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Entrevistamos a Remigi Palmero

Estamos de enhorabuena: se ha reeditado con motivo del 40 aniversario el mítico Humitat Relativa del gran Remigi Palmero i Bon Dia. La editorial La CasaCalba ha tenido a bien -edición preciosa y cuidada hasta el mínimo detalle- recuperar esta obra fundamental grabada en 1979 en unos avanzados, para la época, estudios de grabación en la Alboraya.

Un disco que rezuma amor a la tierra -un glocalismo que se tornó, con el paso de los años, en un vivo ejemplo de un universalismo que se avanzó a las grabaciones que luego bautizarían como crossover o mestizas- y al buen vivir, al fulgor psicodélico y el paisajismo naïf, el neorrealismo poético y las digresiones descreídas, y así podríamos continuar barajando posibles significados.

Durante más una hora larga disfruté del verbo desbocado y siempre sabio de un Remigi Palmero que tiene muchas cosas que decir. Un artista que inventó una narrativa extemporánea sin quererlo, y así es cómo nacen las obras que realmente importan. Gracias a Remigi por su generosidad, y también a Francesc Burgos de LaCasaCalba por su amabilidad y por el apoyo en todo lo concerniente a documentar esta entrevista, y a Carlos Pérez de Ziriza, Tórtel, y Gonzalo Fuster por aportar sus opiniones al respecto de esta joya del pop mediterráneo.

Como dice Francesc Burgos «Se trata de recuperar, y poner al alcance de todo el mundo, una de las cúspides de la música hecha en catalán de todos los tiempos. Una reedición que se ha hecho además, a partir de la cinta original de la grabación que estaba perdida en los archivos de la multinacional en cuestión y que con mucho esmero hemos remasterizado para que el oyente pueda disfrutar de esta joya, tal como se merece, 40 años después de ser grabada”. Uno de los grandes acontecimientos musicales del año, sin duda.

Remigi, muchas de las cosas que te voy a preguntar sobre “Humitat Relativa” te las habrán preguntado infinidad de veces, pero lo primero que querría saber es tu opinión sobre esta reedición después de 40 años. Sé que estás muy alejado de todo el tema de la reedición por una serie de circunstancias que no quiero entrar, pero ¿qué te parece?

Bueno yo no quería reeditarlo simplemente, y de reeditarlo quería hacer una reedición diferenciada, alternativa, aunque solo fuera cambiar portada o algo; no quería hacer la réplica del original, ¿sabes? Quería conservar la edición original como una cosa, diríamos, única, y a parte de eso no era un momento…Yo ahora no puedo hacer presentaciones, llevo cinco o seis años sin bolos, no es un buen momento para mí. Pero luego está que la persona que yo confiaba en él pagó unos derechos de edición que Sony había puesto a la venta, y si no lo hubiera hecho él seguramente lo hubiera hecho otros o estarían a punto de hacerlo ¿no? En fin…Ya llegado ese momento todas las obras son incontrolables.

Tengo entendido que lo del master de esta obra estaba en un cajón encerrado a la espera de un rescate, algo que parece casi inaudito habida cuenta de la calidad del material.

Bueno, es que fue el primer disco que se grabó en un estudio de Valencia, ¿no? Yo estaba con un grupo de El Cabanyal, Els 5 Xics, que teníamos contrato con EMI de Barcelona. Hicimos varios ep’s y eso, canción del verano de los años 60 y 70, y con ellos estuve ocho años haciendo pues eso, standards americanos, y versiones al hispano que cogíamos de artistas mejicanos y tal. Siempre me gustaban las adaptaciones al latino o, pues eso, esa gente que estaba más cerca del rock & roll. Yo me fui a hacer la mili, de las ultimas generaciones que hicimos la mili, creo, y cuando volví me vi un poco harto del standard; el standard siempre me ha parecido idóneo para bautizos y comuniones como hacían compañeros míos, pero decidí dejar el grupo y hacer temas propios, ¿no?, diríamos de una manera básica, no de una forma cerrada porque también he trabajado versiones o adaptaciones. Adapté un tema de Jackson Browne que apareció en un homenaje que se hizo en Barcelona, con 14 artistas españoles, no sé si lo conoces, lo editó Columna.

