Pinocho Detective – Esto no es música para un sábado (Autoeditado)
Esto no es música para un sábado o quizá sí, quién sabe. Pues si estamos ante una de esas extrañas tardes de sábado, en las que la casa te atrapa y te ves solo, rodeado de gin & tonics, o de amigos inesperados, creo que la segunda maqueta del grupo de Montequinto, puede ser una agradable banda sonora, para terminar de dar ese tono único a esa compleja tarde inesperada.
Y es que el segundo trabajo de Pinocho detective (de nuevo en formato EP, y autoproducido), prolonga de manera más que continuista el cabo que dejaron suelto allá por el 2008 cuando presentaron su primer EP el arte de los otros, en donde mostraban ya ese sonido tan personal, formado a partir de un guitarrista, un batería, y un bajo, que además aporta lo más singular del proyecto de los sevillanos, la voz y las letras.
En esta segunda entrega, a penas cambian las cosas, y la banda sigue demostrando a través de sus cuatro canciones, un pop muy singular, que recuerda a sonidos nacionales de los 70, con buenas melodías de guitarra y contrapuntos de bajo, que hacen de formidable cama, para la más que protagonista y singular voz de Fran Pedrosa (tendrás que escucharla para decidir si te gusta o no, pero sin duda que no te dejará indiferente), y sus originales letras, que cuentan historias del día a día de manera directa, y en ocasiones quizá demasiado común.
Cuatro temas eficaces, entre los que destaca de manera clara la segunda canción titulada “la velocidad”, en la que de una manera extraordinaria, parten de una tranquilidad absoluta, para ir aportando sonido, melodía, entorno y como no, velocidad, para acabar completando una muy buena canción. La original y colegial letra de su tercer tema “los exámenes”, y la sorprendente despedida del EP, que suponen las asonancias y arritmias de “polvo de mariposas”, perfectas para esa combinación que sigo sin entender y que forma la ginebra Hendrick´s con pepino.
Un nuevo paso en la calmada carrera de los experimentados Pinochos, en la que me intriga ver como evoluciona, y que de momento, como toda propuesta muy personal, seguro que tendrá tanto grandes detractores, como defensores. Yo mientras espero a la salida de su definitivo largo, me quedaré esperando en el hueco que queda entre la sorpresa, la indiferencia, y la parcialidad.