Entrevistas

Manta Ray

No sabemos por qué hacemos las canciones mucho más crudas

Manta Ray han ido disco a disco demostrando, cada vez mejor, que son una de las bandas más consistentes y enérgicas de nuestro país, después de la buena acogida de Estratexa vienen con Torres de electricidad, y haciendo válido el tópico de “más fuertes que nunca”.

Empecemos por el principio. Habéis sacado nuevo disco. Cómo ha sido el proceso de composición, grabación, producción… ¿de dónde sale este disco?

José Luis García: La verdad es que es un poco la fórmula que teníamos desde hace ya tres discos; sacamos disco, hacemos gira y después nos tomamos un tiempo de descanso total; nos olvidamos de todo, no tocamos… al cabo de un tiempo, de forma natural sale la idea de volver a juntarse y grabar un disco, es algo que surge de forma espontánea. Los discos de Manta Ray se empiezan y se terminan en el estudio, ni siquiera hay ideas previas que llevamos a la grabación, todo surge en ese espacio de tiempo.

Habéis realizado ya discos con otros grupos como Schwarz o Diabologum, ¿tenéis una concepción colectiva de la música? De creación grupal.

Frank Rudow: Sí. Manta Ray es en realidad un colectivo que funciona cuando los cuatro realmente estamos haciéndolo, cuando estamos juntos; y lo mismo pasa con los discos que hemos hecho con otros, especialmente el realizado con Schwarz que hay que destacarlo porque fue un disco muy especial; ya desde el primer ensayo fue un poco eso, se formó un nuevo grupo con siete miembros en este caso, tres schwarzs y cuatro mantas, creamos un colectivo.

¿Os gusta improvisar?

F: La forma de componer de Manta Ray no es muy clásica por decirlo de alguna manera, porque las canciones surgen automáticamente, igual con alguien que tiene probablemente una idea o un buen momento, y el resto del grupo la acepta e interpreta la canción; es un poco esa idea, de componer en sessions.

¿Y creéis que el título de “Torres de electricidad” representa lo que hay en el nuevo disco?

J: Hombre, está la palabra electricidad, que yo creo que hoy en día es un término bastante adecuado a los discos que hemos sacado últimamente, el componente acústico básicamente está omitido a excepción de la batería. Y en referencia al título, por ejemplo Fran Gayo me preguntaba siempre si ya teníamos el título del disco; para él título es casi lo primero. Para nosotros lo importante es la música.

Sí, quizás ellos cojan un concepto, un título y a partir de ahí hacen la música, desarrollan la idea, y vosotros, desarrolláis directamente…

J: …y ya después vemos lo que nos ha salido y lo que nos sugiere.

F: Es como un novelista con su máquina de escribir que empieza y pone “tal título” por Tal, y ya va a la primera página; tiene todo en blanco pero ya tiene el título, sin embargo nosotros incluso no tenemos el nombre de las canciones hasta que no se ha hecho la portada, que es lo último en hacer la presentación de un disco. Encontramos un momento, nos reunimos y buscamos el título más adecuado para cada canción… es curioso ¿no? (risas)

Vuestra evolución va como hacia la potencia, además se dice que este nuevo disco es incluso más crudo, más potente. ¿Esa progresión creéis que es por algo en especial o algo que surge de la nada?

J: No sabemos exactamente por qué queremos hacer las canciones mucho más crudas, pero la cuestión es que cuando Manta Ray empezaba y hacía esos discos como Esperanza o Pequeñas puertas… canciones como “Sol” eran canciones que se desarrollaban, que crecían, pero era a base de cargar, de arreglar, lo cual estuvo muy bien. Si ahora lo tenemos claro y nos sale de una forma mucho más natural es porque el mensaje, la idea central de una canción, que pueda ser por ejemplo un juego de dos bajos, queremos destacarlo mucho más y entonces si quieres que eso esté muy presente lo realizas directamente, sin rodeos; de ahí que admitas más la melodía y el sonido de la propia canción, y nosotros lo hemos afrontado de una forma más “violenta”, pero no por ninguna razón en particular, sencillamente porque vamos creciendo así, supongo que a otros grupos les pasa todo lo contrario. Fíjate en el caso de Ian MacKaye que empezó con Minor Threat y ahora está haciendo cosas como The Evens, cada grupo tiene su progresión.

F: La gente dice que volvemos a la canción primitiva, pero para nosotros no es en absoluto “volver”, igual todos vamos al revés, ya hemos hecho discos muy arreglados, incluso muy ambientales y eso ya lo hemos dejado completamente, queremos ir al grano, si lo conseguimos en 2 minutos mejor.