Sí, ya me acuerdo, sí. Una versión muy bonita.

Estaba Loquillo, Mª Del Mar Bonet, Kiko Veneno, había un monten de artistas hispanos de distintas zonas que adaptamos varios temas del inglés al catalán, del inglés al español que no estaban traducidos.Pero básicamente la decisión mía fue esa, y entonces empecé a trabajar temas propios, y en el “Humitat Relativa” es el testigo básico de esa movida que yo necesitaba, hacer algo más personal, y ahí es que para mi sorpresa, empecé trabajando cosas propias. Yo tengo un vecino mío, amigo mío, Josep Lozano i Lerma, un escritor reconocido aquí en Valencia y en todo el circuito catalán, que le pasó un poco lo mismo, editó el primer libro en valenciano y de ahí cogí la letra de una de las canciones del disco que más me gustan, “Deixeu-me Sol”, que es un blues así más mediterráneo, más egipcio, un rollo de esos. A partir de ahí es donde yo vi la historia de centrarme en la sonoridad mediterránea del catalán, porque el hispano me interesa muchísimo, ¿no?, pero da el tono ese mediterráneo, naturalmente, como el catalán, y el hispano que da el tono mediterráneo suele ser el andaluz, de Almería para abajo, Málaga, Granada. Mi padre cantaba flamenco, guajiras, la canción flamenca pero mediterránea, que era la zona del sur de Andalucía, pero la zona mediterránea. Esas fueron mis influencias a la hora de trabajar. Este tema de Josep Lozano lleva un ritmo como de tarantela, 6×8, que es un ritmo de blues pero visto desde la óptica mediterranea, de la tradición italiana, y de la tradición egipcia. Yo buscaba hacer el rock & roll y el r&b que a mí me gustaba de Marvin Gaye o de los americanos, o de Nina Simone, o Ray Charles, etc. No buscaba hacer ritmos calcados, sino intentar trasladar la esencia de ese punto rítmico que ellos tenían a los patrones textuales y rítmicos del mediterráneo. Ahí es donde apareció el concepto de “Humitat Relativa”. Yo no lo imaginé nunca: de repente vi una cinta donde yo había puesto de una manera intuitiva, o de una manera automática “Humitat Relativa”, unas maquetas que yo iba guardando, y había una que llevaba el “Humitat”, por lo tanto no recuerdo haber estudiado este título para una producción, ¿no? Un compañero mío, Tico Balanzá, que había tocado con Pau Riba, que había vuelto a Valencia después de unos años que estuvo en Barcelona y en Sevilla, y un día pasó por casa y le enseñé las maquetas que yo estaba haciendo y coge el casete y dice: “Vamos a hablar con Monleón [Joan]”. Ya teníamos que hablar con Monleon para el tema de tocar con él para un espectáculo, y entonces le dejamos la maqueta, y él en seguida escuchó algunos temas. El primer estudio de grabación en Valencia fue El Tabalet que lo hizo Lluís Miquel Campos y Nacho Carreras al estilo de Abbey Road pero en la Alboraya, con buen material traído de Londres, y nosotros fuimos los primeros en trabajar en el estudio cuando estaban cableando. Estuvimos más de tres meses haciendo sesiones, parábamos algunos días, pero vamos, haciendo sesiones para que ellos fueran acoplando aquello y acabándolo de instalar. De ese trabajo que hicimos con reuniones informales aparecieron músicos guineanos, porque la primera idea en la maqueta de “L’olor A Garrofa” era como un medio tiempo europeo; es una canción sobre un olor, que no tenía mucho sentido hacerla en forma de merengue africano, y lo que empezó como algo muy simple, con una o dos guitarras, un poco de percusión, sin batería, se empezó a enredar cuando llegaron los guineanos desde Nueva York, Guinea occidental, y total teníamos una banda con siete o diez negros grabando jazz fusión o pop fusión. Fueron sesiones excesivamente eclécticas. En catalán no solo se podía hacer canción social, política-universitaria, sino que se podía llegar al terreno de la música de baile y el pop.

