Flashback: Las mejores portadas de discos (Ed. La Máscara 1996)

Continuamos en Muzikalia, por segunda ocasión, con las que denominé “retro-reseñas rescate” dedicadas éstas a tratados en castellano de antes del cambio de siglo, acerca de las diversas bandas musicales.

Para las pupilas lectoras interesadas en apetecibles libros en castellano, sobre portadas rock en concreto, debo aconsejar éste perteneciente uno de los más consumados especialistas españoles en esta clase de temáticas como es Gus Cabezas, el cual publicó esta obra con la valenciana Editorial La Máscara, (factoría de la cual hablamos en Muzikalia hace unas semanas), en 1996, dentro de su singular colección “Imágenes del rock”. Pero, ¿cómo surgió en su cabeza la noción de todo ésto a mediados de los 90? Contaremos a lo largo de este artículo, con el lujo de tener las propias declaraciones de Gus y aquí nos encontramos con su primera manifestación acerca del asunto de hoy:

“La idea se me ocurrió al ver los buenos libros sobre el tema en el ámbito anglosajón y que en castellano no había nada en esa época de 1995” – nos revela el autor en exclusiva para la revista.

Es ésta, por lo tanto, una obra pionera en nuestras regiones peninsulares acerca de vistosos frontales de LPs, como puerta de entrada los mismos hacia la música de The Beatles, Led Zeppelin, Rolling Stones, Supertramp, Jimi Hendrix, Pink Floyd, The Who, Black Sabbath, Yes y así hasta 200 cubiertas rockerísticas son las tratadas por este simpático autor madrileño. Entre 15 líneas y una página entera son las que se dedican a cada artista pero antes de dichos desarrollos analíticos, el propio escribiente nos obsequia con un didáctico y elocuente prólogo para explicarnos la indiscutible trascendencia que poseen las imágenes de presentación de los vinilos, dentro de la música en general, pero con el pop y el rock liderando dicho impacto visual.

Cubiertas de todo tipo y de diversas franjas cronológicas se nos muestran aquí: las más curiosas, las más populares, las más revolucionarias, las más anecdóticas, las censuradas, las más paródicas, las inspiradas en una primera más famosa, las más artísticas y así hasta completar las dos centenas estudiadas a lo largo de este trabajo, en el cual se indican en la mayor parte de las veces, los diseñadores y los fotógrafos de los flashes en cuestión.

Una de las sólidas bazas de la propia mini-tesis es la esforzada documentación bibliográfica, añadiendo a ello otra de las armas secretas de este paginado, es decir, los cientos de jornadas que pasó el propio escritor rebuscando y rastreando multitud de LPs, en algunas ocasiones en peregrinaje por las más variopintas tiendas y ferias especializadas de varios lugares del mundo.

Gus Cabezas nos matiza en persona todos las visicitudes del tema:

“Casi todas las portadas eran de mi colección particular, salvo alguna muy difícil de conseguir, fruto de años de rebuscar en cubetas de ferias y tiendas especializadas de Madrid y Barcelona. Esas maravillosas tiendas de vinilos hoy desaparecidas, donde encontrabas verdaderas joyas. Me refiero a tiendas como “Melocotón” o “Bangladesh” en Madrid o las tiendas de la calle Tallers en Barcelona o incluso “Madrid Rock” en sus buenos tiempos, cuando encontrabas bootlegs de The Swinging Pig sin problemas”.

Seguimos escuchando al propio escritor, ahora acerca de su odisea internacional:

“También hice viajes, a ferias y tiendas especializadas, a Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Suiza. En los primeros años 90, al estar muy bajo el dólar y no existir aún un mercado de coleccionista, se podían conseguir verdaderas maravillas en los U.S.A. Recuerdo un viaje a San Francisco en el año 91, del que volví con bolsas y maletas cargadas de primeras ediciones americanas compradas casi a precio de saldo en las tiendas de Hight Asbury. A partir del año 1993 en los U.S.A., se empezó a formar un mercado de vinilos y a partir de entonces los precios se dispararon”.

Singular lo que nos relata, 25 años después, el biógrafo de Madrid.

Comentar que las ediciones, por aquellos años, no eran perfectas en España ni se contaban con tantos recursos económicos y en algunas ocasiones esta misma obra aparece con páginas en blanco y negro y en otras ocasiones a color. Sin embargo, circunstancias como éstas provocan que se coja siempre aprecio a estos ejemplares hispanos, de tamaño 28 x 21, de cuando la literatura aparecía solamente en papel, ya que Internet y los e-books aún no eran omnipresentes tal como acontece ahora de manera evolutiva.

El propio Gus Cabezas tiene su personal visión, desde dentro, acerca del tema y le damos la palabra, de nuevo, para que exprese su sincero parecer:

“Desgraciadamente, en La Máscara eran un poco piratas. El libro estaba concebido para ser todo en color y me llevé un gran disgusto con eso. Fue la novatada”.

En definitiva, que Las mejores portadas de discos resulta un compendio de 80 hojas para consultar en infinidad de oportunidades, no solo en el caso de coleccionistas sino por toda clase de adeptos oyentes, con ilusión de descubrir amenas lecturas en el idioma de Cervantes.

Para la misma editora “mascarera”, el propio Gus Cabezas, lanzó en el mismo año 1996 dos biografías más: una acerca de Aerosmith y otra de Kiss.

Continuando con su producción literaria, un autor con mayúsculas de la crítica musical española como es el propio Cabezas publicó un par de volúmenes adicionales, concretamente, sobre Led Zeppelin (1997) y AC/DC (1998), esta vez en Editorial Cátedra (también a reivindicar la producción rock de esta empresa).

Unos aconsejables tomos, siempre todos los de Gus, realmente con un sentido del humor impagable, excelsamente versados (¡y anexados!) insisto y, sobre todo, dueños de ritmo narrativo eléctrico; algo muy adecuado esto último cuando hablamos de las bandas de rock and roll abordadas por el propio Gus. Éste también ha efectuado diversas entrevistas a muchos de los componentes de las mismas, dentro de su labor periodística, plena de credibilidad la misma.

Él es ese tipo de autores que con «solamente» los cinco libros rock que editó, ya demostró ser uno de los más espléndidos cronistas de literatura rock en España, durante los años 90. Su innata facilidad letrística para conectar con los fans leyentes, le hace merecedor de una matrícula de honor: es ésta la nota que le pongo al profesor Gus Cabezas en la asignatura de “Escribir Libros Rock”.