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Entrevistamos a Yoko Factor, que debutan con ‘Primilege’

Desde Mallorca, Andrea Trujillo (batería y coros) y Pablo Herrero (guitarra y voz) transitan sin rubor por diferentes vertientes del rock, desde el grunge y el stoner hasta el garage-punk o el rock alternativo. Se hacen llamar Yoko Factor, en honor a lo que se denominó como el factor Yoko Ono, la desestabilizadora dicen las malas lenguas de The Beatles, y acaban de editar su primer disco, Primilege (Mata La Música / Nooirax), un juego de palabras entre el parentesco de sus componentes.

Este dúo al más puro estilo The Black Keys o The White Stripes, consigue con su contundencia y determinación ofrecer una carta de presentación más que notable.

«No queremos encasillarnos en un estilo en concreto, sino que se noten las pinceladas de influencias de varios estilos»

El próximo 5 de diciembre, presentación oficial de “Primilege”. ¿Tenéis pensado hacer algo especial?

Andrea: Estamos en ello todavía, pero la idea es hacer un super espectáculo, sobre todo porque hemos conseguido poder hacerlo en la sala grande de Es Gremi, en Palma. Habrá alguna sorpresita. Bueno, no sé si has visto el videoclip de “Dancing Sober”, por ejemplo, que se hizo una coreografía, pues queremos que se pueda subir esa gente al escenario y hacerla en directo.

Pablo: Como hasta ahora es el concierto más importante para nosotras, queremos hacerlo a lo grande, con técnico de luces, técnico de sonido…

Andrea: Vamos a desplegar todo el arsenal que tenemos y todavía estamos pensando cositas. De hecho, también siempre nos hacemos nuestra propia ropa y queremos lucir modelazo.

Pablo: Nos hemos comprado unas telas y vamos a salir divinas de la muerte.

Supongo que habrá mucha gente conocida. No sé si para vosotros esto os relaja o por el contrario os pone más nerviosas.

Pablo: Depende un poco del momento. A lo mejor al ver que hay un montón de conocidos y estar en familia, te relajas y te sale superbien. Pero bueno, a lo mejor nos cagamos pata abajo…

Andrea: Yo soy más de cagarme pata abajo.

Pablo: Luego tenemos batería a la fuga y esas cosas.

Andrea: La verdad es que estamos haciendo un poco de chantaje emocional a todo el mundo. Por favor, por favor, es el concierto más importante. Por favor, ven.

 

Hablemos de los inicios de Yoko Factor. ¿Recordáis cómo y cuándo comenzó todo? ¿Cuándo se convirtió en un grupo?

Andrea: Bueno, pues mira, tenemos la anécdota de que salió antes el nombre que el grupo. Habíamos tocado juntas en otra banda que tuvimos en 2009, pero después se disolvió. Pablo había empezado en solitario, pero nos apetecía mucho juntarnos porque conectamos muy bien. Eso fue una tarde de vodka-RedBull, que es lo que nos gusta. Dijimos: “venga, montamos algo, no sé el qué, pero vamos a pensar, con un nombre que mole mucho…”.

¿Por qué os pusisteis Yoko Factor?

Pablo: Buscamos algo en común, algo que nos gustara. Y una de las cosas de las que hemos sido siempre muy, muy “frikis” ha sido la serie “Buffy, Cazavampiros”, y seguimos siéndolo porque cada verano tenemos maratón de nuestros capítulos favoritos. Y encontramos un episodio titulado “Yoko Factor”, llamado así por Yoko Ono, como un factor externo que rompe con lo establecido en los Beatles. Y como siempre hemos sido muy defensoras de esa postura de personajes como Courtney Love o Yoko Ono, que se les culpa de la separación de los grupos aunque ellas no hayan sido las culpables, queremos reivindicarlas. En nuestro caso, entre Andrea y yo, el único Yoko Factor que va a haber es la banda, y no es algo malo, sino bonito.

El grupo siempre lo pensasteis como dúo.

Andre: Sí, desde el principio decidimos que fuese dúo, no hay vuelta de hoja. De hecho, en algunos conciertos nos vienen diciendo, “meted un bajo”, pero no queremos un bajo, somos un duo y ya está. No va a cambiar.

Pablo: Siempre lo tuvimos muy claro. Nos empapamos de grupos de dos personas y hemos descubierto algunos increíbles. Siempre lo hemos tenido clarísimo. Nos comparan también con The White Stripes, pero tampoco es una de nuestras mayores influencias, aunque sea de nuestras bandas favoritas.

Os definís como Minimalist Rock Duo, pero lo de minimalista será porque sois dos, ¿no?

Pablo: Eso es porque no has escuchado los inicios (risas).

