Entrevista: Nadia Álvarez

«Cantautoras con guitarras debajo del brazo ha habido siempre y siempre habrá, otra cosa son las modas y lo que los capos deciden qué vender en cada momento»

La conocimos en nuestra sección 7 Minutos al Día, donde descubrimos a nuevos valores. la joven compositora, cantante y guitarrista leonesa, practica un delicioso folk-pop que tiene como fruto unas canciones cargadas de sensibilidad lírica y melódica. Aunque canta en castellano, sus referencias son anglosajonas y abarcan desde la canción de autor más intimista (Nick Drake, Elliott Smith) hasta el rock de raíz americana (Bob Dylan, Ryan Adams,Wilco, Lucinda Williams), pasando por el indie-folk (Iron & Wine, Fleet Floxes, Laura Marling).

Ahora, tras la edición de su primer trabajo, Salto Al Vacío, aprovechamos para charlar con ella de su presente y su futuro.

¿Cómo recuerdas tus primeros pasos en el universo musical?

Recuerdo el primer concierto, creo que tenía diecisiete años… Fue en la buhardilla del CCAN (León). Era un grupo de versiones, deshacíamos canciones como “Blowin’ in the wind” o “Jumping Jack Flash”, nos lo tomábamos muy en serio.

¿En qué momento descubriste que querías hacer canciones?

No recuerdo bien cuándo, pero fueron las ganas de contar las cosas a mi manera. Hasta el momento había cantado lo de otros y me daban un poco de envidia.

¿Recuerdas la primera canción que escribiste? ¿Qué te transmite hoy día?

Las primeras canciones deben estar grabadas en una cinta de casette porque siempre grabábamos los ensayos. Aquello fue con dieciséis, cuando me dio por escribir canciones porque no paraba de escuchar Nosoträsh y Undershakers, imagínate la onda… Pero de las canciones que están en el repertorio de ahora, “Por esta vez” fue la primera. No suelo tocarla a menudo. La canción empieza diciendo “Ya sé que no va a salir bien…”. Es tan triste que me sigue dando pena tocarla (risas).

Cuéntanos un poco tus principales influencias y sobre todo aquellas cosas totalmente alejadas de tu folk que puedan gustarte en lo musical.

Hay una cuna en la que he mamado bastante: Antonio Vega, Enrique Urquijo o Quique González. Quizá ellos sean la influencia que tengo más clara, sobre todo a la hora de componer. En cuanto a la música, el sonido de grupos como Kings of Convenience, Elliot Smith, Iron&Wine o Rocky Votolato (le he descubierto hace poco y estoy muy enganchada). Y si me alejo de mi folk llego a Cecilia o Mari Trini, y si me paso de parada acabo bailando con Buena Vista Social Club o Calle 13, aunque esto no suele pasarme todos los días.

Tu disco debut, Salto al vacío, ¿en qué medida podría decirse que es un salto al vacío personal?

Sin duda lo es. Todo ha pasado en un momento de grandes cambios a mi alrededor y el disco ha sido la guinda, sobre todo porque la idea no era hacer un disco, simplemente grabar unas canciones por tenerlas y poder mostrarlas, pero la cosa fue creciendo y cuando me di cuenta estaba al borde, preparada para saltar.

¿Estás contenta con el resultado del disco? ¿Define bien lo que es Nadia sobre un escenario?

El resultado es mucho mejor de lo que planeaba, estoy muy contenta. Nunca había escuchado las canciones con más instrumentos que dos guitarras, que es el formato que suelo llevar a los conciertos. Me sorprendió hasta donde llegaron las canciones sin tener tampoco demasiada ambición. Pero creo que en directo la cosa cambia un poco, en el disco se pierde un poco la forma de interpretarlas, que suele ser distinta de un concierto a otro, según cómo tenga el día… (risas).

Las historias costumbristas que cuentas huelen a verdad, a honestidad, a creérselo. ¿Es tu experiencia personal la máxima guía a la hora de componer canciones?

Sí. A veces pienso que cuento demasiadas cosas que no suelo contar a nadie, y es que todas son verdad y sacadas con gancho.

Háblame un poco de los músicos que te acompañan y de su papel en tu aventura.

Aunque no les gusta, yo les llamo “Los imprescindibles”. El principal es Jesús Sangui, le conocí justo cuando me había decidido a hacer canciones y llegó en el momento oportuno. Además de arreglar las canciones y acompañarme siempre en los conciertos, produjo el disco junto a Luis Lastra, y le debo muchas cosas. Daniel Campillo es el batería y coach (me aguanta rabietas, dudas, tonterías…). Bendita paciencia la suya. También hemos contado con Henar Lastres al bajo.

¿Por qué elegiste cantar en castellano? ¿Piensas que la gente de este país que canta en inglés lo hace para esconderse más y para exponerse menos emocionalmente o más bien para ocultar determinadas carencias líricas?

Sólo dudé una vez en escribir en inglés o en castellano. Escribí un par de frases y lo vi claro, en inglés podría hacer canciones infantiles, no más (risas). Sería incapaz de contar historias en otro idioma que no fuese el mío. Sinceramente, si pudiera hacerlo en inglés, dudo mucho que lo hiciera. Yo creo que escribir en castellano es más complicado, pero no quiero mojarme, no sé hasta qué punto esa es la razón por la que se escribe en inglés.

Hace un tiempo parece que surgió una ola de cantautoras indies con guitarra debajo del brazo. Ahora pareciera que estuviera pasando de nuevo. ¿Casualidad o no?

Cantautoras con guitarras debajo del brazo ha habido siempre y siempre habrá, otra cosa son las modas y lo que los capos deciden qué vender en cada momento.

Dentro de poco tocarás en el Sonorama de Burgos ¿Qué diferencias encuentras a tocar en un festival o en una sala pequeña?

Sobre todo el público. Va a ser mi primer festival así que no sé muy bien qué voy a encontrarme. Supongo que sea similar a tocar en una sala con toda la banda, en eléctrico. Los temas sonarán algo más brutos.

¿Crees que hoy día las audiencias de un artista están más o menos definidas y acotadas que antaño o no?

Creo que hay un cauce de audiencia más o menos definido, sobre todo si el artista se asocia o es asociado a un estilo o corriente muy concretos con un público determinado. En mi caso creo que puedo llegar a público variado.

¿Tus próximos pasos artísticos en qué dirección van?

Pues después del primer arranque, hay unas cuantas canciones nuevas que están empezando a tomar forma y me gustaría hacer algo distinto con ellas, nada exagerado, quizá añadir instrumentos y adornar los temas con más detalle, por ejemplo.

Por cierto, ¿Alguna vez te ha comido el gusanillo de formar un grupo musical y ser meramente una integrante más?

Si alguien nos propone un nombre para el grupo y a los Imprescindibles les gusta, lo haremos.

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