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Perfect Days – Luna, Standby Connection (Rambleta) València

Lou Reed siempre ha sido más que un músico, más que un poeta. Es una forma de vida. Una manera de contemplar la existencia que se enmarca en lo que se denominó en el siglo XX como rock and roll, pero que va mucho más allá. Él a eso le inyectó asfalto, suciedad, literatura y peligro. Lou Reed es cuero negro, gafas oscuras, mala hostia. Lou Reed supone negar todo lo que nos dicen de pequeños que debemos ser. Es un golpe de realidad duro, pero tremendamente atractivo, que inevitablemente trae la pérdida inmediata de la inocencia.

Evidentemente, todos los que en algún momento nos hemos visto seducidos por el rock and roll, tenemos una historia con Lou. También la tiene, probablemente más que cualquier otro ser humano, Rafa Cervera (Valencia, 1963), que fue quien, motivado por el décimo aniversario de la desaparición del artista neoyorquino, instigó este evento que se denomina, muy adecuadamente, Perfect Days y se prolongará del jueves 26 de octubre al domingo 28. Un evento en el que caben literatura, coloquios, exposiciones, sesiones dj y, por supuesto, los conciertos.

Emplazado en el Espai Rambleta de la ciudad de Valencia, una urbe que quiere y aprecia, en gran medida gracias a la guía de Rafa y otros faros, el legado de Reed, Perfect Days busca rendir sincero homenaje a Lou Reed y a esa forma de ver la vida de la que hablábamos al principio de estas líneas. Su jornada inaugural se preveía emocionante y congregó a no poca asistencia en el bonito auditorio de este espacio.

En primer lugar, hablemos. El también periodista y amigo personal de Cervera, Ramón Palomar, se sentó junto a él frente al público asistente para hablar de pasadas aventuras que tienen que ver con Lou Reed y más en concreto, su banda, The Velvet Underground. Ambos presenciaron, uno más atónito que el otro, su histórica reunión en la exposición que la fundación Cartier de París hizo sobre Andy Warhol en 1990, en un viaje de placer-trabajo que recordaron ayer en un distendido coloquio que no por tirar un poco de batallitas dejó de ser interesante. En parte, también, por la suculenta sucesión de vídeos y fotografías inéditos del mismo que se proyectaban en la pantalla que los interlocutores tenían detrás.

Por si fuera poco, Cervera, ya autor de una biografía sobre Reed editada en 1990 por Cátedra, acaba de ver publicado su libro The Velvet Underground, etc. (Libros Cúpula), que estaba a disposición del personal asistente en un stand y el autor firmó con cariño a un buen montón de amigos. Un libro muy recomendable y excepcionalmente bien editado, que desde aquí os animamos a adquirir, tanto si sois fans y completistas, como si sois neófitos en el mundo Velvet. Nadie como Cervera para mostraros el camino para adentraros en él.

Pero a lo que íbamos, la música. La tarde-noche se abrió, en ese sentido, de forma casi inmediata al mencionado coloquio, por la banda valenciana formada por veteranos de su escena The Standby Connection, un más que autorizado combo para rendir homenaje a Lou y los Velvets, tarea que asumieron de forma contundente, tirando de un repertorio propio de amplia querencia a la tradición musical de la gran manzana, pero también de algunas versiones (Velvet Underground, Strokes) y sobretodo, el sorpresón que fue tener a Britta Phillips, bajista y vocalista de los siguientes en llegar, la banda neoyorquina Luna, en el escenario interpretando junto a ellos su tema “M.B.”

Desde luego, pocas bandas en este planeta además de The Standby Connection me parecen adecuadas para servir de aperitivo a Luna, banda a la que es evidente que idolatran. Pero la gente esperaba ver a Dean Wareham, Britta Phillips, Sean Eden y Lee Wall, en su enésima visita a una ciudad que siempre se ha rendido a sus encantos. Ellos, además, cumplieron lo prometido y basaron su repertorio inicial en versiones de The Velvet Underground y Lou Reed, artista al que conocieron personalmente y con el que compartieron cartel en no pocas ocasiones.

De esta forma y con los perezosos acordes de “Ocean” se abrió un set elegante, como siempre es habitual en ellos, aunque marcado en cierta medida por la zozobra de quien se sabe abandonando su repertorio habitual para realizar un experimento puntual. Ellos tiraron de oficio, pero uno no pudo evitar divisar ciertos altibajos en las versiones de “Lonesome cowboy Bill”, “Femme Fatale” (fenomenalmente cantada por Britta) o “Ride into the sun”, que no fueron tan plausibles en el caso de esa gran elección que supuso “New sensations”, tema extraído del disco del mismo título, uno de los más injustamente olvidados de Lou, o “Satellite of love”, abriendo paso a la mayor seguridad que les ofrece ell repertorio de clásicos de la banda.

