Conciertos

Fun Lovin´ Criminals – La Riviera (Madrid)

Últimamente es habitual acudir a un concierto y encontrarse en la entrada con el anuncio de un artista invitado que luego no llega a actuar. El concierto de Fun Lovin´ Críminals del pasado 5 de abril en La Riviera no fue una excepción. Así, en lugar de artista invitado, a las 9 de la noche contemplamos como un DJ (con cualidades) se encargaba de caldear el ambiente alternando hip hop y éxitos de ayer y hoy.

Pasaba un cuarto de hora de las 10 de la noche cuando los neoyorquinos por fin subieron al escenario.

Abrieron boca con “The Fun Lovin´ Críminal” primer corte de su álbum de debut “Come On Find Yourself “(1996), todo un torrente de energía perfecto para comenzar un concierto. Uno cerraba los ojos y parecía que había en escena una banda de 7 u 8 músicos, pero no, los Fun Lovin´ Críminals son tres: Huey: voz y guitarras, Mackie (sustito de Steve, batería de toda la vida): batería y percusiones, y un verdadero virtuoso de la música, Fast, quien alternó durante la actuación, bajo, teclados, armónica, trompeta y samplers, además de hacer los coros (tocando en algunas canciones hasta tres instrumentos a la vez).

Tras “The Fun Lovin´ Críminal” empezaron a hacer un repaso por su último trabajo “Loco”, (disco que funciona a la perfección en directo), «Dickholder», «Swashbucklin´in Brooklyn» o el single «Loco»… canciones que intercalaron con las de todo su repertorio, sin olvidarse por supuesto de “100 % Colombian” (1998) –su mejor disco hasta la fecha- “Up On The Hill” o una impresionante “Korean Bodega” hicieron que público enloqueciera. Lástima que el sonido en algunos momentos dejaba algo que desear, aunque realmente, viendo la entrega de los neoyorquinos en el escenario uno no podía parar de moverse.

Transcurrida una hora del comienzo, Fast y Mackie abandonaron el escenario para que Huey, guitarra en mano, interpretase dos temas acústicos: “She´s my friend” (mi favorita de “Loco”) y una versión de un clásico de Johnny Cash: “Delia´s Gone”.

Con un público totalmente entregado, que coreaba todas las canciones y un Huey encantado de la vida, que nos dejó bendecidos (por lo menos repitió “God bless you” cuarenta veces), llegó “Scooby Snacks” (primer single y primer gran éxito del grupo) que fue sin duda el momento álgido de la noche. Tampoco se olvidaron de recordarnos que Barry White les salvó la vida en “Love Unlimited” ni dejaron fuera del repertorio sus canciones más salvajes (“Southside”). Tras hora y media de concierto, pusieron fin al mismo con una excelente recreación de “Big Night Out”.

Ahí no acabó todo, tras la pertinente espera, que remontaba a uno a la grada de un estadio de fútbol (con cánticos: ¡¡FUN – LO – VIN´- CRI – MI – NALS!! ) llegaron los bises.

Con el público en el bolsillo, interpretaron tres temas más, cerrando la actuación tras una hora y cuarenta y cinco minutos con “Little Song” (canción que cierra “Loco”).

En definitiva, un concierto memorable en el que se alternó el hip hop, con soul, con funky, con los ritmos más salvajes y con esas baladas de elegancia sobresaliente que sólo ellos saben interpretar, ¡y de qué manera!.

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