Suede – Royal Albert Hall (Londres)
Con motivo de los conciertos en beneficio de Teenage Cancer Trust, Suede volvían al Royal Albert Hall londinense cuatro años después de sus conciertos de reunión en la primavera del año 2010, los cuales culminaron con una magnífica actuación en el mítico recinto.
Para abrir la noche, los aburridos y predecibles Eagulls demostraron que cuando no se tienen buenas canciones, las impecables influencias de tu sonido (toda la corriente post-punk mezclada con los ruidosos comienzos de unos Jesus & Mary Chain) cuentan bastante poco.
Tras el sopor inicial, los protagonistas de la noche entraron en acción. Suede venían a celebrar el 20 de aniversario de Dog Man Star, tal vez su disco más celebrado y el favorito de un servidor. Así, como era de esperar, la primera parte del concierto consistió en la interpretación del álbum de 1994 al completo y en orden. Desde el mítico comienzo con «Introducing the Band» el grupo se mostró en plena forma (mención especial para la voz de Brett Anderson, magnífica y sobrecogedora durante toda la actuación). Acompañadas de una sección de cuerdas sonaron «The Wild Ones», «Black or Blue», «The Power» y el glorioso final con «Still Life». Canciones como las arrebatadoras «Heroine», «We are the Pigs» o «Daddy´s Speeding» envolvían de nostalgia la sala, al borde de la lágrima en momentos como el reservado para «The 2 of Us».
Pero si esta primera parte ya parecía insuperable, la sucesión de bises que vino después puso el recinto patas arriba. Y es que, en cierto modo pareciendo emular a The Cure en sus conciertos de sus dos noches anteriores en este mismo lugar, Suede se lanzaron a desgranar lo mejor de su repertorio en un repaso que parecía no tener fin. Comenzando con las caras b de la época, «Killing of a Flashboy», «Together», «My Dark Star» o «Whipsnade» fueron tan celebradas y coreadas como los hits que vendrían después. Y Efectivamente, no podíamos quedarnos sin escuchar «Trash», «Filmstar», «Animal Nitrate», «So Young», «Metal Mickey» o «Beautiful Ones», canciones que, no por famosas y escuchadas hasta la saciedad, dejaron de sonar especiales en este lugar y en el marco de un concierto como este. Para rematar, un par de canciones de Bloodsports (2013), «It Starts and Ends With You» y «For the Strangers», que no desentonaron en absoluto con el ambiente general, «The Living Dead», sobrecogedora e interpretada en gran parte por un público entregado junto a un Brett Anderson que para este tema dejó incluso el micrófono al lado, una canción inédita, «I Don´t Know How to Reach You» y el increíble final con «Stay Together», de nuevo con la sección de cuerdas e incluso otra sección de vientos a la palestra.
Como era de esperar, no fue un concierto más de Suede.