Y a medida que la potencia ha subido, también las críticas han ido siendo más favorables, ¿no os da un poco de vértigo esa constante subida?

J: Yo creo que vértigo, o la sensación de susto te puede dar cuando hay un poco de inseguridad; sabemos que el disco va a suscitar diversas reacciones, pero eso es inevitable y perfectamente natural, cada uno da su opinión personal, es una opinión particular y eso no nos importa; en ese sentido no hay vértigo de lo que opine la gente y como nuestra evolución ha sido poquito a poquito, y ya llevamos mucho tiempo, esa capacidad de sorpresa la tenemos bastante acotada, sabemos muy bien por dónde nos estamos moviendo.

F: Sabemos dónde está el techo, hasta dónde podemos llegar. Cuando empiezas a hacer un disco en lo último en que piensas es en alguna reacciones externas, ni en la crítica ni en gente que está más cerca, lo haces porque te lo pasas bien y porque lo haces realmente para ti.

Entonces ¿os sentís seguros con el nuevo disco?

J: Yo particularmente es con el que más seguro me siento, obviamente no creemos en el disco perfecto, fallos hay siempre y nosotros somos los primeros que los vemos, pero creo que en este hemos sabido rematar esos flecos que siempre te quedan. Además, lo que hablábamos, este disco es más crudo, se ha grabado prácticamente en directo y si las sensaciones que hemos sido capaces de transmitir tocándolo en directo han sido tan buenas, yo creo que encima del escenario se va a potenciar más esa sensación.

Sois un grupo veterano y ahora bandas como Mercromina, Aina o Migala se han separado, ¿qué es lo que os motiva a vosotros para seguir en la música?

J: La verdad es que es curioso, desde nuestra perspectiva me sorprende que grupos así se separen, pero vamos, no conocemos los motivos; nosotros no sufrimos una apatía por la música, yo creo que distanciamos; no somos un grupo que ansíe sacar una referencia cada año, año y medio. Es muy difícil que nosotros nos disolvamos (a no ser que sea por motivos personales que aún no existen), precisamente por eso, porque distanciamos y esos respiros que tomamos son básicos, luego de forma intuitiva surge la idea de grabar de nuevo, nace la inquietud casi al unísono, no es nada forzado, surge.

F: El grupo tiene un ritmo lento pero es muy sano, con un ritmo así, incluso más lento puedes llegar hasta los 70 años probablemente, y es mucho más sano no hacer música pop (risas) porque así haces lo tuyo y estás contento y orgulloso de todos tus discos.

La verdad es que sois un grupo arriesgado, ¿pero eso es más por compromiso con la música o por una necesidad personal?

J: Yo por ejemplo cuando hay una idea en el local y tengo que empezar a pensar en una melodía, tanto de la guitarra como de la voz, nunca pienso en algo que vaya a sonar muy diferente, que ni yo haya tocado o que trate de sorprender a todo el mundo; lo que trato de analizar es la idea de ese momento. Por lo general últimamente estamos tratando mucho con el ritmo, y no sé si es riesgo o no, pero a mi ahora me interesa más hacer contrapuntos a la base rítmica con la guitarra, hacer ese tipo de diálogo en vez de sacar una melodía convencional que quizá me resulte más fácil, o al menos a lo que estoy más acostumbrado en otras referencias. Me siento más cómodo buscando y analizando qué es lo que estamos tocando en ese momento y qué es lo que necesita. Llevamos ya 4 años marcando ese aspecto rítmico, y eso quieras o no, es arriesgado.

Además ese riesgo os sitúa un poco al margen de toda escena, como un grupo bastante aparte.

F: Nosotros jamás estuvimos metido en una escena, bueno, estuvimos en una escena porque salieron nuestros discos por discografías independientes, Astro y Subterfuge, pero yo creo que nunca nos podrían meter en una caja de la escena independiente, a pesar de ser un grupo español, no tenemos mucho que ver con la escena independiente española, no me identifico con ella.

J: Pero todo esto es de forma muy natural, nuestra relación con estos grupos es muy sana. Nos gustan grupos, por ejemplo de la escena vasca que han salido un poco de los patrones del rock vasco como Audience o Lisabo

F: o Beef que lleva ya muchos años.

J: A estos grupos podemos entender como trabajan, como la escena catalana alrededor del sello Bcore que tiene una unidad estilística, de imagen, es casi algo espiritual lo que ellos tienen. Todo eso nos gusta, y la relación como con cualquier tipo de persona, la podrás tener mejor o peor, pero estamos ahí por un tema generacional de la edad.

