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Primavera Sound 2009. Bendito ruido

Intro

76.000 asistentes atestiguan el éxito rotundo del Primavera Sound 2009, record de asistencia en la historia del festival precisamente en el año llamado a ser el peor para este tipo de eventos (que se lo pregunten a Sinnamon). Los motivos para esta gran acogida son múltiples pero sencillos. Un lugar cómodo, el Forum, una organización solvente y sobre todo, un cartel que combina como nadie artistas emergentes y cada día más, grandes bandas consagradas en formato tradicional, o en escenarios tan especiales como el Auditori.

En cuanto al balance puramente musical del festival, la edición 2009 del Primavera tiene un nombre propio que destaca por encima del resto, Neil Young, un artista que en estado de gracia, el sábado arrastró a 30.000 personas al Forum. Sonic Youth, Oneida, Dan Deacon Ensemble,Saint Etienne, Phoenix, My Bloody Valentine (míticos en el Auditori), Liars, Throwing Muses, Jesus Lizard oSpiritualized, han sido otros de los grandes nombres de un festival que, tras la estela estilística de Young, se ha caracterizado sobre todo por propuestas ruidistas y eléctricas, compensadas con algo del folk y electrónica.

Entre los pocos peros que se le pueden poner a este Primavera, casi todos relacionados con el avituallamiento necesario para disfrutar tantas horas de la música. Las colas a veces interminables en torno a unas deficientes máquinas de tickets, los camareros más propios de una velada de boxeo que de un festival y el desabastecimiento de algunas barras, hicieron a veces complicado reponer fuerzas. Sin embargo, ni por asomo empañan una de las mejores ediciones del festival.

 


 

 

Jueves 28

La Bien Querida

 

Empezaba el Primavera Sound para servidora con el set de La Bien Querida en uno de los escenarios grandes, el Rockdelux. A pesar de lo calurosa de la tarde, bastante gente se dio cita para ver el concierto de uno de los fenómenos nacionales de la temporada. Y AnaFernández-Villaverde se presentó ante el público con su propuesta de pop naïf con tintes folk para ofrecer un concierto tranquilo basado en su disco Romancero (Elefant, 2009) pero al que le faltó un poco de gracia a pesar del buen sonido. Tanto Ana con el resto de la banda demostraron desenvoltura en el escenario aunque hubo momentos en que los arreglos (buenrollistas los llamó alguien muy acertadamente) de algunas canciones atufaban a rollito perroflauta. Me perdonen los fanes. Joe Crepúsculo apareció como invitado para una canción, pero no se le vio muy al caso, la verdad. Raquel García

 

The Tallest Man on Earth

 

Tras pulular por varios escenarios, recalamos en el Pitchfork para constatar que el mal sonido que generalmente presenta, es en buena parte culpa de la banda que esté tocando encima. Y es que Kristian Matsson aka The Tallest Man on Earth sonó excelente con su mezcla de pop-rock y americana de estilo dylaniano (el adjetivo, en este caso es para bien): buen sonido, dominio de la guitarra, mucha soltura ante el público y un potente chorro de voz fueron las armas que utilizó para embelesar a los que allí nos congregábamos.

 

 

 

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El sueco, con acento de Dakota (o de Kentucky, váyase usted a saber) recordó por su aspecto a esos jóvenes hijos de granjeros americanos de los años cincuenta, con tupé y que vestían camisa de cuadros y vaqueros estrechos y tocaban la guitarra para impresionar a las chicas. Tal cual se presentó en el escenario, sólo con sus guitarras, y tal cual impresionó con, por ejemplo, «Where do my bluebirds fly» o “It will follow the rain“ que sonaron perfectas, limpias y potentes, con un puntito de descaro e inocencia. Primera grata sorpresa de la tarde y gran concierto de uno de los talentos a seguir de cerca. Raquel García

 

Yo La Tengo

 

