Shamir – Homo Anxietatem (Kill Rock Stars)
El norteamericano Shamir tiene apenas 28 años pero ya ha publicado nueve discos. Trabajos que hurgan en todo tipo de estilos, tal como corresponde a estos tiempos líquidos donde no hay límites espaciales ni temporales en lo que a música se refiere. Tantos discos y una mirada tan abierta suele llevar a un agotamiento que, más que creativo, seguramente se refleje en la reacción del oyente. No es el caso, sin embargo, de este sorprendente Homo Anxietatem que supone el debut de Shamir para el sello Kill Rock Stars. Uno intenta encontrar algo que sobre, y lo cierto es que apenas sobra nada.
Es verdad que los saltos estilísticos en algunos casos son desconcertantes. “Oversized sweater” recuerda al pop más inofensivo de la segunda mitad de los 90, aunque la canción es pegadiza y efectiva. La letra es más profunda de lo que pudiera parecer en una primera escucha, reflejando situaciones delicadas que hacen referencia al título del álbum y a una de las pandemias de nuestro tiempo: la ansiedad. Ese jersey enorme en el que Shamir trata de esconderse nos resulta familiar a más de uno, y quizás por eso este disco es tan importante.
Llega entonces uno de esos saltos antes mencionados, con “Wandering through” impactando y contagiando buen rollo y un cierto optimismo con su estribillo. La historia se repite con “Our song”. Tal vez no sean canciones ambiciosas en un nivel compositivo, pero la particular forma de cantar de Shamir, unido a las letras de compromiso con uno mismo y las relaciones en las que participa, le dan ese complemento que parece faltarles en unas primeras escuchas.
Ese estilo híbrido que pica de aquí y de allá, con un ojo puesto en esa segunda mitad de los 90 de la que hablaba antes, su pop comercial pero también su rock alternativo, encuentra aquí una personalidad propia. El bajón que se inicia en “Calloused” es momentáneo aunque profundo. Canta Shamir que “no está interesado en buscar un significado”, aunque es justo lo que hace en “Crime”. Una pieza de emo-dream-punk de aparente sencillez que profundiza en unos sentimientos de depresión y falta de entusiasmo que sorprenden en alguien tan joven, aunque leyendo su biografía nos extraña menos. “The beginning” es un esforzado intento por recuperar los viejos buenos tiempos, de nuevo en un estilo más ligero y pop, antes del puñetazo sobre la mesa de “Without you”.
A partir de ahí uno empieza también a dejarse llevar, a pensar que ya está todo escuchado, pero entonces es despertado de repente por el sorprendente blues “The Devil said the Blues is all I’ll know”. Un final de disco que vuelve a desconcertar y a encender interrogantes. ¿Qué hay de pose y qué hay de sinceridad en este retorcimiento de un estilo que, en buena lógica, debería resultar totalmente ajeno a quien ha compuesto las 10 canciones anteriores? Una pregunta que habría que hacer al propio Shamir, aunque me temo que no tendrá una respuesta definitiva sino una explicación también vaga, líquida y escapista. Tampoco importa demasiado: no hay futuro, no hay pasado, lo importante es dejarse llevar y tratar de disfrutar del vaivén sin romperse nada.