Entrevistamos a Lisabö, que continúan con su gira
La consabida contundencia de Lisabö se hará efectiva en las tres fechas que la formación vasca ofrecerá en salas durante la primera semana del mes de febrero auspiciadas por Primavera Sound.
Lisabö estarán desplegando sus electrizantes piezas y algunas de las incluidas en su último disco Lorategi izoztuan hezur huts bilakatu arte (23), en Valencia (jueves 6 febrero, Sala Moon), Barcelona (viernes 7 febrero, Sala Apolo) y Madrid (sábado 8 febrero, Teatro Eslava) (entradas a la venta aquí).
«Nuestro proceso de creación parte de que eso que estamos creando nos mueva algo, nos diga algo que nos empuje a querer llevarlo más allá y pueda llegar a desarrollarse hasta convertirse en una canción»
Os vi en directo hace poco en Valladolid, en lo que fue un concierto tan arrasador como impecable. En la práctica y dentro del grupo ¿Cómo conjugáis ambas cualidades para que el resultado sea satisfactorio?
Se agradece el cumplido, pero nuestras pretensiones van en una dirección diferente a esos adjetivos que comentas. Nuestra máxima a la hora de tocar en directo no es otra que la disfrutar de eso que estamos haciendo. Puede parecer un tópico simple y recurrente, pero es así. Lo que pretendemos en directo es, por un lado, compartir esas sensaciones que hemos tenido nosotros previamente en el local cuando hemos creado las canciones. Y por otro, disfrutar haciéndolo juntos. Siempre es halagador recibir críticas positivas, pero lo que verdaderamente nos mueve a hacer las cosas de la manera que las hacemos es tan básico como imprescindible: disfrutar.
Es evidente que el hecho de contar con dos baterías es uno de vuestros elementos distintivos, tremendamente vistoso (y arrollador) sobre un escenario ¿Qué complicaciones añadidas conlleva esta peculiaridad a la hora de componer y también en el momento de tocar las canciones en directo?
Creo que la mayor complicación de tocar con dos baterías es, siendo uno de los dos baterías, acostumbrarte a tocar con otra persona. Normalmente, un batería se hace cargo de toda la sección rítmica de un grupo, pero en nuestro caso no es así. Y es en ese compartir donde encuentro la mayor complicación de ser dos baterías. Pero creo que una vez que te acostumbras, cambia la perspectiva y comienzas a ver tu instrumento y tu lugar en el grupo de una manera diferente, algo que resulta motivador y divertido. El objetivo no es, evidentemente, el tocar los dos lo mismo, sino construir un ritmo entre los dos que empaste y sea uno solo.
También tenéis diferentes cantantes ¿Qué opciones da eso y cómo decidís quién ejecutará cada tema?
El tener dos cantantes es algo que nos brinda más posibilidades a la hora de cantar las canciones. Cada voz tiene su textura propia y cada uno tiene sus propios registros. Son esos diferentes recursos los que nos brindan la posibilidad de elegir cuál empasta más convenientemente en cada estructura y lo que enriquece más las canciones. Además, el hecho de compartir la responsabilidad de cantar nos permite que la carga se reparta entre dos personas y no resulte cansado ni monótono, teniendo en cuenta que nuestras canciones tienen una longitud considerable
¿El hecho de cantar en euskera ha determinado la obra y el carácter de Lisabö o diríais que es algo más bien circunstancial?
Las letras del grupo las hace Martxel Mariskal, y su modo natural de escribir y expresarse es en euskera. Por otro lado, y siempre desde una posición tan humilde como consciente, queremos aportar nuestro granito de arena al compromiso para la visualización del euskera como una lengua tan válida e importante como cualquier otra, así como normalizar su utilización alejándola de clichés sociopolíticos que tanto han condicionado su imagen. Por otro lado, no debemos olvidar que no hace tanto tiempo su uso estuvo perseguido e incluso despreciado, y que nuestras generaciones predecesoras lo tuvieron realmente difícil para, muchas veces desde la clandestinidad, mantenerlo y conseguir que se nos transmitiera a las generaciones posteriores. La utilización de nuestro idioma no es, pues, algo circunstancial; es una consecuencia lógica y un posicionamiento político.