Siempre es un placer ver a Yo La Tengo, sea en concierto en sala, sea en formato charla con actuación o, como fue el caso, en un abarrotado escenario Estrella Damm del Primavera Sound. Se presentaban en Barcelona tras el experimento de Condofucks y, presentaron un set que empezó algo alborotado y de forma instrumental pero que plagaron de hits, interpretándolos maravillosamente como no podía ser de otra forma, con potencia y esa maestría y complicidad que han ido adquiriendo con los años sobre el escenario. Mas cañeros en los primeros temas, más delicados en los siguientes y de nuevo atronadores en la traca final. Por supuesto estuvimos encantados de escuchar “Tom Courtenay”, “Mr. Tough.” o “Stockholm Syndrome” entre otras. Tuvieron a bien recordar a Condofucks en un único tema, ruidoso por supuesto. Y se marcharon como volvieron, alborotados e instrumentales, para regalarnos un bis con “Sugarcubes” y ponerle la guinda a un set que rozó la perfección. Raquel García

 

Bowerbirds

 

Tras la sorpresa de The Tallest Man on Earth, y sobre el mismo escenario Pitchfork, el dúo de folk americano, convertido en cuarteto para la ocasión, Bowerbirds se estrenaba en directo en nuestro país para presentar su disco publicado hace un par de años Hymns for a Dark Horse (Burly Time Records, 2007) y algunas canciones del nuevo, Upper air (Dead Oceans, 2009), que aparecerá en breve. Son una banda agradable y así lo demostraron en «Hooves», una de las esperadas o en «Olive hearts».Phil Moore se mostró simpático y hasta hablador, pero sobre el escenario a la banda le pasa lo mismo que en disco: su propuesta es agradable y bonita, pero pecan un poco de monótonos, y a las 5 canciones ya te parecía que el concierto se estaba haciendo larguísimo. Hasta que llegó «In our talons», claro, y el público silbó y tarareó (¿o debería decir tititireó?) y la gente disfrutó y ellos se mostraron muy agradecidos por la acogida («ayer tocamos en una sala de cinco por cinco… y hoy mirad!«, decía Moore) y al final del concierto nos fuimos de allí con una sonrisa y contentos de haber visto a los agradables Bowerbirds con la guapa Beth Tacular, que tiene una voz estupenda. Raquel García

 

Andrew Bird

 

Qué ganas tenía de ver a Andrew Bird en directo, de escuchar sus silbidos sobre un escenario y de ver cómo suena el Noble Beast en directo. Y se presentó el señor Bird con una preciosa puesta en escena, llena de cachivaches y con un aspecto de vagabundo bohemio, violín en ristre, en el nuevo escenario Ray-Ban Vice. Pero se presentó sólo. Y, claro, aunque dispongas de un puñado de trastos con los que crear allí mismo el sonido, domines el violín y te afanes por ir de un instrumento a otro, la cosa tiene su gracia, sí, pero ni de lejos da a las canciones la belleza que tienen en el disco. Y no es Andrew Bird un cantautor menor, ¡que estamos ante uno de los talentos más importantes de la actualidad! No entiendo cómo no se hizo acompañar por la banda que merece, esa que hubiera hecho “Plasticities” (qué bonitas es esa canción por dios!) sonara a gloria y no a experimento. Le faltó empaque y se equivocó varias veces, eso sin tener en cuenta que el escenario no tenía el mejor sonido posible. Como digo tal vez tuviera su gracia la idea, pero paseando por las Ramblas de hay puñados de hombres orquesta por el estilo. A Bird, al de sus canciones con detalles preciosistas, al orfebre, se le echó de menos sobre el escenario. Otra vez será.Raquel García

 

Phoenix

 