Os metieron en el saco de Xixon sound, a pesar de la diferencia que ya hemos hablado, pero eso en qué medida os benefició o perjudicó.

J: No creo que nos haya perjudicado nunca, el hecho de que cada vez que se nombrase nuestro nombre junto con el de Nosoträsh, Penélope Trip, Medication, Eliminator Jr, Australian Blonde… no nos ha perjudicado porque todos sabíamos perfectamente nuestras diferencias estilísticas y que eso era un nombre que la daban unas personas ajenas a todos nosotros, pero en parte nos benefició porque hubo esa sensación de apoyo entre todas las bandas y estoy seguro que hubiera sido más difícil los directos que hacíamos y los discos que sacábamos de no ser por esa unión que teníamos.

Pretendéis crecer como músicos, pero ¿cómo lleváis el ser oyente? ¿sois igual de inquietos a la hora de escuchar que a la hora de crear?

F: Yo tengo que serte sincero porque llevo una temporada ya que me fuerzo, antes salía de forma natural pero ahora tengo que estar preguntando por referencias que estén surgiendo que sean muy novedosas, porque estoy bastante desconectado; tengo mi música, tengo mis referencias y están muy abiertas pero el tema de descubrir a nuevos grupos está muy detenido porque ¡ya no tengo tanto tiempo como cuando tenía 20 años! ya casi no tengo espacio para escuchar música, y es una cosa muy triste, pero bueno, después de la gira ya vendrá el momento de descanso y podré volver a eso, porque nunca estaré desconectado, los grupos nuevos que estén surgiendo siempre me preocuparán.

Tampoco tiene por qué ser grupos nuevos, puede haber cosas de hace tiempo que descubras por primera vez.

F: Si a lo mejor hay un disco de hace 5 años que descubres y te sorprende bastante.

J: Sí claro, como consumidores de música seguimos siendo fieles, la música es algo primordial, pero el tema de los nuevos grupos me interesa, además también se establece una relación muy enriquecedora con gente que a lo mejor tiene una diferencia de edad de 10 años, ellos te aportan unas referencias de algunos nuevos grupos muy interesantes, y luego tú les das referencias de grupos que a lo mejor consideras casi el ABC de la música pero que luego no conocen, gente como Lloyd Cole & The Commotions o Violent Femmes que te sorprende que haya gente que se quede extrañada cuando los nombres. Luego, cada uno coge las referencias del otro y saca sus propias conclusiones.

El componente social o político ha estado presente en vuestra música pero de forma muy sutil, ¿habéis seguido de esta forma en el nuevo disco?

F: Sí, y además creo que es la forma correcta, porque hay varias sensibilidades dentro del grupo, no hemos comulgado con ninguna unidad de pensamiento interno ni nada por el estilo; sin embargo, lo que creo que se muestra de forma sutil es ni más ni menos que el sentido común, creemos que somos unas personas sensatas, ni extremistas ni nos creemos poseedores de ninguna verdad absoluta, pero parece ser que incluso el sentido común empieza a escasear, y es casi más importante eso que ser políticamente activos.

Y además tampoco hay una preocupación por ello en la letra, ¿creéis que la música puede ser más sugerente que lo puede ser un discurso concreto?

F: Creo que es bueno dejar al oyente una libertad interpretativa, que saque él mismo sus propias conclusiones. Creo que sí que puede ser más sugerente, no hay más que fijarse en la música clásica lo que consigue sin voces, sin mensajes.

J: Por ejemplo cuando empezaron a surgir grupos como Mogwai, todo el mundo salía de sus conciertos con la sensación de que había sido un concierto agresivo, tenso y no estaban soltando nada político. Es cierto que es mucho más directo cuando el mensaje está hablado, pero quizá para un oyente más pasivo; sin embargo para un oyente que está buscando en esas referencias de las que hablamos, es porque ya tiene un bagaje y le aburre que se lo digan de una forma tan directa, lo que es bonito es indagar, descubrir, ser un poquito estudioso; porque si te lo dicen todo en la primera escucha, ¿qué te queda ya?

Sois un grupo de proyección internacional, y ya habéis salido por el extranjero para presentar vuestra música, ¿cómo es para vosotros esa experiencia?