De estas sesiones de mestizaje nacieron canciones atemporales ligadas a un contexto social muy determinado. ¿Explícanos cómo era la Altea de aquellos años? Fantaseo, y me la imagino como un lugar medio hippy, bohemio, cultureta…

Pues no tiene nada que ver con la Altea actual. En el 85 ya llegaron los alemanes y se quedaron con todo lo había por allí. Yo empecé a ir por allí a mediados de los 70 y empecé a conectar con artistas que estaban ya instalados como Bustamante, Tico, Major Blues que habían tocado con Paul McCartney y eran de Denia. Empezamos a vernos por Altea, y teníamos un contacto allí con Rafa Samper que era todo un personaje allí. Era un medico que dejo su profesión para montar El Local Dels Artistes que estaba arriba en Altea. Allí empezamos a presentar el “Humitat Relativa” con el formato mediterráneo -percusiones, laúd, sin guitarras eléctricas- que a los alemanes les enganchaba un montón. Era una mirada árabe, pero no éramos árabes, los alemanes a los árabes les tienen un poco de…

Lo que queríais vosotros es hacer bailar a la gente, ¿no?

Sí, nosotros nos hemos considerado más músicos de verbena que de conciertos. Uno de los estímulos de este disco era eso. Yo veía que la Canço estaba muy en pelotas, muy esbozado.Yo conocía a Ovidi Montllor, a Raimon, a Pi de la Serra que siempre ha sido mi punto más fuerte de la gente de Barcelona porque era mas blues, no tan folk.

¿Te criticaron por no apostar por el matiz político que era común en esa época?

En Barcelona no, siempre ha sido más normal. He participado en varios BarnaSants, pero luego la gente que seleccionan del BarnaSants para encuentros en Berlin, u otros sitios, nunca contaron conmigo porque era un territorio que dominaban los independentistas siempre. Yo tenia buenas relaciones con unos y con otros, pero nunca me han apoyado. Recuerdo en Facebook poner cosas de Miquel Gil, cosas de otra gente de Valencia y ellos jamás han puesto nada de lo mío. El “Humitat Realtiva” es un disco multinacional, más que un disco nacionalista, e incluso tiene algunos puntos donde descree del nacionalismo; la letra de Bustamante de “Radio Alger”, cuando habla de que son marchas moras, es no hacer diferenciación entre las músicas de aquí y las que vienen de allí, que ellos son tan valencianos como nosotros, viene a decir. Algo que Diego Manrique en un comentario en El País vuelve al punto ese de decir que más que un disco apolítico es un disco que descree del nacionalismo. Vivimos en un mundo demasiado híbrido como para hacer diferenciaciones.

Leyendo las letras del disco veo, aparte del susodicho costumbrismo mediterráneo, mucha psicodelia, reminiscencias a Fellini, y el neorrealismo.

La psicodélica es muy mediterránea. Jimmy Hendrix estuvo actuando en Mallorca, y yo recuerdo ir a Formentera a finales de los 60 y encontrarme a Robert Fripp y a Pink Floyd haciéndose una paella con sangría. Yo bajaba del autobús con una guitarra y decía: ¡Hostias este es Fripp, este es Gilmour! Había un ambiente muy psicodélico, y “Humitat Relativa” aunque es el disco más tradicional instrumentalmente, la gente lo prefiere por eso mismo, por su tradicionalismo. Los demás discos míos son mas experimentales. En “Provisions” ya hay secuencias, maquinas, ya es todo electrónico.

Es un disco que nace dentro de la triada histórica que conforman “Brossa D’ahir” y el “Cambrers”. ¿Cómo encaja este disco en este póker mágico?

Yo conocí a Pep Laguarda por amigos comunes y el “Brossa D’ahir” para todos fue un disco puntal porque tenia una visión del pop respetable. Eran discos no vinculados a partidos políticos sino a la psicodelia, al pop mediterráneo. Esa unidad de los tres discos es cierta, tienen algo de clon entre ellos. Los tres somos buenos amigos. Es una visión común de pop contemporáneo cantado en valenciano.

¿Te ha beneficiado o perjudicado, artísticamente, cantar en catalán?