Contaba el otro día El País que “Lisztomanía” es un término acuñado en 1843 y que se refiere a las reacciones de pasión que provocaba el pianista y compositor Franz Liszt entre su audiencia femenina cuando daba un concierto. Phoenix han incluido en su último disco, Wolfgang Amadeus Phoenix, una canción con el mismo título que resume, quizás con un poco menos de pasión, la buena y femenina acogida que tuvo ayer su concierto en el Primavera. Los franceses han evolucionado favorablemente desde unos inicios electrónicos dubitativos a una madurez de pop equilibrado y sugerente, en la que también mantienen cierto aire cool que siempre les ha caracterizado. El cambio de sonido se agradece en sus conciertos, que se han convertido en una experiencia analógica de lo más divertida. Con un cartel de fondo que anunciaba su último disco y una apariencia inmaculada, los franceses comenzaron con ciertos problemas de sonido ya que parte de las pantallas de sonido chiporroteaban sin cesar. A pesar de ello, Phoenix siguieron a lo suyo ejecutando con atractiva sencillez temas potentes y bailables que contagiaron a un público encantado con hits como “If I Ever Feel Better” o “Too Young “. Iñaki Espejo-Saavedra

 

My Bloody Valentine (escenario Estrella Damm)

 

Ver a My Bloody Valentine en directo es siempre un espectáculo único al alcance de ningún otro grupo. Y eso que en su primera actuación en el Primavera 2009 y a pesar de tocar al aire libre, Kevin Shields y los suyos, o los técnicos de sonido (no lo tengo muy claro), no estuvieron acertados.

 

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Sin voz por culpa de un volumen brutal que hacía fundamentales los tapones que la organización había repartido, My Bloody Valentine tocaron un setlist muy parecido al del FIB del año pasado. Temas como “Soon”, “When You Sleep”, se iban sucediendo en medio de la tormenta, pero no se podían disfrutar y salvo los incondicionales, buena parte del público terminó alejándose del escenario para salvar sus oídos y encontrar sentido al sonido. Afortunadamente, My Bloody Valentine tendrían al día otra oportunidad en un escenario muy diferente. Iñaki Espejo-Saavedra

 

The Horrors

 

Por culpa de las buenas sensaciones que nos ha dejado el segundo disco de estos chicos, Primary Colours, su concierto era de los favoritos del jueves. Programados a última hora y con fama de salvajes sobre el escenario, los británicos podrían ser un fin de fiesta perfecto para el primer día del festival Menudo error. The Horrors salieron aburridos al escenario y no contentos con ello, se empeñaron en transmitir su estado de ánimo al público. Sin voz por culpa del sonido, lentos y pesados en la ejecución, hicieron eternas varias de las canciones de su último disco y no fueron capaces de sacar brillo a temas como «Who Can Say», «Scarlet Fields» o «Sea With A Sea», que podrían haber roto la noche. Iñaki Espejo-Saavedra

 


 

 

Viernes 29

Magnolia Electric Co.

 

Lamentando aún haberme perdido, por problemas logísticos, el concierto de Damien Jurado, me presenté en el escenario Rockdelux para disfrutar del set de Magnolia Electric Co, con Jason Molina a la cabeza.

 

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Y se presentaron con un set rockero, magistralmente escogido e interpretado para deleite de los fans que se deshacían bajo el sol y con un Jason Molina que canta como pocos y que es capaz de poner los pelos de punta con sus letras y su guitarra. «Oh Grace» de campeonato, «Hard to love a man» una maravilla. Se hizo corto el concierto, pero le dio tiempo a Magnolia Electric Co de dar una lección de cómo se lleva a cabo una actuación con gusto y acierto. Grande Jason, grandes los Magnolias! Raquel García

 

Jason Lytle

 

