Woods – With Light and With Love (Woodsist)
A estas alturas ya no me da vergüenza comparar a los Woods con los The Byrds. Supongo que a lo largo de la historia han quemado gente en la hoguera por afirmaciones menos atrevidas que ésta pero Woods con una discografía tan prolífica como deliciosa ya pueden ser considerados como otra dinastía folk que está embarcada en el noble proyecto de inundar el mundo con canciones rabiosamente adictivas. Uno se los quiere imaginar viviendo en una comuna en California cumpliendo todos y cada uno de los tópicos que nos hemos formado sobre los sesenta y la verdad es que no tengo ninguna gana de investigar nada que desmienta a mi imaginación.
Si algo tengo que reprocharle a With Light and With Love es que suena demasiado limpio y aséptico, personalmente prefiero a los Woods con el pelo sucio y las uñas negras, sonando a campo y a hoguera (pero siempre enchufados a la corriente eléctrica, por supuesto). En cambio aquí suenan a estudio, a repetición de tomas y grabando los instrumentos por separado, como habrán sido todo los discos, supongo, pero en éste se les nota más. Pero por el resto Woods sigue en su sitio, la melodía pop, la inspiración folk y ese arranque eléctrico del que ha mamado a Neil Young desde que aprendió a andar. En verdad, dejando de lado la producción, este es el disco que más recuerda al giro que desde el pop hicieron al folk los propios Byrds. Es un disco extraordinariamente amable, sosegado pero que las buenas maneras no nos dejen ver el bosque, es un disco vivo, que tiende a salir más que invitar al recojo. También es el disco donde James Earl, cantante y piedra fundacional, sabe sacar mejor partido de su difícil voz. No es que suena mejor, que lo hace, pero de eso tiene buena culpa la mencionada producción, si no que encuentra el tono perfecto de fuerza entonando que era uno de los defectos que se les podía encontrar en trabajos anteriores.
Puestos e elegir, uno se quedaría antes con el pop luminoso de At Echo Lake (2010) o el folk eléctrico introspectivo de Bend Beyond (2012) pero With Light and With Love no les anda muy atrás y además tiene el mérito de haber sobrevivido a la temible madurez de una banda. James Earl, dueño de un sello con un impecable buen gusto, Woodsist, se revela disco a disco canción tras canción dueño de una inspiración que no parece conocer límites y además hace gala de conocer perfectamente todas y cada una de las trampas donde las bandas siguen tropezando una tras otra. Cinco discos como cinco soles en cinco años. Si a alguien le gusta el riesgo, que apuesta en contra de los Woods.