Culturalmente me ha beneficiado, catalán es un idioma con gran sonoridad.

Te lo comento porque Bustamante en un momento dado cambio al castellano, y no sé porque motivos, igual por rentabilidad.

Julio no había escrito en valenciano hasta que no hicimos el Humitat. Los temas en valenciano me los paso él, “Radio Alger”, “Veles en la mar” y “Angelets”. A partir de esos temas aparecieron el “Cambrers”, “Senyoreta X”… En el mismo estudio después de Humitat grabamos el “Cambrers”. Luego en directo lo juntamos todo y acabamos tres años después haciendo In Fraganti.

Una de las cosas que siempre me ha fascinado del “Humitat Relativa” es la portada. ¿Cómo surgió la idea de esta portada?

La portada fue una idea de Miquel Gil, un artista fantástico de mi pueblo, amigos desde pequeños. Tuvo la idea de hacer un fotomontaje porque él estudiaba mucho a los fotomontadores de los 50 y había hecho muchos trabajos. A partir de la foto del balcón él empezó a colorear el fondo, y los textos lo hicimos entre los dos. Era una portada que reflejaba los gustos que teníamos en la época: del pop psicodélico inglés de Beatles, Pink Floyd y demás.

Rezuma un ambiente onírico y mediterráneo subyugante.

Expresa el concepto de Humitat que no es contextualizable. “Humitat Relativa” es como un medio titulo que no dice nada, un colgón. Se queda a medio hacer, es como un misterio, y eso es importante. Unas ideas llevan a otras. La portada resume ese concepto, habitamos un paraíso, de riqueza cultural y ecológica y agrícola. Durante una época esto era un paraíso, y siempre en el campo ha estado mi vocación, la idea de la Ribera verde y productiva. Yo estoy en el balcón, acariciando el ambiente, y tenia magia en el territorio psicodélico, mágico.

Todo el disco es como muy táctil y orgánico. El mestizaje de “Humitat Relativa” se avanzó a su tiempo. ¿Explícanos cómo se llevó este choque cultural en el proceso de grabación del disco?

Fue do una cosa accidental. Desde Els 5 Xics yo siempre decía que a Europa le faltaba ritmo. Los Beatles se arrimaban a la música oriental, los Rolling a los ritmos marroquíes. Entonces yo decía que necesitábamos la fuerza de los africanos y americanos. Europa esta quemada de todo, y ya ha pasado por todas las fiebres, y dentro de tanto escepticismo puede aparecer una nueva Europa. Una idea de Europa espiritual. Yo escucho últimamente a artistas que remiten a ese espíritu europeo olvidado; los Beatles por ejemplo que tenían en Paul McCarney un enamorado de la música latina. Culturalmente el territorio es ambiguo: si echamos vista a la tradición, desde Concha Piquer al Príncipe GItano o Lomas, son artistas eclécticos y muy híbridos. La Piquer es una Lady Gaga de la época.

Ahora que hablamos del eclecticismo, en un mundo tan hibridado, curiosamente es muy complicado encontrar un sonido y un concepto estético que se asemeje al “Humitat Relativa”, todo esta como muy estandarizado, y eso que ahora está todo más fácil para unir culturas. ¿Qué opinas de esto?

Está todo mas delimitado. La parte técnica con el paso del material analógico al digital la cosa a cambiado. Las ediciones son mas renovables. Dylan dice en las “ The Basement Tapes” que buscaba la espontaneidad de antes. Lo mas arrollador de Dylan era que se juntaban en un sótano a sacar algo que tenia vida, palpitaciones . “Humitat Relativa” esta sin producir, musicalmente no esta compensado, no hay arreglos, no hay percusión. El disco estaba por acabar, y se hizo una pre-mezcla rápida, sin pensarlo, y al día siguiente escucharon los de Barcelona el material y lo compraron. No se llego a editar. “Humitat “es un accidente artístico

Qué te parece que la nostalgia venda tanto, el consumidor pide nostalgia continuamente.