El ex-Grandaddy tiene disco nuevo. Un disco precioso con algunas de las canciones más bellas de lo que llevamos de año. Venía a presentarlo al Primavera Sound como una de las bandas potentes del cartel (si es que se puede decir eso con un cartel como el del Primavera) y una legión de fans de su anterior banda y de su trabajo en solitario nos dimos cita en el escenario Ray-Ban Vice para oír esa magnífica voz repasando el Yours truly, the commuter (Anti, 2009). Gran sonido consiguió arrancarle al Vice. Cerramos los ojos con las preciosas «Brand new sun» o “I am lost” para dejarnos llevar. Incluso nos regaló algunos temas de Grandaddy como «Stray Dog and the Chocolate Shake» o «Our dying brains». Pero lo que no tiene perdón es que una de las bandas más esperadas del festival ventilara su actuación en escasos 35 minutos y nos dejara a todos en mitad del cielo, pero con la sensación de haber sido estafados. Un coitus interruptus en toda regla. Míster Lytle, oiga, eso no se hace. Raquel García

 

Crystal Antlers

 

Si por algo se ha caracterizado esta edición del Primavera (aunque todo el mundo la recordará como la de Neil Young) es por el ruido. Diferentes gamas de ruidos para todos los gustos, más trabajados, más sucios o más potentes, pero mucho ruido. Aunque parezca mentira, el ruido me había estado esquivando… hasta que llegaron Crystal Antlers, una de las bandas programadas por la revista Pitchfork en su escenario y que más suena en estos últimos meses en su publicación. Y se presentaban por primera vez en España con su reciente disco «Tentacles» (Touch & Go, 2009) y con un gritón Jonny Bell a la cabeza. Defendieron bastante bien sobre el escenario su propuesta de garage punk (aquí delante va el post, creo) sucia, densa y potente, con algunos toques de psicodelia (menos clara que en el disco) a la que se unieron las Vivian Girls para el último tema con el que se despidieron entre palmas y gritos de los incondicionales. Mucho ruido… ¿y pocas nueces? El tiempo dirá. Raquel García

 

Dan Deacon Ensemble

 

Llevaba todo el día con la mosca detrás de la oreja con un grupito de chavalines vestidos de blanco nuclear a los que me iba encontrando en muchos de los conciertos, en las barras y caminando de aquí para allá por todo el recinto del Forum. Ya los había tomado por un grupito de despedida de solter@ cuando descubrí que eran el Ensemble que iba a acompañar al freak de Dan Deaconsobre el escenario. Casi 20 personas para ayudar a uno de los entertainers del festival. Dan Deacon tiene un disco nuevo, Bromst (Carpark Records, 2009) que es estupendo para dar cuatro botes con los auriculares puestos, pero es que encima del escenario,Deacon transforma esas canciones en una performance entre infantil y raver en las que ejerce de maestro de una ceremonia y donde interactúa con el público entre tema y tema. O al menos esa era su intención, porque entre la barrera lingüística y que era la 1 de la mañana y cada uno sabía el estado en el que se presentaba al concierto, lo cierto es que el hombre acabó un tanto frustrado de que no le entendiéramos, no le hiciéramos caso… o un poco de ambas cosas. Así que tras varios intentos de jugar con el público, con unas parrafadas que, la verdad, cortaban un poco el rollo, el bueno de Dan decidió dejarnos por imposibles, coger el micro, parapetarse tras su mesa y hacer lo que nosotros queríamos que hiciera: montar una fiesta loca sin hacernos parar de bailar, a base de ritmos y ruidos, y contagiándonos de la otra fiesta que estaba montada sobre el escenario. Y consiguió lo que pretendía, que acabáramos todos reventados en uno de los conciertos, sin duda, del festival. Eso sí, se dejó en el tintero algunas cositas como “Wham City”, por ejemplo.Raquel García

 

Los Punsetes

 

En cuanto a cartel, el Primavera es un festival de clara vocación internacional. Siempre hay grupos españoles, pero normalmente a horas y en escenarios menores. A Los Punsetes, que representaban la cuota madrileña, les tocó actuar a las 19 en el Ray-Ban y, a pesar del calor y del ambiente aun titubeante, estuvieron tan bien como siempre.