A pesar de lo bien recibidas que fueron las bienintencionadas versiones por su público, nada como “Friendly advice”, la siempre imprescindible “Tiger Lily”, “Bewitched” o “Lost in space” para levantar un set que, ahora sí, trajo de vuelta a la enorme banda de directo que todos conocemos, heredera natural de la música del homenajeado, que aún se reservó su eterno “Walk on the wild side” para llevarlo acertadamente a su terreno y cerrar un setlist que contó con su correspondiente epílogo, protagonizado por ese caramelo envenenado que los Velvets titularon “I’m sticking with you”, catando a pachas por Britta y Dean, y su casi obligatorio “23 minutes in Brussels”, que dejó el listón donde les corresponde tanto a ellos como a un público que les adora sin condiciones.

La noche aún siguió con la inauguración de la interesante exhibición de memorabilia y fotografía orquestada por el conocido ideólogo y prescriptor musical Juan Vitoria, el coleccionista y amigo personal de Lou Enrique Miquel, el pintor Antonio Camaró y el fotoperiodista Iziar Kuriaki.

Y el evento no acaba aquí: el viernes 27 está previsto otro coloquio, moderado por Rafa Cervera y que contará con la presencia del escritor Miqui Otero y la periodista Susana Monteagudo, pretendiendo ahondar en las raíces e influencias musicales de Reed; y también tendrá lugar el concierto de Metal Machine Musics, banda armada al efecto por el músico Oscar Briz y Pau Miquel Soler (Víctimas Civiles, Arthur Caravan) para rendir tributo al repertorio del añorado poeta urbano del rock. Todo ello culminará el domingo día 29 con una sesión vermú de selección musical a cargo del siempre efectivo colectivo Hits With Tits, que a buen seguro cerrará con broche de oro estas jornadas tan perfectas, como sentidas y necesarias.

Más información de Perfect Days aquí

Fotos Perfect Days – Luna, Standby Connection: Susana Godoy

Un comentario en «Perfect Days – Luna, Standby Connection (Rambleta) València»

  • Como fan de the Velvet Underground, y Lou Reed, es de agradecer que gente entendida y comprometida como Rafa Cervera hayan montado el evento Perfect Days para conmemorar 10 años de la muerte de Lou Reed. Lastima que por razones personales no pude asistir a las funciones en el Espai Rambleta.
    Como periodista allá por mediados de los setenta tuve la oportunidad de entrevistar y fotografiar al musico (junto a Rachel, su pareja por aquel entonces) en Londres despuès del lanzamiento del criticamente, subestimado album Rock and Roll Heart (1976), para la revista Ritz de David Bailey. Por aquel entonces su fama de caracter dificil le predecia y pocos colegas veteranos en la ciudad se animaban a entrevistarle. Pero yo era joven y verde y fan por encima de todo. Mi primer encuentro con el musico no defraudó. Cuando llegué a las oficinas de Arista records, su nueva discografica, encont?e al hombre frente al espejo con mirada despota desproticando hacia su propio imagen (haciendo de Lou y a la vez del executivo discografico objeto de su ira ) con una trozo de pizza en la mano izquerda y el falinge de la derecha cruzando su garganta. El fan en mi – por encima de lo profesional –
    se negaba a contribuir en agrandar la leyenda maldita y borré este episodio de la publicación.
    En esa epoca si querias pasar de los 10 minutos con Lou (mi anterior colega del Daily Express duró menos según me contó el propio entrevistado) era obligatorio que el controlaba el asunto. Encendias la
    grabadora y el daba su monologo. De vez en cuando escuchaba tus preguntas
    y rara vez te las contestaba. Lou habia cambiado de humor y duré la hora prevista. (En su ultimo libro Patti Smith, amiga personal, escribe que no siempre entendió la intensidad de sus cambios de humor pero si su compromiso como poeta y artista). Esta disposicion sumisa por mi parte – y de nuevo dudosamente profesional – me aportó una segunda entrevista con Lou y el botín de dos paginas enteras en la revista .Y además una información de primera mano que su proximo album (Street Hassle) iba a ser el primer disco de rock and roll en grabarse en el metodo binaural.
    Bueno, para finalizar mi propio, modesto y breve recuerdo de este gigante de la musica ahora toca comprar el nuevo libro de Rafa Cervera sobre The Velvet Underground y inventarmelo para pillar al autor para que me firme una dedicatoria.

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