Isobel Campbell – Bow To Love (Cooking Vinyl)
Lo más probable es que la conozcan por los tres excelentes discos que grabó a pachas con el muy llorado gigantón Mark Lanegan. O si no, por haber sido parte de la formación inicial de Belle and Sebastian, participando en sus dos clásicos primeros álbumes y co-componiendo su no menos clásico tema “Legal man”, hasta que su (mala) relación sentimental con Stuart Murdoch lo hizo saltar todo por los aires. O, quizá algo menos, pero también, por los dos recuperables discos que hizo junto a su propia banda, Gentle Waves.
El caso es que pocos la conocerán por los cuatro discos en solitario que ha puesto en circulación a su nombre, Isobel Campbell. El primero, Amorino (2003), editado tras su salida definitiva de Belle and Sebastian, sí que tuvo cierta repercusión, pero a Milkwhite Sheets (2006), poca gente le hizo caso. Y lo mismo pasó con There Is No Other, un disco que llegaba tras diez años de silencio discográfico (debido a ciertos problemas contractuales con su antiguo sello) y un traslado de residencia a Los Ángeles, que decididamente influyó en su sonido.
Era aquél un disco modesto en sus intenciones, hermoso y soleado, suponemos que en un intento de huir mentalmente de la rabia producida por el período de pugnas legales que la había mantenido en silencio. Mostraba a una compositora que, como siempre, se niega a ser comparada con nadie, ni tan siquiera consigo misma en el pasado, y que hace las cosas tal como se las dicta el corazón. Tal vez por ello hemos tenido que esperar cuatro años para poder escuchar su continuación, que se titula Bow To Love y determina un paso más allá con respecto a su antecesor.
Y es que se trata, a todas luces, de un disco más cohesionado. De una tonalidad más crepuscular respecto a la que tenía There Is No Other, esta “Inclinación hacia el amor” que ofrece Campbell desprende, ya desde su apertura, una reposada claridad. Las someras bases electrónicas de “Everything falls apart” dan cuenta de una melodía que va, poco a poco, despertando perezosamente y dándonos entrada a un mundo introspectivo que musicalmente abraza tanto el pop barroco y yeyé de los sesenta (“Spider to the fly”, “Dopamine”, “Bow to love”), algo marca de la casa, como la neo psicodelia (“Take this poison”, “Keep calm, carry on” , el folk (“You”), o incluso el pop rock radiable (“4316”). Hasta le da tiempo para, en continuidad con lo que hizo en su anterior álbum con el “Running down a dream” de Tom Petty, trasladar una ochentada a su mundo, a caballo de aquél “Why worry” que es, sin duda, lo más reivindicable del masivo Brothers In Arms de, agárrense, Dire Straits.
Un álbum que no baja en absoluto el listón de esta gran artista, que siempre sabe dar en la diana a base de dejarse respirar profundo, ya sean aires escoceses o californianos, y abrir su interior de par en par a través de una música tan personal como inspiradora e iluminadora. Un disco ideal para las tardes perezosas de este julio especialmente caluroso que tenemos por delante y una nueva razón para contar a Isobel Campbell entre nuestras elegidas de culto para paladares delicados.
Escucha Isobel Campbell – Bow To Love