¿Qué consecuencias buscáis en el oyente, sobre todo en directo? ¿Cuál es el objetivo inexcusable?
Para nosotros, tal y como he comentado antes, el objetivo primordial es disfrutar con lo que estamos haciendo. Entendemos que esa es la base para hacer llegar al público aquello que se nos movió por dentro a la hora de crear nuestras canciones, y poder llegar a generar una atmósfera de conexión con las personas que deciden asistir a uno de nuestros conciertos. Y para ello, nuestra máxima es ejecutar las canciones de la manera más honesta y natural posible. Pero, sobre todo, disfrutándolo juntos en el escenario.
Lo habitual es situar a Lisabö entre el post-rock y el noise, pero lo cierto es que casi transitáis por un universo creativo propio ¿Cómo definiríais ese escenario artístico en el que os movéis como banda?
La verdad es que nunca hemos tenido claro el significado y los límites de las diferentes etiquetas musicales para clasificar a las bandas. Entendemos que exista una intención honesta de ordenar y definir a los diferentes grupos que existen, pero desde luego que nosotros, si es que nos situamos en alguna de esas etiquetas, no lo hacemos conscientemente. Nuestro proceso de creación parte de que eso que estamos creando nos mueva algo, nos diga algo que nos empuje a querer llevarlo más allá y pueda llegar a desarrollarse hasta convertirse en una canción. Y cuando conseguimos tener suficientes canciones, crear un disco. Puede que, como comentas, eso que hacemos se pueda clasificar en alguno de los estilos musicales que planteas, pero por nuestra parte no existe ninguna intencionalidad para ello.
«Nuestra máxima es ejecutar las canciones de la manera más honesta y natural posible. Pero, sobre todo, disfrutándolo juntos en el escenario»
¿Sería Fugazi el referente y la influencia más indiscutible (al menos en base) de Lisabö?
Creo que para nosotros es difícil hablar de que una sola referencia sea más indiscutible que otra. Está claro que se trata de una banda a la que admiramos profundamente (y no sólo por el aspecto musical) y cuya influencia es indiscutible, pero tampoco podemos obviar a otras bandas o artistas cuya influencia es igual de importante para nosotros, tanto en el aspecto musical como en el de filosofía de banda: Shipping News o June Of 44. O tirando más para casa, grupos como Dut, Negu Gorriak, Kortatu o Mikel Laboa han supuesto una gran influencia en nosotros. Tuvimos la suerte de crecer en un contexto en el que existió en su día una gran inquietud musical, y hemos podido disfrutar y ser influenciados por ello.
Lo que parece evidente es que en Lisabö practicáis mucho ¿Con qué frecuencia vais al local de ensayo y cómo son esos ensayos de la banda? ¿Son muy obsesivos?
A veces lo que parece evidente resulta no serlo tanto. Lamentablemente, nuestras dinámicas de vida hacen que cada vez sea más difícil poder coincidir para poder ensayar. Y el hecho de ser seis personas, lo complica aún más. Es verdad que hay momentos en los que toca apretar y sacar tiempo de donde no lo hay, pero nuestro ritmo de trabajo es inferior del que nos gustaría tener. Los trabajos, las familias… en definitiva, la inercia de la vida nos arrastra a todos y hace que el tiempo libre del que disponemos sea cada vez más difícil de encontrar. Aun así, intentamos juntarnos al menos una vez por semana, pero hasta eso resulta a veces imposible de conseguir.
Lleváis en activo desde finales de los noventa ¿Cómo diríais que ha evolucionado la banda, tanto en estudio como sobre las tablas?
