ConciertosCrónicas

Henge (Sala Fun House) Madrid 27/02/25

Asistir a un concierto de Henge puede ser todo un desafío, sobre todo si tenemos en cuenta la procedencia de la banda, que no es Manchester, no os dejéis engañar. Realmente Henge proceden de los rincones más remotos del cosmos. Zpor el vocalista, guitarrista y portavoz de este comando extraterrestre para la raza humana, nación en Redshift 7, mientras Goo y Nom proceden de Xylanthia y Venus respectivamente. El único terrícola de la banda es Grok, solitario a los teclados.

Henge posaron su nave sobre la sala Fun House el pasado jueves, gracias a su enlace en el planeta Tierra; Houston Party, agotando las entradas en pocos días. El cuarteto no tardó ni un minuto en convertir la sala madrileña en una lanzadera hacía sonidos sin explorar y sensaciones cósmicas.

Dejando claro que eso no iba a ser un concierto convencional, arrancaron con “Ascending”, una intro que, más que una canción convencional, parece un portal dimensional, antes de lanzarse de lleno con “SlingShot” y “Mushroom One”, que ya – desde el principio – elevaron la energía de toda la sala a niveles estratosféricos y extraterrestres.

El directo de Henge fue un festival de sintetizadores, riffs contagiosos e infecciosos y ritmos hipnóticos, todo ello mezclado con el Groove del funk y la contundencia del space rock. “Ra” y “Tardigrades” fueron una buena prueba de ello. Ya con un público totalmente entregado a la locura sónica de la banda; “Welcome to Voltus B” se coronó como uno de los momentos cumbre del set, con su fusión de electrónica y progresiones que evocan tanto al Kraut Rock, como a la cultura Rave U.K de la que – innegablemente – proceden.

Curiosa también fue la mezcla de gente que se juntó para ver a los extraterrestres; rockeros de la “vieja guardia madrileña”, ravers y gente muy joven, se entremezclaron entre sí, acudiendo a la llamada pacificadora del cuarteto.

Para cuando iba llegando el final del bolo, con temas como: “Monolith”, “New Planet” o con la épica de “Demilitarise”, con la que invitaron a cantar al respetable con una serie de carteles con la letra, la sala Fun House ya no era Madrid, era un enclave en algún recóndito rincón de la galaxia. Una sensación general de comunión interplanetaria, al tiempo que un poco de tristeza, nos invadió cuando Henge abandonaron el planeta en su nave.

Si alguna vez vuelven a aterrizar cerca de ti, considera seriamente ser abducido por su arte.

Fotos Henge: Fernando del Río

Más fotos Henge

 

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien