Gutalax + Painstorm (Sala El Sol) Madrid 09/03/24
“Estáis acabando con la música”. Eso dijo el padre – experimentado musico y técnico de sonido; ahora retirado – de un amigo, cuando escuchó a Gutalax. Tal aseveración, carente de fundamento o no, cobra sentido si nos ponemos en la piel de alguien al escuchar a los checos por primera vez. Seamos claros, puede ser un reto difícil.
Gutalax han estado de gira en cuatro fechas por nuestro país, gracias a la promotora Aurum Booking; y el sábado le tocaba el turno a Madrid, en la sala El Sol. Ambiente festivo en la calle Jardines, multitud de gente disfrazada, algunos con los típicos monos químicos que usa el grupo desde prácticamente sus comienzos, con especial mención al grupo de colegas que iban con gorros/cascos en forma de caca. Lo nunca visto, el grupo estrella pidiéndole a esos fans sacarse una foto con ellos, instantánea que ha acabado en el resumen de Instagram de la propia banda, majos estos Gutalax.
Antes pudimos disfrutar de Painstorm, banda de Death Metal de Madrid, con una nutrida presencia de colegas y fans entre el público. Cuarteto clásico de guitarra, bajo y batería, con frontman esgrimiendo guturales potentes y muchas ganas de atronar tímpanos. Set corto pero preciso el que dieron los madrileños, en el que destacaron temas como: “Bay of Blood”, “Capital of War” y ya terminando “Hang Em´High”.
Llegaba la ansiada hora de Gutalax, ante una sala finalmente abarrotada, contra algunos pronósticos. Los propios miembros de la banda, ayudando a colocar de nuevo el backline y probando sonido, se despacharon con un tema a modo de prueba, lo que sirvió para los primeros pogos. Podemos decir pues, que el cachondeo y el baile comenzó antes de que el show comenzase.
Saliendo ya enfundados en los monos químicos blancos, desde el primer acorde el grupo checo sumergió a la audiencia en su característico universo de “Gore´n´Roll”, presentando temas de su último trabajo; The Shitpendables (Rotten Roll Rex 2022) y algunos clásicos que han marcado su carrera desde el 2009. Así, comenzaron saludando con aquello de “We are Gutalax from Czech Republic” y enfilando el primer tema de la noche, “Diarrhero”, ya con un menda que se subió al escenario, se bajó los pantalones y practicó el stage diving con sus vergüenzas al aire.
“Nosím místo ponožky kousek svojí p?edkožky” fue la segunda en caer, también del mencionado último trabajo, ya con la sala El So patas arriba y convertida en una olla a presión, aunque repleta de buenas ondas.
“Fart Fart Away”, del disco Shit Happens (Rotten Roll Rex 2015), nos sirvió, además de para recibir empujones, codazos y pisotones, recordarnos que Gutalax se toman el cachondeo muy en serio. Porque estos tíos son tan sinvergüenzas que el vocalista, Martin Matoušek, presenta una canción y suelta algo así como: “bueno, da igual, suenan todas las canciones iguales”.
Y para sinvergüenza la presentación de “Robocock” en la que, de nuevo Martin, saca a relucir el supuesto tamaño del miembro del bajista Kebab, que fue el que le inspiró para componer dicha canción y que debería llamarse “Durum” en vez de Kebab. Para ser un grupo de grindcore, el dichoso Martin habla por los codos, tanto es así, que la actuación de unos catorce temas, a razón de dos minutos (siendo generosos en el minutaje) se va a una hora. Reconozco que la primera vez que los vi en el Burgore Death Fest, no acabé de entender la fórmula de darle tanto a la sin hueso en un estilo musical que va al grano, sin embargo, ya no concebiría una actuación de Gutalax sin sus chanzas y bromas.
Un diez al Sr. Lanot, responsable del sonido de la sala, que consiguió que sonase todo perfecto, con distinción de todos los instrumentos, algo harto difícil en este tipo de música, por lo que, tanto la batería de Lukáš, como la guitarra demoledora de Kojas estuvieron en su sitio. Lo de que el escenario estuviera casi a oscuras en la práctica totalidad de la actuación, es una tónica habitual en muchas salas y parece que El Sol también se apunta a esta incomprensible la moda.
“Shitbusters”, puede que su mayor hit, sin discusión, sirvió para recordarnos que estábamos en los últimos momentos de actuación, papeles higiénicos por los aires, escobillas del wáter en alza y mucho sudor, fueron los testigos de otra oda al humor grueso que destilan, la versión del tema tradicional “Old MacDonald Had a Farm”.
Gutalax han dado al grindcore la dosis de pitorreo que el género necesitaba, los canticos “gorrinescos” de Martin Matoušek, con su característico Pig squeal dotan a las canciones de ese toque bailongo que tanto triunfa, en fin, unos jetas entrañables.
“Están acabando con la música” y nosotros que lo veamos.
Fotos Gutalax + Painstorm: Fernando el Río