LCD Soundsystem – American Dream (DFA/Sony)

James Murphy nos la ha colado a todos. Hace pocas semanas reconocía que había finiquitado a LCD Soundystem en 2011 para vender más entradas en su último concierto en el Madison Square Garden de Nueva York. Solo cuatro años más tarde ya teníamos un villancico de la banda con el que anunciaban una gira para 2016 en un porrón de festivales y ahora, pone la guinda con la edición de un nuevo álbum porque sí, porque él lo vale. ¿Separación y resurrección o tomadura de pelo?

El caso es que es de admirar que el capo de DFA haya tenido los santos huevos de hacer volver a LCD Soundystem con el trabajo más oscuro de su discografía. Daft Punk ya no están tocando en su casa, ahora allí hay un festival con los sonidos de Suicide, Joy Division, David Bowie o Kraftwerk entre otros, quienes dotan sus nuevas canciones de una turbiedad que deja la pista de baile en un segundo plano.

American Dream, cuarto trabajo de su carrera, va un paso más allá en los planteamientos ya conocidos de la formación y tiene varias virtudes a destacar; desde las maravillosas parrafadas acompañadas de sintetizadores de “Tonite”, a medios tiempos como “Oh Baby”, frenéticas sacudidas (“Other Voices”) o la épica futurista de “Call The Police”. Pero como decíamos, la sorpresa llega con la apuesta descarada por el postpunk, que ya visitaban tímidamente en This Is Happening (2010) y que aquí marca el tono general. Hay grandes momentos, desde la musculosa base rítmica de la genial “I Used To”, a los 10 minutos agobiantes de “How Do You Sleep?” que comienzan con unas percusiones tribales propias de los The Cure de Pornography, sin olvidar una “Emotional Haircut” donde la genial batería de un Pat Mahoney poseído por Stephen Morris va marca el ritmo, terminando hacia el frenético bailoteo al que nos empuja. Y qué decir de la sombría «American Dream», de “Change Yr Mind”, donde remiten al Bowie de finales de los 70 o de “Blackscreen” o de ese cierre a lo Kraftwerk con sus ambientales teclados…

Así es American Dream, un disco adictivo a más no poder, un feliz regreso que esperamos poder disfrutar pronto en directo.