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Entrevista: Mark Eitzel

La unión de dos personalidades artísticas a priori tan diferentes como las de Mark Eitzel (ex vocalista de los nunca suficientemente valorados American Music Club) y Bernard Butler (Ex Suede), no podría haber dado un resultado mejor.

Hey Mr. Ferryman (2017) es el último disco del norteamericano, y también un álbum cargado de virtudes y realzado por la inteligente y elegante producción del británico.

El vocalista estará visitando los escenarios de nuestro país del 25 al 30 de octubre, y su gira pasará por Valencia, Madrid, Baracaldo y Orense. Aprovechamos la ocasión para entrevistar al singular auto

“Hey Mr. Ferryman”, tu último disco, se abre con una pieza luminosa, directa y de aspecto pop como es “The Last Ten Years”, para a continuación virar hacia la habitual melancolía latente en tu música ¿Por qué elegiste esa canción para abrir el disco?

Sí… esa es una elección obvia. Me encanta la música pop, y siempre he pensado que eso era justamente lo que estaba haciendo. Probablemente no sea nada particular en este mundo

También hay un tema (bastante agresivo) llamado “La Llorona”, así en castellano ¿De dónde viene este título y esa canción?

Ah, escuché una historia en las noticias sobre unos niños de la calle, en Miami, que estaban aterrorizados por la ‘mujer llorona’. Pensé…¡Guau! Luego la conocí en Cleveland y traté de escribir una canción sobre ella.

“He desperdiciado todas las oportunidades que me han dado”

Aunque lleva muchos años ejerciendo como productor de artistas diversos, lo cierto es que en tu caso y de primeras, sorprende la elección de alguien tan asociado al pop británico como es Bernard Butler para manejar “Hey Mr. Ferryman” ¿Por qué te decidiste por Bernard Butler para producir este disco?

Fue un acto de fe. Pasé por el proceso de grabar estas canciones varias veces con varias bandas, y cuando él reaccionó positivamente ante las demos pensé que le daría una oportunidad. El año entero estuve ejecutando saltos de fe. Bernard fue amable, bueno y generoso con su tiempo. Estoy muy contento con la elección.

Efectivamente el resultado es espléndido, con Bernard Butler respetando (y realzando) tu propia personalidad como autor ¿Dirías que su labor ha traspasado las meras funciones de productor para implicarse explícitamente en el álbum?

De hecho, lo hizo realmente. Comenzamos a hacer una grabación acústica porque era todo lo que podíamos permitirnos. El segundo día Bernard Butler dijo ‘Joder, hagamos de esto un disco de verdad’ y tocó casi todo en cada canción. Realmente lo que hizo fue increíble.

La fuerza de tus letras resulta amparada por una instrumentación donde los arreglos de Bernard Butler pulen y revalorizan las canciones exponencialmente ¿Era ese un efecto necesario para que las canciones tuviesen el peso y la pegada que buscabas?

Ni siquiera hablamos de eso. Simplemente lo hicimos. Supongo que trabajas hasta que sientes que la cosa está bien. Y realmente espero poder trabajar con él de nuevo en el futuro…

El caso es que “Hey Mr. Ferryman” es un disco cargado de virtudes, bien rematado y adornado con giros favorecedores…

Sí, señor, así es. Aunque no sabía si iba a funcionar…

Diría que esa melancolía arrasadora es el principal activo del disco (y el principal distintivo de Mark Eitzel), pero tratada siempre con elegancia y respeto… ¿Cómo tiene que ser una canción para que pase a formar parte del catálogo de Mark Eitzel?

¡Guau! Gracias, pero sencillamente trabajo sobre las cosas que sobresalen: problemas en la letra o en la música. Sólo trabajo hasta completarlo lo máximo posible. Me gusta la «belleza» en la música. Y también me gustan las guitarras desafinadas.

Eres un autor tremendamente personal y sentido ¿Cómo gestionas y canalizas los sentimientos a la hora de escribir canciones? ¿Es el dolor un motivador natural a la hora crear?

Por lo general los sentimientos no dan título a una canción y no me vale ser testigo de algo. Realmente no lo sé. El dolor es un lastre y lo evito todo lo que puedo.

Hace ya cinco años que publicaste el abrumador “Don’t Be A Stranger” (2012), un disco ciertamente inspirado ¿Cómo percibes ahora ese álbum cuando lo escuchas?

No lo he escuchado desde que lo terminé. Recuerdo que me encantaba, aunque no la forma en cómo suenan las voces…

Son ya veinticinco años de carrera en solitario… ¿Cambiarías algo? ¿Te arrepientes de algo?

Sí. Me haría profesional. Tocaría la música que la gente quiere escuchar… ¡Ja! He cometido todos los errores estúpidos del mundo y desperdiciado todas las oportunidades que me han dado. Pero no me arrepiento de nada. Y tampoco duermo.

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