 

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Pop oscuro y guitarrero muy en la línea del Primavera 2009 y mención aparte para la siempre hierática Ariadna, que tuvo que asarse con el pesado disfraz que vistió durante todo el concierto. Iñaki Espejo-Saavedra

 

Spiritualized

 

Comenzaba a oscurecer sobre el Forum y la mejor forma de encarar la noche fue escuchando a Spiritualized. Pop y soul etéreos en un concierto soberbio que consiguió crear una atmósfera casi perfecta. Jason Pierce, el otro ex Spacemen 3 que tocaba en el festival, ha reforzado su grupo con dos grandísimas vocalistas soul y el resultado en directo es espectacular.

 

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Sonó sobre todo su último trabajo Songs In A&E, con alguna magnífica concesión para el pasado “Come Together”. Iñaki Espejo-Saavedra

 

The Pains of being pure at heart

 

The Pains of being pure at heart son una especie de cruce entre los Smiths y Stone Roses que, a pesar su apariencia de hype han llegado para quedarse. Pop luminoso como hacía tiempo que no escuchábamos, que engancha con pasmosa facilidad a base de guitarras y estribillos.

 

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En directo, un torbellino de power pop contagioso que hizo bailar al público desde la primera canción. Con algún defecto subsanable por ejemplo en los coros que supongo superarán con la experiencia, un concierto tan sencillo como delicioso. Iñaki Espejo-Saavedra

 

My Bloody Valentine (Auditori)

 

No hay palabras para describir lo que fue el concierto de MBV en el Auditori. Ruido hecho arte. Distorsión retorcida en la oscuridad hasta alcanzar la luz de la melodía. Si el jueves deslucieron el concierto con un volumen dañino, en el Auditori encontraron su mejor formato y en un escenario perfecto dieron un auténtico recital a disfrutar sin necesidad de tapones.

 

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Apabullantes hasta la extenuación, repitieron un setlist parecido al día anterior pero que sonaba completamente distinto. La gente comenzó sentada pero poco a poco, cargados de eléctrica complicidad, muchos tuvieron que levantarse para poder bailar imantados en los laterales. Sin duda uno de los conciertos del Festival. Iñaki Espejo-Saavedra

 

Jarvis Cocker

 

Elegante como tan solo pueden ser los ingleses que viven en París, el ex Pulp dio un recital de personalidad y movimiento. Amante deBarcelona y culé de corazón, Jarvis Cocker estaba encantado en el Primavera y así lo transmitió en uno de los conciertos más locuaces del festival. Comenzó alabando al Barça (según contó casi se lesiona celebrando la final de la Copa de Europa) y con bastante potencia. Sin embargo, pronto se perdió entre arabescos escénicos y lamentablemente bajó el ritmo del concierto para ofrecer baladas y medios tiempos preciosistas pero algo tediosos. Evocador y hasta algo empalagoso, el resto de la actuación de Jarvis fue tan deliciosa como aburrida. De todo lo que tocó, lo mejor fue “Angela”. Iñaki Espejo-Saavedra

 

Saint Etienne

 

Los británicos llegaban al Primavera para tocar aquel maravilloso debut que fue Foxbase Alpha. Si el planteamiento era un acierto, su plasmación lo fue aun más gracias a Saint Etienne. Brillantes y enchufadísimos, repasaron sus primeras canciones desde un prisma bailable, cuajando una de las actuaciones más divertidas del festival.