Andrea: Era como la excusa perfecta para poder decir que tocamos mal. Ya te lo habíamos avisado. Es rock minimalista (risas).

Musicalmente transitáis por muchos géneros del rock, desde el grunge, el stoner, hasta el garage o el rock alternativo.

Andrea: Totalmente. No queremos encasillarnos en un estilo en concreto, sino que se noten las pinceladas de influencias de varios estilos.

Pablo: Que todo de base tenga un mismo sentido, pero dando siempre esa oportunidad a escuchar un estilo nuevo, a ver qué te sale.

Andrea: Sí, porque tenemos temas como “Fixin’”, que tiene un toque como más blues, por decirlo de alguna manera. En nuestras canciones puede haber influencias de cualquier estilo.

El disco comienza con «War Is Over”, una declaración de intenciones de vuestra música.

Andrea: Realmente es tal cual. Era como decir: esto es Yoko Factor. Lo pensamos para que fuera la primera canción y el primer single.

Pablo: También porque Yoko Factor tuvo un pequeño antes y un después de la grabación del primer EP, ya que todavía no lo teníamos claro y estábamos un poco perdidas. Pero a raíz de grabar “Deep In A Hole”, que la editamos en 2020 a través de Runaway Records, encontramos lo que queríamos hacer. Y Andrea fue la que me dijo que el tema que más encajaba con nuestro estilo era “War Is Over”, que luego puedes encontrar más cosas en el disco, pero esta canción marca nuestra línea y nos encanta.

 

Pero no incluisteis en el disco “Deep In A Hole”.

Andrea: No, le dimos vueltas, pero al final quisimos separarlo, como que a partir de “Deep In A Hole” hay un antes y un después, y a partir de ahora vienen estas canciones.

Pablo: Incluso el productor del disco, Paco Loco, nos dijo que mejor tirarse a algo nuevo, que eso ya estaba grabado y ya había tenido su recorrido.

Habladme de Paco, ¿por qué decidís ir a El Puerto de Santa María a grabar con él?

Andrea: Fue una oportunidad que nos llegó del cielo. Hicimos un concierto de teloneros de Australian Blonde, que es una de las bandas donde Paco toca la guitarra, en la sala Red de Palma. Cuando terminamos él se acercó a Pablo para decirle que le había gustado nuestra música y se ofreció a grabarnos si nos apetecía, que allí teníamos nuestra casa. Además, nos daba mucho miedo, porque él tiene mucho renombre y nosotras estábamos aquí más verdes que una lechuga. Pensamos, a ver si son cosas que se dicen y una vez que luego contactas se hace el sueco, pero enseguida se acordó de nosotras.

Y una vez allí, ¿cómo fue todo? ¿Su forma de grabar os ha favorecido en vuestra música?

Andrea: Yo creo que sí, totalmente. Buscábamos ese sonido que ha conseguido. Él lo tenía muy, muy claro. También nos hubiera gustado ir con más tiempo, porque creo que podríamos haber aprovechado más cositas de las que decía, pero fuimos con muy poquito tiempo, cinco días y medio. Y de ahí teníamos que salir con la mezcla hecha. Nos fue dando ideas y casi todo lo que aportaba lo incluimos con mucho gusto.

Pablo: A partir de grabar con Paco, nos dio cuatro pautas para definir más nuestro sonido y estamos encantadísimas. Tanto Andrea como yo no somos profesionales y que alguien te aconseje de esa forma se agradece muchísimo. Además, se implica una barbaridad. Nos íbamos a comer y él seguía en el estudio para adelantar trabajo.

Pese a que las guitarras y sus distorsiones son protagonistas en vuestra música, a mí personalmente me gusta mucho el papel de Andrea a la batería, que dota a las canciones de una fuerza increíble, ¿no? ¿El planteamiento de las canciones siempre fue así, con esa presencia tan intensa?

Andrea: Yo estoy aprendiendo día a día, ya que empecé a tocar la batería hace cuatro años y no sé hacer mucho más, las cosas como son (risas). Me gusta ir con los golpes de Pablo. A lo mejor es más sencilla en cuanto a redobles y florituras pero creo que es lo que pide la canción.

Pablo: Andrea es muy inconformista y puede sacar una base, pero esa base la va a desarrollar hasta llegar al resultado que queremos. Ella es muy humilde, pero hace baterías muy personales, sabe dónde dar el golpe adecuado. Detallitos, no sé, creo que eso hace muy especial su trabajo, como que no se conforma con lo primero que sale.

 

¿A la hora, por ejemplo, de la composición llega Pablo con algún riff de guitarra o acorde o también trae Andrea ritmos de batería por los que empezáis las canciones?