Nostalgia visto como un cierto tradicionalismo me parece interesante. La tradición no tiene que renovarlo todo. Escucho música electrónica ahora, de dj’s de Tokyo que usan patrones de El pescadilla con la rumba catalana. Las cajas del regetón son lo que hacia El Pescadilla con la rumba: un tac, tac, tum. Las cosas interesantes van quedando detrás de todo, y se van quedando como influencias muy nutritivas.

La gente joven tiende a la nostalgia cuando lo alineado con lo joven debería ser todo menos nostalgia.

La idea de nostalgia la confundimos con cosas que no son nostalgia, por elecciones conscientes de que aquello te mola. Las primeras épocas de Bob Marley, los Beatles eran un huracán en su época. Ritmos trepidantes que no se había tocado nunca y que quedan.

Ya en la actualidad, ¿qué te parecen los géneros urbanos nuevos como el regeton, trap?

Hay una película que marca un antes y un después en el show business: el Saturday Night Fever. Esa película, producida por Bill Graham, que fue el manager de los The Doors. Venia a demostrar Graham que un músico virtuoso ya no era un espectáculo, que había que darles la entrada a los bailarines. Los bailarines ya eran los dueños; por ejemplo veías a la orquesta de Xavier Cugat y habían bailarines. La música pop es una música bailable, y los bailarines siempre van por delante. Un fenómeno que hay que verlo como parte de la revolución industrial. He vivido el declive de la producción artesanal cuando aparecieron los discos, y ya no se necesitaban artistas que tocaran porque ya lo tenían grabado y sonaba de la ostia. Un local, ademas, con música grabada es mas controlable a nivel de sonido ya que el dueño del local controla el volumen para el posible desenfreno de las bandas. La gente baila mejor con claquetas aeróbicas que con percusionistas tocando. Lo que veo ahora, desde los 80, es que el concepto tradicional de arte ha cambiado: el arte de la bohemia, del mayo del 68, medieval, todo eso a través del cambio de mentalidad de la revolución industrial ha cambiado, y ya no hay ni soportes. Los hábitos se han modificado, la gente no va a los bares con la guitarra, llevan el Pen drive y cantan,

Ha cambiado el modo en que la gente se acerca a la música, eso parece imparable.

Sí, y las conversaciones son mas mestizas, mas eclécticas. Vas al bar, llevas las bases grabadas y ya esta. Ni siquiera se entra en el concepto de músico, y ni falta que hace. Hay muchas programas que te hacen las bases programadas. Muchos artistas de mi época no lo comprenden, e incluso lo maltratan. Muchos de ellos no pueden oír hablar de música comercial cuando a mí me parece prodigioso. La música electrónica produce objetos mas perfectos, sin notas desafinadas, etc. Yo he tenido la suerte de ser mas moderno, y la modernidad la veo como un concepto de renovación.

Las letras de “Humitat Relativa”, estéticamente, son naïf, pero crean imágenes muy potentes. ¿Cómo nacieron estas letras?

Era mi despertar como letrista. En Els 5 Xics empecé, y musicalmente, la verdad, he sido mas imaginativo. Mi gran trabajo ha sido centrarme en las letras. En mi ultimo disco para LaCasaCalba hay poca producción, pero las canciones están bastante trabajadas.

Hay cuatro temas míos, pero Bustamante empezó a colaborar conmigo y empecé a incluir cosas de otra gente. Era todo un catalogo de expresiones naïf, de estilos. No explota un genero sino es más un catálogo de maquetas de posibilidades

Hay dos temas que rompen con esa homogeneidad: “Carrer de la lluna”, y “Temps de pluja”.

Una es instrumental, y la otra, como dices, puede recordar al sonido de los ingleses, a Manfred Mann. La música inglesa ha sido mi favorita.

¿Cuándo te veremos en un escenario?