J: Para nosotros es muy bueno cuando salimos fuera, lo descubrimos desde la primera vez que nos fuimos de gira por Europa. Aquí en España tienes una repercusión mediática, sabes que vas a captar la atención de los medios y de la gente, y esta gente puede estar bastante condicionada para ir a un concierto, probablemente le comenten que Manta Ray es un grupo con un directo bueno, que a lo mejor tienen canciones largas, densas, canciones que no son normales o que son muy oscuros… sin embargo en Europa la gente va a ver a una banda que pone “(SPA)” al lado del nombre y no tienen ni puta idea de cómo sonamos; luego las reacciones son diversas, unos que no se lo esperaban y otros que no sabes por qué, pero insisten en preguntarte si realmente eres de España.

Claro porque la proyección internacional no es solo a nivel de salidas, si no a nivel musical

J: Yo lo tengo claro, nosotros somos quienes somos y vivimos donde vivimos, pero las canciones no están en absoluto circunscritas a ningún tipo de geografía, somos asturianos sí, y bueno nos puede influir el tema del tiempo, todo eso… pero las canciones de Manta Ray aunque nos reunamos en Chipre las hacemos igual, porque no utilizamos referencias culturales concretas, es cierto que estar en una escena específica quizá resulte más fácil en primera instancia, pero también te limita, tienes que ajustarte a ciertos patrones; sin embargo nosotros no hemos tenido en ningún caso esa delimitación geográfica.

Y también habéis estado hace relativamente poco en EEUU, ¿no?

F: Sí, estuvimos tres semanas porque estratexa se editó el disco con un sello independiente de Portland y así teníamos la oportunidad de ir allí, hemos hecho las dos costas.

¿Y qué tal?

J: Pues descubrimos la gran verdad sobre la escena americana (risas). Cuando estás en Europa siempre piensas en Estados Unidos como una escena magnifica donde la mayoría de los estilos se han creado y que tienes que ir allí a vivirlo y a ver cómo es. Cuando estás ahí te das cuenta de la cantidad de grupos que hay, siempre piensas que hay un montón, pero es que cuando lo ves…

F: Por ejemplo llegas a una ciudad que tampoco es muy grande y ves alguna revista diaria y ya flipas con la cantidad de conciertos de cada día.

J: Después triunfan unos pocos, pero son por avatares o por circunstancias, pero es que hay 100.000 grupos con una personalidad y una calidad apabullante, y te das cuenta que allí lo vas a tener muy complicado; luego te pones a tocar y notas que vienes de otra parte, que manejas otras referencias que ellos no tienen; esas cosas a lo largo del tiempo se notan, vale que Tortoise no es Johnny Cash, pero Tortoise tiene fraseos de Jazz, y el Jazz es de los negros.

Sin embargo, aunque la relación más habitual que se os hace es con el rock alemán, yo también había pensado un poco en la escena de Chicago…

F: Sí, pero los grupos de Chicago también tenían esa referencia en grupos alemanes como Neu! o Can, Stereolab también lo tenía; nuestra manera de componer de la que hablábamos antes es muy parecida a la que habían hecho hace treinta años en Alemania, que tampoco eran grupos comerciales, se juntaban para tocar y ya está. Sí que puede haber un punto de unión, un triángulo Asturias-Alemania-Chicago (risas).

La masterización ha corrido a cargo de Roger Seibel, ¿habéis tenido contacto con él? ¿Ha influido en el resultado final del disco?

F: Lo de la masterización básicamente es un proceso técnico, no es artístico. Es alguien que te edita el disco bien, que suene lo mejor posible, quizá hace algún cambio, pero eso es como decía José Luis ayer, como quién cambia el contraste o el color en la tele, para que quede a su gusto. Le elegimos por su currículo de grupos y porque salía igual de caro que aquí en España; conociendo el equipo que tenía y sabiendo con quién había trabajado inspiraba confianza, y creo que ha sido una buena elección. Pero claro, el disco ya estaba hecho; es quizá lo único que me moleste un poco de la hoja de promo, porque tampoco es necesario poner los grupos con los que ha trabajado, no sé, es normal ponerlo, pero yo no lo hubiera puesto.

Es vuestro segundo disco con Acuarela, ¿cómo os está yendo?

J: La relación con los sellos casi es como cualquier relación personal, te va bien hasta el día que no lo estás y con esto me remito al pasado. El tiempo desgasta y cada uno va evolucionando, se enfrentan las diferentes exigencias particulares, y es un poco culpa de ambas partes, por no ceder ante los intereses del otro. Acuarela ahora mismo… entiende la música de Manta Ray. Para nosotros lo fundamental de un sello es saber que cuando estamos haciendo el disco no tenemos que estar preocupados de la reacción de la persona que va a sacarlo, y sabemos que Acuarela estará en perfecta sintonía con lo que es Torres de electricidad.

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