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Las canciones de The Umbrella Academy, la serie del momento

Si te dicen que al mundo le quedan seis días, ¿Qué harías? ¿Te despedirías de alguien? ¿Pedirías perdón? ¿O te marcarías una juerga de las de muy señor nuestro? Pues esta es la premisa que desencadena toda la trama de The Umbrella Academy. Lo primero decir que es serie raruna. Y eso que en ella hay diversión, muy buenas interpretaciones, momentos rítmicos pero le falta algo de pegada. A ver, empecemos y para poner las cosas en su sitio; no son superhéroes al estilo Marvel. Más bien tienen su lado DC, porque hay mucho drama, pesadumbre y muchas conversaciones sesudas que, a veces, alargan demasiado la historia.

 

Todo empieza en 1989, concretamente el 1 de octubre, con cuarenta y tres madres dando a luz y reduciendo los nueve meses de embarazo a apenas unos instantes. Entonces, el millonario Sir Reginald Hargreeves, adopta a unos cuántos y los entrena para salvar al mundo. Ya, argumento muy socorrido. Pero sigan leyendo; al cabo de los años se reúne toda la membresía por un trágico suceso. Y en vez de alegrarse ya y tal el ambiente es más tenso que un comité de Podemos. Todo porque Vanya, número 7, publicó un libro donde, con todo lujo de detalles, cuenta lo que vivió en tan peculiar “hogar”. Toda la serie se basa en flash-back que, a las primeras de cambio, sacan un poco de quicio, pero luego les coges cariño y tiene hasta su gracejo.

 

Eso sí, acabas enamorándote de toda la Academia; de Luther menos, de Diego, mucho de Vanya, algo de Ben y, por supuesto, de Klaus, ese yonqui llorica y maravilloso que ve a los muertos. Mola mucho esa suerte de Alfred simiesco de nombre Pogo y esa madre androide que tiene todo el punto dado. Con deciros que se le coge cariño hasta a los villanos; Cha-Cha, interpretada por Mary J. Blige, y Hazel, que se enamora de una vendedora de donuts con unos añitos de más. De hecho la historia paralela entrambos puede considerarse la parte más tierna de toda la serie.

Si has leído los tebeos descubrirás que la versión de la pequeña pantalla es algo menos loca y gore. El cómic es del 2001 y lo sacó Norma Editorial con los increíbles dibujos de Gabriel Bá, pero cierto es que tiene más pinta de pulp e incluso rollete serie B. Y todo ello se queda en el camino para los de Netflix, transformándolo todo en algo muy Wes Anderson con retazos de la peli Kingsman. Creo que el cómic ha vuelto a salir, obviamente. Así que lo pueden encontrar en su tienda habitual. Por poner otra diferencia entre ambos; también se han saltado a la torera la cuestión racial del temperamental Diego, cuya descendencia latina es muy contraria al inmaculado ario del tebeo. Pero es Netflix y su visión de hacerlo todo como más global se nota, y mucho, cuando se trata de adaptaciones.

Y como esto es un canal de información musical, voy a ello. Sí, lo sabemos. También tienes obsesión con la banda sonora de la serie. Y es normal. La base central está compuesta por Jeff Russo (responsable también, entre otras, de la de Fargo y de Altered Carbon), pero vamos a centrarnos en algunas de las canciones que la acompañan. Y sí, en eso mejora el cómic, claro.

Cuando Vanya toca el violín para presentarnos a los protas lo hace con «Phantom of the Opera» de Lindsey Stirling. Cuando tiene lugar la masacre de ritmo trepidante suena de fondo Istanbul, en versión de los Might Be Giants, y eso que Número 5 solo quería un café.

 

 

¿Y a quién no le ha molado escuchar «In The Heat Of The Moment» de Noel Gallagher’s High Flying Birds mientras van anunciando el Apocalipsis? Y, evidentemente, de los tracks no puedo olvidarme -ni quiero- del «Sinnerman» made in Nina Simone, esa canción espiritual afroamericana que habla de un pecador escondido de la justicia divina en el Día del Juicio.

 

 

Y aquí que ni al pelo mientras los villanos intentan dar cacería al tan perspicaz número 5. Hay hasta lugar para el glam con los escoceses Bay City Rollers y su «Saturday Night».

 

 

Tampoco faltan los eclécticos Radiohead con «Exit Music (For a Film)«. Usar algo de Queen es ya como una obligación en toda serie y en esta es el muy trillado Don´t Stop me Now y no sé si será bueno o malo para la formación estar en todos los ajos. Agradecer el momento The Doors al son de su «Soul Kitchen».

 

 

Sí, una muy amplia gama de estilos que vienen que ni pintado con la estética de la serie. Y qué mejor que viajar en el tiempo que con «Run Boy Run» de los Woodkid. Pero si has visto la serie seguro que estás deseando saber más del tema. Sí, ese que muestra a todos bailando al ritmo de una tonada muy ochentera sonido Stock, Aitken & Waterman. Pues ahí voy. Se trata del «I think we’re alone»; tal vez el momento más mítico y que servirá para hacer parodias, en caso de que pegue el reventón a nivel mundial. La artista se llama Tiffany y aunque aquí no lo petó tanto en USA obtuvo varios trallazos en esa década. Fue Tiffany una artista para público adolescente que se llevó de gira a New Kids on the Block cuando no eran ni kids, ni new ni nada. Y con ella tuvo su más sonado número uno del Billboard allá por 1987. Pues esta es la que suena cuando cada personaje se marca un baile, a su manera, en la intimidad de la habitación ¿Con cuál te quedas? El mío es la elegancia de manos y piernas que muestra Vanya, Ellen Page; más quisiera yo bailar así. Bueno, en realidad es que no sé bailar.

 

 

Pues aquí un repaso rápido a lo que musicalmente da de sí la serie. Ya, nos estamos acostumbrados muy mucho a que Netflix nos pongan temarraquen que luego estamos semanas y semanas tarareando. ¿A que sí? Pues lo dicho, hasta otra… «I think we’re alone now,/ There doesn’t seem to be anyone around./ I think we’re alone now, /The beating of our hearts is the only sound»

 

3 comentarios en «Las canciones de The Umbrella Academy, la serie del momento»

  • me encantan las canciones,todas pegan con lo que es la serie y la mayoria me hacen acordar a numero cinco(mi favorito)…la serie es la mejor que vi en netflix;no puedo esperar mas a noviembre del 2020 para ver la segunda temporada.

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