 

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Sonaba “Who Do You Think You” o “Only Love Can Break Your Heart”y una elegante Sarah Cracknell, que comenzó contenida, se iba soltando sobre el escenario. Como colofón, quizás su mejor hit,“He’s On The Phone” y todo el escenario Rockdelux bailando sin parar.Iñaki Espejo-Saavedra

 


 

 

Sábado 30

Chad Van Gaalen

 

Casi tan doloroso como perderme a Damien Jurado me resultó no llegar a tiempo para The New Year (esas no son horas!) y Alela Diane, los cuales, además, parece ser que clavaron sus actuaciones. Llegué a tiempo, eso sí, para sorprenderme con la propuesta deChad Van Gaalen con una banda de guitarras, bajo y batería al uso, al que hacía un tipo íntimo y cándido sobre el escenario pero al que el sábado le dio por la vena más roquera. Aunque la verdad es que no sé por qué me sorprendió: muestra tantos registros en sus discos el canadiense, que lo mismo le podría haber dado por ahí, que por el folk puro o por los sintetizadores. Para muestra, su último disco, Soft airplane (Sub Pop, 2009), una amalgama de estilos que a veces peca de eso mismo: de tener demasiados.

 

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No creo que el escenario Rockdelux a las seis de la tarde fuera el lugar para Van Gaalen, al que probablemente las distancias cortas le sienten mucho mejor. No se dejó amilanar, pero se le notó sin demasiadas ganas, aunque, aún con el sol tostándole la cara durante todo el concierto y ante un público un tanto pasota con su propuesta, demostró que tiene una voz prodigiosa, que el rock no le sienta mal del todo, que «Willow tree» (con ukulele incluido) suena deliciosa también en directo y que es un tío solvente (aunque bastante serio) al que le faltó demostrar que es capaz de algo más que lo que vimos en directo. Raquel García

 

Kitty, Daisy & Lewis

 

El glamour y el estilazo de esta edición del Primavera Sound lo pusieron, sin lugar a dudas, los hermanos Durham que, aterrizados en el dos mil nueve desde los lejanos años cincuenta, se presentaban para llevar su mensaje de rock’n’roll al mundo. Más concretamente al escenario Ray-Ban Vice. Con su arsenal de instrumentos vintage (todos analógicos, todos de la época) y acompañados sobre el escenario por papá Durham (a la guitarra) y mamá Durham (al contrabajo), los jovencísimos Kitty, Daisy & Lewis demostraron que han bebido rock’n’roll desde la cuna y saltaron de un instrumento a otro para llevarnos con ellos a ritmo de doo-wap, rockabilly y rocknroll a un viaje por esos coloristas institutos americanos de los años cincuenta que en tantas películas hemos visto representados. Armónica, guitarras, batería, acordeón, teclado… ningún instrumento escapa a estos chavalines londinenses, que amenizaron la tarde y sorprendieron a muchos empezando el concierto, impecablemente ataviados como corresponde, para presentar su disco homónimo, una mezcla de canciones propias y versiones. A veces se les veía un poco forzados, es cierto, pero de cualquier forma desenvueltos y eficientes. Lástima que el sonido fuera mas bien malo y que todo se escuchara embrollado y opaco, porque ver a Daisy tocar la batería, a mamá contonearse al contrabajo y al figurín Lewis aporrear los teclados es una imagen de un surrealismo tal entre tanta distorsión y tanto decibelio, que te daban ganas de llevarte a toda la familia a casa como si de un souvenir estrambótico se tratase.Raquel García

 

Herman Dune

 

Herman Dune son un bálsamo para los oídos sangrantes y los cerebros reblandecidos por el volumen. Una dosis extra de proximidad, de simpatía y de buenas vibraciones. Siempre son una garantía de buen concierto (unas veces más inspirado que otras, es cierto) y en el escenario Rockdelux, el sábado, lo volvió a ser. Apareció David-Ivar para interpretar sólo a la guitarra “When the sun rose up this morning”. Y entonces dio paso a su hermanoNéman a la batería y percusiones (con nuevo y elegante look bigotudo) para completar un set que hizo las delicias de los fans y resultó vagamente entretenido al resto (algunos parece que se aburrieron, a juzgar por las charlas que se desarrollaban a escasos metros del escenario). Repasaron el Next year in zion (Everloving, 2009) y recuperaron algunos temas de sus trabajos anteriores.

