Feeder – All Bright Electric (Cooking Vinyl)

Hijos del grunge noventero y de la versión más desenfadada de Police, Feeder vuelve cuatro años después de su último LP con un noveno disco tricolor que combina el zumbido de una avispa incansable con la calma fruto del retiro espiritual de Grant Nicholas.

Feeder ha pasado por varias transiciones a lo largo de su carrera. Triunfaron narrando su semana bajo el sol de Mallorca en Seven Days in the Sun, pero estuvieron a punto de abandonar la música tras el trágico suicidio de su batería Jon Lee en 2002. Volvieron cargados de melancolía, dolor procesado y preciosismo a través de Comfort in Sound y desde entonces han ido recuperando fondo físico con unos discos que poco a poco rectomaban ese rock pesado que sacude las salas que reservan para sus conciertos.

Como indica el nombre de su noveno LP, All Bright Electric saca brillo a la Fender Jazzmaster del galés Grant Nicholas y el bajo del japonés Taka Hirose. Han mantenido la energía de su último paso por Madrid durante los últimos cinco años y la reflejan en su nuevo disco, ya que su último trabajo no flaquea ante la robustez de otras bandas como Foo Fighters o Biffy Clyro.

Nos presentan su disco más tricolor desde Silent Cry, ya que con Renegades adquirieron robustez pero se quedaron en la superficie. De esta manera, tenemos el metal de «Universe of Life» abriendo el disco y la protesta de «Divide The Minority», pero al mismo tiempo contamos con la ternura de canciones como «Oh Mary» y «Angels and Lullaby’s», frutos del último retiro montañero de su líder a través de una etapa en solitario que sacó su lado más folk/cantautor.

Mientras que los temas con más distorsión en sus guitarras hacen más referencia al zumbido de la avispa que protagoniza la portada de All Bright Electric, canciones como «Infrared-Ultraviolet» nos llevan a su etapa más limpia en «Picture of Perfect Youth» y sirven de pomada contra las picaduras que sufren aquellos que echan de menos el lado más melódico de este dúo de Gales.

Ninguno mezcla los elementos de una tormenta tan bien como «Hundred Liars», mientras que algunos tracks como «The Impossible» parecen transiciones hacia algo mejor. Pero las que realmente destacan son las que presumen de buena estructura, producción, recursos y letra, como es el caso del blues Eskimo, “he disparado al diablo en la mano, le he quitado el whisky de la boca a un hombre roto”. Para despedirse, toman la opción más sentimental con «Another Day on Earth» y nos regalan una de las mejores baladas de la banda con Grant Nicholas al micrófono y al piano.

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