Sharp Pins (Sala B) Madrid 27/05/25
De rotundo éxito musical podría calificarse la primera visita a Madrid de Sharp Pins, uno de los grupos del momento, que en apenas una hora hicieron una demostración de energía, carisma y calidad como hacía tiempo que no veía, llevándonos de la sala la sensación de estar asistiendo al despegue de algo que será todo lo grande que ellos quieran que sea. El talento lo tienen, las ganas parece que también.
A pesar del reducido aforo de la Sala B, se palpaba en el ambiente la excitación por comprobar el desempeño sobre las tablas de Sharp Pins, una de las sensaciones indies de la temporada. El proyecto liderado por Kai Slater, miembro en paralelo de bandas tan interesantes y desconocidas como Lifeguard y Dwaal Troupe, ha generado bastante revuelo desde la publicación a finales del año pasado de su segundo álbum, una pequeña joya que lleva por título Radio DDR (2024) que está causando furor entre los seguidores del pop más underground con querencia por el sonido lo-fi. Dando continuación al también acertado Turtle rock (2023), este segundo álbum es un compendio canciones irresistibles de lo más variado, con una enorme cantidad de influencias bien asimiladas donde Sharp Pins nos recuerdan a muchas cosas buenas, pero siempre sonando con una fuerte personalidad, algo sorprendente dada la bisoñez del trío.
Pero de personalidad van sobrados los tres músicos de Chicago. Además del citado líder Kai Slater (voz y guitarra) la banda se completa con Joe Glass (bajo y segundad voces) y Peter Cimbalo (batería), y en formato trío consiguen obrar un pequeño milagro sobre las tablas. Si en disco podríamos considerarlos una versión sucia de The Lemon Twigs, un reboot de The Shins o una banda hermanada con Holiday Ghosts con Guided By Voices en el horizonte, en directo todo suena diferente, mucho más brillante, cohesionado y con una nitidez de sonido que contrasta con la producción absolutamente lo-fi de sus discos.

Lo habitual en este tipo de bandas es que se pierdan matices al trasladar sus temas al directo. Pues Sharp Pins hacen justo lo contrario, con la dificultad añadida de endurecer y llevar al terreno del rock un repertorio que en la mayoría de los casos está mucho más esquinado hacia el jangle pop.
Abrieron la velada con “I´m breaking down”, de su primer trabajo, pero pronto empezaron a sonar las canciones de su celebrado último álbum, enlazando “Race for the audience”, “When you know” y “Every time I hear” ante la algarabía general de un público rendido a los jóvencísimos intérpretes, que lograron mantener la tensión durante todo el bolo sin perder un ápice de intensidad. Mención especial para el tramo final, donde enlazaron el que puede ser su mayor hit hasta la fecha “I can´t stop” -que me recuerda mucho a mis adorados Night Shop- con “Storma Lee”, cuya luminosidad permanece intacta en directo y me hizo pensar en cuánto echo de menos a The Tyde. Ante la insistencia del respetable, el grupo regresó al escenario para ejecutar un breve e improvisado bis que ellos mismos calificaron como punk-rock. Ni idea de qué canción era, pero como el resto de los temas interpretado sonó increíble cerrando por todo lo alto una noche para el recuerdo.
Fotos Sharp Pins: Edu Cornejo