Bueno pues eso es impensable, no tengo ni idea. Mi madre necesita mucha ayuda y tengo que cuidarla. Por una parte estoy viciado a colaborar con gente, y ahora tengo proyectos de composición. No tengo a nadie que me edite porque he cerrado el ciclo con LaCasaCalba, y no quiero objetivos que me expresen a nivel físico y psicológico. He tenido ya una vida muy inestable a nivel artístico pasándome muchas noches bohemias en Valencia, pero estos últimos años he aprovechado para dejar tranquilo el coche, estudiar teclados, comprender los modelos de sonido, de todo el sistema MIDI. Esto está modificando mi forma de componer. Creativamente ahora es un apoca buena, pero hay que estar adaptándote a lo que te van proponiendo. Es un punto de inflexión, y visto desde el contexto de la vida, te ayuda a ordenar conceptos. Estoy escribiendo unas memorias artística y tengo un proyecto de musical instrumentales, pero prefiero componer con voz humana.

¿ Sigues la escena musical de Valencia?

Tengo contacto con Bustamante, Carrasco, pero estamos en una época de cambio: desde la psicodelia hasta un punto mas cosmopolita, y este cambio va poco a poco. Estuve como profesor de yoga, y he trabajado también la creatividad desde ese prisma. Mantengo una actitud creativa desde la autocrítica. Todo el mundo tiene que aceptar sus reajustes.

Muchísimas gracias Remigi por esta charla, ha sido un placer.

Un placer también porque a veces necesitas a alguien para hablar de ciertas cosas. Un saludo.

Los efectos de la humedad relativa en:

Carlos Pérez de Ziriza: “Yo no tuve acceso a «Humitat relativa» hasta hace unos diez años, cuando un compañero de la prensa musical me pasó las diez canciones del álbum en formato mp3, directamente extraído de una copia en vinilo, con sus ruidos de huevos fritos y todo. Lamentablemente, hasta ahora era muy difícil hacerse con una copia por estar descatalogado. Se vendía el original a precios casi prohibitivos. Esta reedición viene a hacer justicia con el que creo que posiblemente sea el mejor de los tres discos de la llamada trilogía del pop mediterráneo de aquella época, junto al de Bustamante y Laguarda. Es un disco de 1979 que suena perfectamente contemporáneo. O atemporal. Mezcla muchos estilos, infinidad de instrumentos e influencias, y lo resuelve todo con un valenciano muy natural y fluido, como plenamente normalizado muchos años antes de que se hablara de normalización. Un disco muy valenciano y también muy mediterráneo, en sentido amplio. Local y universal”. 

Jorge Pérez (Tórtel) : “Conocí Humitat Relativa y Brossa d’ahir ( el grandioso disco de Pep Laguarda) gracias a las recomendaciones de Julio Bustamante. Pronto esas canciones ( junto a precisamente Entusiastas del propio Julio) se convirtieron en maravillosa inspiración para mí, que por entonces comenzaba a hacer camino como Tórtel.

Humitat relativa es un disco único, mágico, suena profundamente a València pero también hay bossa nova, funk, jazz, aires tropicales y fascinantes músicos de distintas partes del mundo…

Un disco irrepetible. Lo que más me sigue atrapando de él es esa frescura, libertad y euforia que rara vez se encuentran fuera de un primer disco, Remigi Palmero en estado de gracia, comiéndose el mundo, abriendo caminos hasta entonces no transitados. 

Gonzalo Fuster (El Ser Humano, Gran Camino): “Humitat Relativa me hace recuperar el olor a salitre y la luz de aquellas primeros anocheceres en la playa de Denia. No sé cómo una cinta con este disco apareció en el coche de mi hermano, pero sí sé que desapareció de allí para instalarse en mi Toshiba de pletina única, resistente a la arena y con adornos cromados. Me parecía un disco tan auténtico y cercano que ni me planteaba si me gustaba o no, simplemente lo escuchaba a diario. De hecho, por mucho tiempo pensé que ese cantante era algún amigo de mis hermanos mayores, alguien de Denia que había grabado un disco (comparaba la producción con una recopilación de los Beach Boys… tenía excusa para mi razonamiento). Era 1990, inclemente impertinente, hizo el tiempo su labor y el disco se me perdió en el olvido. Descubrí el amor y a The Who y di portazo a mi niñez con todo lo que a ella me recordaba. No fue hasta muchos años después cuando valoré de nuevo «esa cinta» que ahora se reedita en vinilo. No me lo llevaré a la playa, porque será este vinilo quien me transporte a mí.”

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