Psychedelic Porn Crumpets (Sala El Sol) Madrid 21/06/24

Los australianos Psychedelic Porn Crumpets han aprovechado su visita al Azkena Rock Festival para dar otras dos fechas en nuestro país. Esta minigira – propiciada por Last Tour, también responsables del festival – venía precedida por mucha expectación por ver de nuevo a la formación Aussie por nuestros escenarios, gracias a una legión de fans que han ido tejiendo a lo largo del tiempo.

Dicho esto, no fue nada extraño encontrarse rato antes de que abrieran las puertas de la sala El Sol, una cola de más de cien personas esperando, que incluso llegaba a la calle Montera (la que cruza la calle de la sala). Esto se tradujo en el interior de El Sol en un hervidero de saltos e intentos de coros que acompañaron a la banda durante todo el set.

Desde el momento en que sonaron los primeros acordes de «Tally-Ho», el público, compuesto en gran mayoría por jóvenes muy entusiastas (hay relevo generacional en el rock and roll, viejos, no lloréis) se entregó completamente a la orgía de riffs mastodónticos y cambiantes bases rítmicas de los australianos.

Sin perder nada de tiempo, continuaron con «(I’m A Kadaver) Alakazam” donde los complejos solos de guitarra de Jack McEwan cabalgaron desbocados sobre la estructura construida por sus compañeros. Dicho así, cualquiera pudiera pensar que nos encontramos ante un guitarrista masturbatorio, pero nada de eso, todo en Psychedelic Porn Crumpets está hecho para canciones redondas, sin prestar tiempo a lastre sonoro. ¿Aspecto de jipis? Sí, pero espíritu punk.

«Surf’s Up» y «Mundungus» siguieron, cada una con su propio camino, no solo demostrando la versatilidad de la banda para fusionar diferentes estilos, también para llevar a la salvaje audiencia a un viaje sónico lleno de texturas diferentes entre sí.

Para ese entonces los pocos se sucedían y las gotas de sudor te embadurnaban donde quiera que fueras de la sala. En una de las pocas paradas, unos chavales a mi lado decían: “no había visto tantas guitarras en mi vida en un escenario” (siete conté yo) estuve por contestar: “eso es porque no habéis visto a Sonic Youth en el 98” pero me callé el comentario de viejo para mis adentros y volví a sorprenderme gratamente de como músicas del siglo pasado puedan interesar a gente de poco más de veinte años.

Con «Bill’s Mandolin» y «Ergophobia», la tensión no decayó ni un instante. La banda mostró su técnica y su capacidad para mantener al público enganchado, mientras que canciones como «November» y “Entropy”, tocadas ambas juntas, ofrecieron uno de los pocos momentos introspectivos, balanceando así perfectamente el set.

La recta final del concierto estuvo marcada por las desbordantes: «Cubensis Lenses», «Hot! Heat! Wow! Hot!» y el explosivo cierre con «Hymn for a Droid”, llevando el pogo predominante en la sala hasta el infinito. Psychedelic Porn Crumpets, a menudo comparados con los inevitables King Gizzard & the Lizard Wizard, tienen su propio estilo y así lo demostraron en so bolo de El Sol.

A ver si va a ser verdad eso que dicen de que, Australia – en lo tocante al Rock and Roll – siempre va por delante de cualquier otro continente.

Fotos Psychedelic Porn Crumpets: Fernando del Río

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