Los Planetas – Dobles Fatigas (El Segell del Primavera)
Lejos quedan los tiempos en los que Los Planetas, con puntualidad británica, publicaban un disco cada dos años. La Leyenda del Espacio (Sony BMG Music Entertainment, RCA, 2007), marcó el giro flamenco, y la relajación de aquella costumbre que nos mantenía regularmente enganchados a unos granadinos cada año más esquivos. Así que, a pocos ha sorprendido que hayan pasado ya cinco desde que Una Ópera Egipcia (El Volcán Música, 2010) viera la luz, para seguir ahondando en el folklore andaluz, innovar incorporando elementos kraut-rock o electrónicos, o reforzar su mejor tradición psicodélica.
Las breves novedades de Los Planetas, cuatro canciones englobadas en un EP titulado Dobles Fatigas (El Segell del Primavera, 2015), parecen preferir la psicodelia al resto de posibilidades, sin descartar ninguna vertiente. El disco se abre con una, sorprendente por explícita, crítica social que tiene toda la pinta de estar dirigida a cierto ministro del actual Gobierno de infausto recuerdo. Piensen en el que prefieran, hay mucho donde elegir. Lo abrupto de la letra de «El duendecillo verde», diluye su efecto en lo etéreo de la música. Quizás hubiera funcionado mejor el modelo contario, mensaje más abstracto y guitarras más concretas, y si no, recuperen «Reunión en la cumbre» (La Leyenda del Espacio).
La notable «Motores de Combustión», un crescendo de guitarras espaciales solo roto por la batería, eleva varios peldaños el nivel de Dobles Fatigas, y con merecimiento se puede situar entre los mejores medios tiempos que han facturado en toda su carrera. Un verdadero viaje a hace muchos años.
Con «Estadística» el sonido se acerca al folk, pero se funde en psicodelia; porque el flamenco más descarnado y teñido de épica se guarda para «Heroína (bulería de El Torta)», sentido homenaje al cantaor jerezano fallecido hace dos años.
En conjunto, Dobles Fatigas parece la antesala de un disco retrospectivo que podría contener ejemplos de buena parte de los estilos que han ido utilizando hasta la fecha. Y si tenemos que identificar un elemento común a las cuatro canciones, sin duda sería la rotundidad. Los Planetas cada vez suenan mejor, curiosamente, cuando menos grupo son.