Andrea: Va saliendo. Pablo tiene muchas ideas de riffs y vamos trabajando sobre ellas. Yo he traído algunas veces algún ritmo, pero lo normal es con lo que trae Pablo.

Pablo: Mola mucho porque al final Andrea tiene nociones de bajo y de guitarra, y yo de batería y nos vamos aconsejando entre los dos y a veces damos en el clavo probando diferentes cosas. Y con las letras lo mismo. En las letras nos ponemos las dos a escribir, a lo mejor hay alguna suya, alguna mía, pero casi todas las hacemos juntas.

¿Las letras las traéis de casa y luego las modificáis o no?

Pablo: Depende un poco. A veces hacemos primero la canción y luego ya sacamos la letra en el local de ensayo a lo “guachumeri” y luego construimos frases en un idioma que exista (risas). Y muchas veces sacamos el riff y Andrea ya tiene una letra escrita de un día de inspiración en el sofá de su casa y la adaptamos, o al revés. E incluso hemos recuperado letras de canciones que teníamos por ahí en el olvido.

Andrea: Nos gusta trabajar al 50% en todo, porque consideramos que en un dúo tiene que ser así.

Pablo: Es lo que también hace especial a Yoko Factor, no centrarse en lo que tú vas a hacer o lo que yo hago.

Andrea: Este proyecto no se ha creado como dos músicas que se unen, sino por el buen rollo y las ganas que teníamos de hacer música juntas.

También el dúo os va a facilitar cuando empecéis a girar.

Andrea: Totalmente. Siempre lo decimos, que te va a salir muy baratito, si incluso podemos compartir cama, no pasa nada (risas).

Pablo: Si nos hemos criado juntas y nos han bañado en la misma bañera (risas).

El disco lo grabasteis en 2020 y lo habéis editado un año después a través de Mata La Música y Nooirax. ¿Un proceso complicado?

Andrea: Dimos infinidad de vueltas porque buscábamos sellos y en un principio no estábamos teniendo suerte. Claro, la mayoría de ellos decían, ostras, ahora es mal momento para poner pasta. Entonces era complicado. Nosotras al ser un dúo, tampoco podemos poner tanto dinero como una banda de cinco o seis componentes. Pensamos en editar un single cada mes, en hacer tres EPs y luego juntarlos en un LP…

Pablo: Pero al final no nos terminaba de convencer y seguimos insistiendo, insistiendo, insistiendo y recibimos respuestas de todos los colores. Había gente que le encantaba, pero que no era el momento; gente que no lo veía con lo que solían trabajar; gente que ni siquiera nos contestaba. Y luego me acuerdo que a Marc de Mata la Música fue el último que se lo enviamos, estábamos a punto de tirar la toalla, era muy frustrante.

Andrea: Además, era un sello que acababa de formarme, tenía dos o tres meses, algo así. Se lo mandamos ya por probar, pero siendo tan nuevo no lo veíamos posible. Y sí, nos contestó enseguida, poniéndonos por las nubes, diciendo que este rollo era totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado a hacer… Sus bandas son más punk y no pegamos ahí ni con cola, pero le apetecía hacer algo diferente. Le gustó el formato y nuestra música le pareció muy original.

Pablo: Nos hacía preguntas en plan: ¿Porque habéis pensado en mí? ¿Qué creéis que os puedo aportar? Desde un principio hubo una conexión, de dejar las cosas claras de lo que queríamos, que buscábamos y muy bien, súper contentas con Marc, como si fuera de la familia.

Andrea: Precisamente ha sido mejor todavía, porque la mayoría de sellos no están poniendo dinero. Por eso lleva pocas bandas, tres o cuatro como mucho, porque él sí que aporta económicamente. Así que ha pagado los vinilos, ha pagado el diseño de la portada y claro, no nos conoce de nada y se la ha jugado muchísimo con nosotras. Vamos a estar agradecidas para el resto de nuestra vida.

 

¿La edición digital corre a cargo de Nooirax, no?

Andrea: Sí, y el management, porque Mata La Música solo trabaja con vinilo o cassette. Así que por eso hablamos con Álex de Nooirax, ya que nosotras también estamos perdidas en todo esto, y estamos encantadísimas también.

Viendo el disco en perspectiva, ya que lo habéis compuesto y grabado hace tiempo, ¿os sentís totalmente identificadas con las canciones?

Andrea: A día de hoy, totalmente, porque hay canciones que aún siendo antiguas les hemos hecho un pequeño cambio y las hemos metido en el disco. Estamos trabajando en cositas nuevas, algunas más oscuras, pero nos seguimos identificando al 100% con nuestro sonido.

¿Todavía no tenéis material nuevo, no?

Pablo: De momento, no. Bueno, tenemos ideas pero nada cerrado. Ahora nos queremos centrar en el directo.

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