Steffen Morrison – Soul revolution (Tall Free Records)
Steffen Morrison es un artista holandés originario de Surinam que, a pesar de su veteranía, solo cuenta con un par de discos en el mercado. El último, este Soul Revolution que aquí te presentamos. Un disco cuyo título parece tener un doble sentido: ¿revolución del Soul o del alma? Me inclino por lo segundo, porque estilísticamente no hay nada en este álbum que vaya a revolucionar un género ya muy trillado y recorrido, de manera gloriosa durante los 60 y 70, quizás muchas veces de forma demasiado mimética en estos últimos años. Steffen Morrison, sin embargo, sí que consigue con su dotada voz y sus sedosas canciones arrancarnos una media sonrisa del alma. Si algo copia del soul de gente como Donny Hathaway, Smokey Robinson, Al Green o Marvin Gaye es su capacidad para tonificar y reconfortar ánimos un tanto afligidos.
No es extraño que tras algunos temas de este disco este Andy Platts, la mitad de Young Gun Silver Fox, a quienes entrevistamos no hace mucho en Muzikalia, dado su interés por el smooth soul de los 70. Además de escribir algunas de las canciones junto a Morrison, también participó en la producción de varios temas. Los sonidos que arropan la extraordinaria voz de Steffen Morrison resultan delicados cuando la ocasión lo demanda, enérgicos si hace falta, variados y con una evidente competencia musical tras ellos. Un vistazo a los créditos confirma la gran plantilla de músicos que están detrás de este Soul Revolution. El resultado es, a pesar de eso, compacto y reconocible, buscando una coherencia que se consigue sobradamente. Además suena de lujo.
Arrancando con el enérgico tema titular, meciéndonos con ritmos más sosegados (“You’ve been hit by a butterfly”), pasando por momentos más old school (“True to myself”) y finalmente llegando al emotivo cierre (la canción está dedicada a su hermana fallecida) con “Let us not wait too long”, Soul Revolution es un disco del que no puedes perderte ni un minuto: no hay relleno ni desperdicio. Cada canción es un soplo vital, un abrazo de amigo, una palmada en el hombro, una invitación a levantarse tras la caída o un pellizco al corazón. Poca revolución, pero mucho soul.