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Recordando a Ride: Repasamos la carrera de la banda que acaba de regresar a la vida

El regreso de Ride es para muchos otra de las noticias del año, aunque quizá los más jóvenes desconozcan quiénes fueron y qué significaron en su día. El anuncio de su vuelta y una gira que les traerá a nuestro país es una buena excusa para reivindicarles.

Vamos a hacer un rápido repaso de la carrera de los de Oxford en 10 canciones para poner en contexto no solo su trayectoria, sino su estilo, que muchos etiquetan directamente como shoegaze cuando su apertura de miras llegaba bastante más lejos.

Mark Gardener, Andy Bell, Laurence Colbert y Steve Queralt se conocieron a mediados de los 80 y según palabras de Bell, decidieron formar una banda inspirados por la música de The Smiths. Aunque dicha influencia brilló poco en su música, digamos que el tono melódico prevalecía en sus primeras grabaciones, pero ellos estaban más en la onda de My Bloody Valentine, The Stone Roses, Sonic Youth o The House Of Love.

Ficharon por Creation Records, uno de los sellos más estimulantes de la historia, comandado por el gran Alan McGee, descubridor de bandas como The Jesus & Mary Chain, Oasis, Primal Scream, The House Of Love o My Bloody Valentine, solo por citar a unas pocas, y el 15 de enero de 1990 editaron Ride EP, que se abría con uno de los himnos de la banda, “Chelsea Girl”, compuesta por Gardener.

El EP también contenía “Drive Blind” otra de sus piezas más míticas, esta escrita por Bell, que solía convertirse en los directos en una canción de guitarras cristalinas, interrumpida por una abrupta distorsión, para volver a terminar retomando el sonido inicial. Eso que llaman sonido 90s 100%.

El debut fue bien recogido por la prensa de la época y para el mes de abril tenían lista su continuación de nuevo en forma de EP, de nombre Play. Su tema titular “Like A Day Dream” es otra de sus grandes canciones.

En septiembre de 1990 llegaría Fall, tercer EP de los británicos, quienes para entonces ya se habían convertido en una de las bandas más prometedoras de su época, tan solo un mes antes de su disco de debut y eran en asiduos visitantes al programa del mítico John Peel.

Nowhere les incluyó en la escena shoegaze por derecho propio a pesar de que su discurso iba algo más allá, en un año en el que Madchester estaba en su eclosión, Happy Mondays publicaban su mejor disco y también veían la luz el Bossanova de Pixies, el Goo de Sonic Youth o el Lite de Inspiral Carpets. Uno de los grandes momentos de este trabajo es la ensoñadora “Vapour Trail”.

1991 fue su año de despegue en los escenarios y el momento de asentarse. En marzo veía la luz otro EP, Today Forever y su nombre ya se colaba en los principales festivales británicos y su presencia se multiplica en Europa, EEUU e incluso Japón.

En aquella época Robert Smith les declara como los sucesores más fieles del sonido de The Cure, de hecho el álbum Wish (1992) contiene distorsiones propias de la formación de Bell/Gardener. Basta con escuchar “Open” que abre, el para muchos último gran disco de los de Smith y cía y encontrar similitudes con “Leave Them All Behind”, ese temazo de 8 minutos con el que empezaba su segundo trabajo y que igualmente, se retroalimenta del discurso de los de Crawley.

Going Blank Again les consolida como una de las sensaciones del momento y vende bastantes discos en Inglaterra, pero no se convierte en el éxito que la banda esperaba, a pesar de contener hits en potencia como “Twisterella”, quizá su cumbre en lo que a reconocimiento se refiere. Los más viejos del lugar recordarán un concierto suyo en el llamado Festival Rock Madrid 92 del extinto pabellón de los deportes del Real Madrid (desaparecida Ciudad Deportiva, hoy complejo de las Cuatro Torres), junto a EMF, The Farm, Seguridad Social!!¿? y Manic Street Preachers.

La banda se toma un descanso y ya nada volvería a ser como antes. Dos años después vuelven a la carga con Carnival Of Light, borrando todo rastro de su sonido más característico y confiando en John Leckie (Radiohead) para la producción. El resultado desconcierta a sus fans de siempre que parecen no comulgar con el giro estilístico más cercano a pop rock más convencional con tintes psicodélicos. La crítica igualmente le dio la espalda. Aún así, contenía algún que otro momento disfrutable. Si hubiera sido su debut, otro gallo hubiera cantado.

Con el grupo desilusionado por la mala acogida del álbum y con sus dos cabezas pensantes mirando a direcciones diferentes (Gardener interesado por la pista de baile, Bell hacia el pop/rock), entraron a grabar su último LP, lo que generó múltiples discusiones. Andy Bell asumió el mando y Gardener desapareció. Ante dicha falta de conexión y la poca inspiración manifiesta, decidieron separarse. En marzo de 1996 se publicaba su disco póstumo, Tarantula, que pasó tan desapercibido que Creation lo eliminó de su catálogo una semana después de editarlo.

Desde entonces, ya conocéis las andanzas de Bell, que formó Hurricane #1, para posteriormente unirse a Oasis y finalmente a Beady Eye, fulminados hace algunas semanas.

Mark Gardener por su parte, inició una poco significativa carrera en solitario inaugurada en 1997 y varias colaboraciones, la más célebre junto a Brian Jonestown Massacre.

Ahora, deciden regresar para revivir su época dorada, suponemos que dejando a aun lado sus dos últimas referencias y recuperando los momentos que les hicieron grandes. Estaremos atentos.

Puedes escucharles en Spotify.

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