Aunque hayan pasado muchos años, nuestra manera de hacer las cosas sigue siendo prácticamente la misma. No tenemos ningún método mágico a la hora de componer o trabajar en el estudio. Seguimos utilizando la vieja fórmula que tantos y tantos grupos supongo que seguirán utilizando, que no es otra más que juntarse en el local e ir probando cosas hasta dar con aquello que te dice o te mueve algo por dentro. Y seguir dándole forma hasta conseguir resolverlo y convertirlo en un tema. Es en el estudio, cuando terminamos de dar forma a aquello con lo que hemos estado trabajando en el local. Al tener la suerte de poder hacerlo nosotros mismos a nuestro ritmo, nos da la posibilidad de darle las vueltas que consideremos, aunque a veces el proceso se dilate en el tiempo más de lo que nos gustaría. En cuanto a los directos, la evolución que creo que se ha dado es la propia que te va dando la experiencia. Hemos tenido la suerte de poder estar tocando en directo unos cuantos años ya, y es esa experiencia la que nos permite afrontar los conciertos con ese cierto nerviosismo que nunca desaparece (y que nunca lo haga), pero que, a su vez, nos hace sentir esa compenetración con los demás y nos aporta seguridad.
¿Cuál dirías que es, hasta la fecha, el disco más representativo de Lisabö y por qué?
No sería capaz de escoger uno de los discos y calificarlo como el más representativo de la banda. Creo que cada uno de los discos es representativo del momento en el que fueron creados y plasman lo que la banda quería transmitir en cada uno de ellos. Es lo que nos ha salido en cada momento y creo que cualquiera de ellos podría servir para definirnos. Somos conscientes de que nos movemos en un terreno en el que nos encontramos cómodos, pero es lo que nos atrae, nos motiva y nos sale hacer de una manera natural.
Vuestros discos no están en Spotify y tampoco es demasiado habitual veros girar por salas peninsulares ¿Diríais que sois una banda algo esquiva?
El hecho de no estar en plataformas digitales como Spotify es una decisión que se tomó en su momento, y es un tema recurrente en nuestras conversaciones. Como toda decisión, está siempre abierta a ser revisada, pero en el momento que la tomamos decidimos que era la decisión que más se acercaba a nuestra manera de ver la música y su industria. De todas formas, decir que nuestra música está disponible en Bandcamp, y todo aquel que quiera acceder a ella de manera digital, la tiene a su alcance. Respecto a las salas peninsulares, intentamos salir a tocar todo lo que nos permiten nuestras agendas tanto laborales como familiares, pero a veces nos resulta difícil y en ocasiones imposible poder llegar a tantos sitios como nos gustaría. Pero no creemos ser una banda esquiva, intentamos salir lo máximo que nos podemos permitir.
«El hecho de no estar en plataformas digitales como Spotify es una decisión que se tomó en su momento, y es un tema recurrente en nuestras conversaciones»
En febrero vais a dar una gira de tres fechas, lo cual y dicho lo dicho, se antoja como un acontecimiento destacado ¿Qué debe esperar el público que acuda a esos conciertos? ¿Cómo van a ser esas actuaciones?
Para nosotros van a ser unos conciertos muy especiales, ya que no es habitual tener la posibilidad de poder ofrecer tres conciertos en tres días consecutivos y porque el final de esta gira está cada vez más cerca. Y una vez se acabe, no sabemos cuándo podremos tener la posibilidad de poder salir a tocar de nuevo. Nos gusta plantear cada concierto como algo único, y es por eso que las canciones que tocaremos en cada uno de ellos serán diferentes. Intentaremos, como siempre, disfrutar en cada uno de ellos y compartir ese disfrute con la gente que se acerque a vernos.
Próximos conciertos de Lisabö
JUEVES 6 DE FEBRERO – VALENCIA (SALA MOON)
VIERNES 7 DE FEBRERO – BARCELONA (SALA APOLO)
SÁBADO 8 DE FEBRERO – MADRID (TEATRO ESLAVA)
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