Libro: ‘Beyoncé en La intersección. Pop, raza, género y clase’ de Elena Herrera Quintana

Las alabanzas generalizadas a nivel crítico a Reinassance de Beyoncé no hace otra cosa que revertir en la importancia que tiene la figura de esta mujer dentro de los márgenes de la industria de la música mainstream. Una importancia no solo a nivel musical- que la tiene y mucho de inspiracional-, sino también como la de un artista que vertebra un discurso con múltiples capas de significación. Es oportuno pensar que este excelente ensayo de la Doctora en Sociología Elena Herrera Quintana aportará más (y más clara) luz sobre el fenómeno Beyoncé, y que lo hará, además, apostando por un discurso interseccional, y elaborado cotejando una amplia bibliografía que permite dar voz a diferentes agentes implicados.

Beyoncé en la intersección. Pop, raza, género y clase (Editorial Dos Bigotes, 2022) deviene en ensayo tras una anterior tesis doctoral que la autora defendió en 2021 sobre nuestra protagonista. Como indica muy bien Herrera Quintana, el feminismo y lo popular siempre ha sido visto con algún que otro ojo arqueado por gentes del sector feminista, pero como en casi en todo en esta vida, se tiene que distinguir el grano de la paja para de esta forma no confundir términos, y no dejarnos llevar por la manipulación simplista. Los estudios sobre fenómenos pop tienen una larga historia, pero sí que es cierto que siempre se ha tildado a “lo pop” como algo “desnaturalizado”, exento de originalidad, falto de “autenticidad” por consumidores con las miras un poco cortas. En España sigue existiendo esta tendencia de despreciar lo mainstream sin hacer esfuerzos por comprender fenómenos que tienen muchas imbricaciones de tipo cultural, social o de género entre otras. Ahí tenemos el caso de la polarización obtusa con el advenimiento de figura internacional de Rosalía, y por este motivo la autora no ha encontrado mucha información sobre Beyoncé publicada en nuestro país, y la que hay es de poco alcance, diluyéndose en lo anecdótico.

Partiendo de estas premisas, la autora nos habla desde la interseccionalidad, o lo que es lo mismo, diseccionando el personaje desde perspectivas diversas. Beyoncé es una artista y un personaje de múltiples aristas, y que permite una investigación a fondo que resalten aspectos tales como ser una de las mujeres que performan con su cuerpo un discurso que desregula la mirada -siempre intencionada- del privilegiado ciudadano blanco de clase media-alta. La ex Destiny’s Child contonea sus caderas, muestra su piel negra, y de esta manera reivindica el cuerpo afroamericano sin temor (Quintana observa algo muy interesante respecto a Alicia Keys, y que es extrapolable a muchas artistas: “El uso de mucho maquillaje y ropa femenina son los rituales compensatorios que, al igual que Alicia Keys, muchas mujeres gordas utilizamos para evitar el quiebre de la performance de género”), un cuerpo que se expone como agente político que quiebra los sistemas de control.

El texto alude al celebrity feminism que es aquel tipo de feminismo que se aborda desde los márgenes del mainstream por estrellas de la industria. Muchas son las críticas que desde el feminismo ha tenido la autora de “Drunk In Love” aludiendo a que su feminismo neutraliza el mensaje, le resta cualquier valor factual o simbólico. Esto no es novedoso ya que muchos son los artistas que han apoyado causas sociales y sin tantas controversias como, por ejemplo, Madonna.

Pero Beyoncé pertenece al fandom y al engranaje capitalista, pero para subsistir en ello hace falta tener un férreo control de tu carrera. La de Houston -y la autora lo expone con numerosos ejemplos- es una artista que no deja nada al azar, y por lo tanto, todo lo que gravita entorno a ella sabe gestionarlo. Y sobre gestión y control sobre la simbología que también quiere transmitir es otro aspecto que ella gobierna con precisión: a nuestra protagonista se le niega que sea feminista porque es un engranaje del sistema; a Beyoncé se le niega la autoría porque se rodea de gente que sabe captar sus ideas; se le niega la agencia de su propio cuerpo porque sale enseñando carne en sus videos… Si partimos de parámetros neutralizadores por el simple hecho de que la artista tiene un estatus social determinado, acabamos por no entender nada de la situación. Es, por otro lado, una situación alarmante de no saber afrontar temas como el colonialismo, el sexismo, la raza, y demás dispositivos que forman el capital político de una persona.

Estamos ante un libro que permite acércanos a la figura de una artista global sin prejuicios, y desmantela ideas anquilosadas sobre cómo entender este tipo de fenómenos desde un posicionamiento político, audaz, curioso y documentado. Excelente libro.

Puedes comprar el libro Beyoncé en La intersección. Pop, raza, género y clase – Elena Herrera Quintana en la web de su Editorial Dos Bigotes

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