 

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Y aunque se echaron de menos algunos temas como “Not on top”, la voz de David-Ivar siempre es una delicia y ver tocar la batería aNéman siempre es divertido. Y así, hasta el crío de dos años hacía air guitar con Herman Dune y se lo pasaba tan bien como nosotros. Como siempre, bien. Raquel García

 

Neil Young

 

No quiero extenderme en tópicos grandilocuentes porque en la crítica de este concierto, cabe cualquier epíteto grandioso en ensalce la figura mítica y merecidamente intocable de Neil Young. Puente entre la tradición rockera de los 60 y 70 y la escena actual, padre espiritual del grunge, origen del ruidismo, el canadiense es imprescindible y el en Primavera, un festival rendido a sus pies desde la organización y los grupos hasta el público, lo demostró. Menudo arsenal de canciones, de guitarras, de coros, de melodías, de riffs, de experiencia, de fuerza… inigualable.

 

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Comenzó con “Mansion On The Hill” y “Hey Hey, My My (Into the Black)”, fue aumentado el voltaje y la rabiacon “Pocahontas” y “Cinnamon Girl”, sacó su lado sensible y nos emocionó con unas perfectas “Heart Of Gold” y “Down By The River” y cerró apoteósico con “Rockin’ In The Free World” y “A Day in the Life”. Por cierto, de agradecer el detalle de la organización de no hacer coincidir a Neil Young con nadie, no era para menos. Iñaki Espejo-Saavedra

 

Liars

 

Poco queda de aquellos Liars que maravillaban extendido los límites del rock y rozando la experimentación en cada disco. El tiempo les ha serenado, por lo menos en cuanto a álbumes se refiere, porque en concierto, siguen siendo pura dinamita. Angus salió al escenario desatado y firmó una de las actuaciones más pasionales de un festival que muy al estilo BCN, se ha caracterizado por conciertos comedidos y actitudes contenidas (no estoy hablando de los Wavves).

 

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Liars usaron las canciones más potentes de su repertorio y fueron basculando hacia la psicodelia fue conectando a la perfección con un público que bailó hasta enloquecer, sobre todo cuando Angus se quedó prácticamente desnudo. Iñaki Espejo-Saavedra

 

Sonic Youth

 

Sonic Youth no desentonaron ni un ápice en un escenario que acababa de ver Neil Young. Rejuvenecidos con su nueva formación de quintento (han incorporado Mark Ibold, ex bajista de Pavement) y plenos de fuerza, los neoyorquinos presentaron su próximo disco, The Eternal, intercalándolo con varios temas clásicos, sobre todo del Daydream Nation (“Cross the Breeze”, “Bull in the Heather”). El nuevo trabajo de Sonic Youth tiene una pinta increíble, canciones cortas, contagiosas y alejadas de experimentaciones que como “What We Know”, en concierto se convirten en descargas sencillas y directas. Quizás se echó de menos escuchar otro repertorio (elDaydream ya lo han tocado en el Primavera), pero en cualquier caso, una gran actuación. Iñaki Espejo-Saavedra

 

Simian Mobile Disco

 

Hay que reconocer al FIB y a los Chemical Brothers la creación de una tradición dentro del universo festivalero, la del grupo techno programado a última hora del día grande y llamado a reventar el festival. Los propios Chemical fueron los precursores, 2 Many Djs les sustituyeron una efímera temporada, Daft Punk lo intentaron en su resurrección en el Summercase y Justice se licenciaron con nota en el FIB del año pasado. En el Primavera Sound 2009, Simian Mobile Disco estaban llamados a desempeñar ese papel pero fracasaron estrepitosamente con una apuesta durísima y bailable en proporción a la química que portara tu sangre. Una pena porque podría haber sido un fin de fiesta estupendo. Iñaki Espejo-Saavedra

 

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