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Mush – 3D Routine (Memphis Industries)

Tras esta preciosa portada se oculta otra de esas bandas con afán renovador del indie rock que abundan hoy en Gran Bretaña. Hablamos de la estela que Shame, Idles o Fountaines D.C. van dejando a su paso, a base de guitarras asesinas, actitud desbordante y mucha mala leche, seguramente producto de un país en clara fase de deconstrucción gracias al dichoso Brexit. Mush, desde Leeds, vienen a engrosar esa lista de agitadores de cabezas con un debut que arrastra consigo toda una tradición que va desde el punk y la nueva ola de finales de los setenta del siglo pasado, pasando por el post-punk, hasta el britpop, el rock alternativo noventero o algunos actos revivalistas ocurridos ya en este presente siglo.

Una de las virtudes de 3D Routine –que las tiene y muchas- es que en ese sentido va directo al grano. La banda no tendrá una personalidad tan arrolladora como la de Idles, o una frescura tan inmediata como Fountaines D.C., pero son capaces de traer a la palestra a Adverts, XTC, Gang Of Four, Pavement, Pulp o Editors sin despeinarse ni perder un ápice de una personalidad a la que contribuye en gran parte la particular voz de Dan Hyndman, su líder, aunque la banda, curtida de sobra en los escenarios tras la importante repercusión de un primer EP (Induction Party), funciona como un reloj suizo en términos rítmicos, cosa que también aporta potencia y enjundia.

Parece ser, según cuenta Hyndman, que la idea del disco en sí ya existía antes que la propia composición de las canciones. Más que nada, en términos de formato. Tenían claro que querían hacer un disco largo, no un single ni un EP, formatos también les gustan y son ya casi más habituales que el lp en bandas jóvenes, pero querían encontrar una cohesión entre un número de temas elevado, sin que necesariamente fuera una recopilación de cosas ya publicadas o sin hilo conductor. Se nota en la robustez que el conjunto mantiene, incluso cuando el carácter de jam de algunos cortes, como la final e interminable “Alternative facts”, hace que a uno le cueste mantener la atención, pero siempre hay algo que inmediatamente hace levantar las cejas. Es como que pretenden mantener el equilibrio perfecto entre la paja mental y el single incontestable.

En cierto modo, son lo más parecido a unos Parquet Courts que existe ahora mismo en Inglaterra. Y eso lo digo no en términos de imitación, si no de espíritu paralelo. Tienen ese lado imaginativo que los americanos han ya explotado en varios discos sobresalientes y que, si saben cómo tirar de él -porque no olvidemos que esto es un debut- puede dar grandes frutos en el futuro. De momento, tenemos aquí doce canciones, quizá no todas igual de efectivas, pero que sí forman un conjunto más que solvente y atractivo, merced sobre todo a dianas tan certeras como “Revising my fee”, “Eat the etiquette”, “Island mentality” o sorprendentes momentos de mezcla entre acento melódico y desenfreno tan originales como “Fruits of the happening”. Así pues, aunque con un saldo algo desigual en la escucha de tirón, no deja de tener todos los elementos para que sea un debut prometedor a cargo de una banda con inequívoco sello de identidad. Y eso es mucho más de lo que puede decirse de la mayoría.

Escucha Mush – 3D Routine

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