Eagles of Death Metal – The best songs we never wrote (Universal)
A Jesse Hughes hay que tenerle cariño por su sentido del humor y porque a veces se le va la cabeza. Sorprende que siga considerando a Joshua Homme como parte de sus Eagles of Death Metal, porque la sensación es que Homme (muy centrado en Queens of The Stone Age, lógicamente) se ha ido desentendiendo cada vez más de un proyecto que Hughes ha terminado de capitanear solo, pero claro, cualquier día Homme vuelve a volcarse con ellos, ¿quién sabe?
En cualquier caso, el atractivo de Eagles of Death Metal siempre ha sido evidente. Son muy puros, crudos, hasta descuidados, pero saben enganchar a quien les escuche. Saben hacer canciones, saben crear ganchos. Y tienen ese punto de cachorrillos vándalos que aporta humor. Su asalto a los medios era invitable, sonando en anuncios, películas y videojuegos, entrando así en el imaginario popular, poco a poco, por la puerta de atrás. Hasta bandas conocidas y tan diferentes entre sí como Pearl Jam o Meat Loaf han acabado haciendo versiones suyas. Evidentemente, la triste noticia del atentado en la sala Bataclan de París durante un concierto del grupo hizo que su nombre se hiciera más popular, aunque todos hubiéramos deseado que las razones hubieran sido otras.
Su nuevo disco, titulado The best songs we never wrote (en realidad el título es mucho más largo), parece más un proyecto solista de Hughes que un trabajo de Eagles of Death Metal. Definitivamente no hay rastro de Homme pero también es cierto que el alma del grupo es en gran parte Hughes, así que podéis tomaros el disco como queráis, pero os aseguro que es un muy buen disco de versiones, especialmente para el verano. Porque un disco de versiones solo se puede hacer de una manera: Cambiando las originales, dándoles tu toque personal. Si las vas a hacer clavadas, ¿para qué las queremos nadie? Cuando uno escucha un disco de versiones, quiere oir diferentes perspectivas respecto a las canciones que ya conoce, no lo mismo de siempre. Jesse Hughes ha hecho lo que le ha dado la gana con todas las piezas que integran The best songs we never wrote y ole sus cojones. No va a cambiar el curso de la historia pero nos lo va a hacer pasar muy bien. A veces parece estar pitorréandose de las bandas originales, caso de “It’s so easy” de Guns n’ Roses -muy probablemente sea así, porque tuvieron su rifirrafe- o “God of thunder” de Kiss, en otras se lo toman muy en serio y consiguen versiones estupendas como el “Alive” de Love and Rockets y, ¡sorpresa!, “Careless whisper” de George Michael.
Escucha Eagles of Death Metal – The best songs we never wrote
Jesse Hughes es un facha loco
El disco es bastante regulero, sin Homme este tío es un don nadie
flojo, flojo