiro hace ya unos años, aunque nunca pensé que daría tanto de sí.
 
Algo tendrías en mente desde el momento en que le echaste el ojo, ¿no? ¿O fue algo instantáneo, como decir «quiero aprender a tocar este puto trasto»?
 
Al tener caja de resonancia tipo dobro y posibilidad de enchufarse la cosa ya prometía, pero en aquella época aún no existía Caustic Roll Dave.
 
Es poca infraestructura sonora: guitarras acústicas, slides, teclados rudimentarios… y bases industriales, quizá lo más brutal y fresco de Caustic Roll Dave. Poco para ofrecer mucho. ¿La ley del «menos es más»?
 
Bueno, supongo que hay cierta economía de trastos al saber que voy a tocar solo. Aunque con cambios las canciones se deben poder tocar en directo sin perder causticidad. Por otra parte, creo que para mantener la crudeza sonora no pasarse con la instrumentación es vital. De todas formas en este disco no he estado tan pendiente de coartar la instrumentación, hay canciones que tienen bastantes pistas
 
¿Era esa una de las premisas del proyecto, enfocar la creación a la soledad que luego tendrás en el escenario?
 
Al principio sí. «Long term music» se grabó sin haber realizado ni un concierto y en cierta manera estaba enfocado a que para poder funcionar en directo no tuviera que versionarme demasiado. En «Approaching Noise» este tema no lo he tenido tan presente y ahora me las estoy viendo negras para preparar el directo (risas), pero están quedando cojonudas.
 
Ya has dado tus primeros pasos, ¿no? Y además fuera de España, donde parece que empiezan a interesarse tímidamente por el sonido «cáustico».
 
Sí, en Francia, y a finales de abril volvimos por ahí. Hay que expandir la causticidad all over the world (risas).
 



¿La manera de grabar y de ir cubriendo el sonido ha sido similar? Supongo que Fer Acosta también ha sido un elemento de gran importancia.
 
Fer Acosta, colega desde hace muchos años, ha sido básico para poder grabar los dos discos, nos entendemos y complementamos a la perfección. La forma de grabar ha sido similar a «Long term music» pero en este caso la sensación es que hemos aprendido más durante todo este tiempo, y creo que en la grabación se nota.
 
Sin duda, a mí me parece que la personalidad sonora, la impronta a la hora de entender las canciones y el sonido propiamente dicho están por fin totalmente perfilados, y conseguir eso con solo el segundo disco no es nada fácil.
 
Gracias. Y curiosamente las canciones no estaban tan terminadas cuando empecé a grabar como en el primero, ha habido más variaciones durante el proceso, quizá precisamente por lo que te decía. Al haber aprendido mejor en todos los aspectos, no dábamos por terminada una canción antes de tiempo ni tampoco se nos iba de la mano dando demasiadas vueltas.
 
¿Ha aumentado tu lado perfeccionista entonces?
 
No lo sé, creo que simplemente es el haber tocado en directo, el conocer mejor a Caustic Roll Dave (risas) ha dado sus frutos.
 
Para mí el «hit» del disco, si es que en tu caso se puede llamar así, es «Reality falls»… qué atmósfera, con qué poquito se puede conseguir un temazo como ese.
 
Pues sí, poquito hay: dos guitarras y un charles… nada más. La verdad es que el sonido en esa canción me parece brutal, las reverbs que sacamos me encantan.
 
Sí, igual que por ejemplo en «Thoughts send him down», con esos rasgueos a lo Keith Richards.
 
Pues sí, no lo voy a negar, ahí tocaba una guitarra a lo Keith y queda de puta madre. El contraste es el bajo de casiotone monoacorde. Esto no lo encontrarás en una canción de los Stones (risas).
 
El bajo ya sabemos que es de casiotone, ¿has contado con alguna ayuda instrumental, aparte de la de Fer?
 
El bajo es casiotone solo en esa canción, en cada una cambiamos de guitarras o lo que sea… y claro, en «Restart» está tocando las guitarras Pedro de Dios. Un lujazo tenerlo en el disco tocando, y un honor.
 
Es uno de los mejores guitarristas blues de España sin duda, y muy buen tío. Supongo que no pondría ninguna pega y que además hay buen rollo con él después de haber tocado juntos.
 
Pues sí, un día lo comentamos en el backstage de un concierto de Guadalupe Plata, le pareció una gran idea y yo flipado. Es un guitarrista extraordinario, aunque en aquel momento no tenía idea de qué canción ni nada.
 
Entre gente de la misma onda no sería difícil encontrar el momento ni la canción adecuada, pero ¿por qué «Restart»?
 
Tiene historia… tenía una cosa clara, no iba a ser un blues. Así que estaba trabajando en un tema instrumental corto de enganche entre dos canciones, de estos que encuentras en discos de hip hop, con scratches y un buen Groove. así que pensé que ahí molaría la guitarra de Pedro. Le envié la base y cuando esperaba una respuesta, al cabo de un tiempo, me llega su guitarra grabada en nada. Al escucharla empecé a trabajar el tema y me salió la melodía y la canción pedía no ser instrumental ni de enganche, sino un tema como tal, y así quedó. Tiene una atmósfera cojonuda con los scratches y tal.
 
¿Dirías que hay una línea argumental -no hablemos específicamente de las letras- entre todos los temas del disco, pese a las notables diferencias y modos de trabajarlos individualmente?
 
Igual de forma inconsciente… curiosamente no hemos grabado ningún tema más que se haya quedado fuera, como en el primer disco. Igual el disco reclamaba estos temas, ni más ni menos.
 
¿Significa eso que no eres un músico prolífico?
 
No, desgraciadamente no puedo dedicar todo el tiempo que quisiera a la música, así muchas ideas se quedan en el tintero. Intento hacer un prefiltro y abordar las que parecen más interesantes. Además cuando tienes familia, aunque me da soporte total, voy como con todo desorganizado (risas).
 
Crees que a alguien que se acerque a tus canciones le puede desorientar el aparente desequilibrio entre trallazos como «My fall», la citada «Recognize» o el cierre con «Oh yes it does»? Son muchas influencias diferentes…
 
Podría ser… ya sabes, aquello de me gusta la 4, la 6 y la 9… pero todo eso forma parte de Caustic Roll Dave. Pese a las diferencias creo que hay un rollo común, sería aburrido hacer lo mismo en catorce temas y en dos discos.
 
Y por eso está «Low cost countdown beat», que es otro tema que puede desconcertar… aunque igual no tanto.
 
Sí, alguno ya me ha dicho que es un desfase, pero a mí me encanta este contraste de rock primitivo con esa base electrónica, casi industrial.
 
¿Pueden ir los tiros por ahí en el futuro, en ir vistiendo a Caustic Roll Dave de rock electrónico sin olvidar sus bases?
 
Podría… cuando empecé a pensar en Caustic Roll Dave uno de los sonidos que tenía en mi cabeza es el que desprende «Many pigs», ese contraste industrial y blues.
 
Cierto. No hemos comentado nada de ese tema, y eso que es en el que arremetes contra los cerdos que nos gobiernan… El Caustic concienciado.
 
Es curioso, era una canción del primer disco que se quedó fuera pero que nada tiene que ver con la actual excepto la letra. Me salió un día de arriba abajo viendo noticias por la televisión. Es muy básica, no hay grandes metáforas en ella. Además es muy directa, pero es que hay mucho cerdo (risas).
 
A lo mejor deberías haberla titulado «Too many pigs».
 
Demasiado larga. Corta y a saco, no merecen tantas palabras.
 
 

Deja una respuesta

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien