Luz Casal (Palau De Les Arts) València 28/04/23

Viernes 28 de abril, Palau de les Arts, València. Me permito el recurso fácil de empezar situando en el tiempo esta historia disfrazada de crónica con la intención clara de que la fecha y el momento no se pierdan en mi memoria, plena de instantes vividos gracias a la música en directo. Es algo que le debo a mi yo adolescente, a la chica que cantaba canciones en su habitación y la que cayó fascinada por la pose rockera de Luz Casal en V, de 1989, apropiándose rápidamente de otro referente que le ayudó a cimentar el constructo femenino que fue después. Era tan escaso lo que llegaba a esa pequeña ciudad, a ese pequeño mundo, que esas notas de vida eran atesoradas con el mayor de los cuidados.

Lo que comenzó como la presentación en directo del último disco de Luz, Las Ventanas de mi alma, fue transmutándose, conforme la noche avanzaba, en una oportunidad para cerrar ciertos ciclos inconclusos. La sorpresa (para mí, al menos) de que la artista gallega fuera precedida por su gran amigo Chris Barron, líder de Spin Doctors (una de mis bandas favoritas de juventud) no hizo más que demostrar que íbamos por el buen camino. No me cansaré de reivindicar a la banda neoyorkina como mucho más que el consabido hit “Two Princess”, con el que cerró el breve set en el que demostró que los años no pasan por él.

Era la noche de abrir los postigos del alma y así se nos mostraba al comenzar el concierto de Luz Casal; unos hermosos audiovisuales se proyectaban sobre la estructura al fondo del escenario para mostrarnos las ventanas que dan título a su último disco. Primer tema, homónimo del disco, que nos escondía a la interprete tras esa ventana imaginada. La presencia o no de las variadas proyecciones marcó a lo largo del bolo el desarrollo del set list; apagados durante los éxitos de siempre o respaldando las canciones nuevas y vistiéndolas de preciosas imágenes.

Ya sabemos que en carreras de tan largo recorrido lo más reciente debe tomar su tiempo para asentarse adecuadamente en el imaginario de los fans; es por eso que en el concierto de València los ánimos subían cuando la coruñesa escogía hacer retrospectiva de su discografía. Y decimos retrospectiva porque sonaron todas: desde una vitaminada “No me Importa Nada”, dedicada a todas las mujeres y que fue la única excepción en el tema audiovisual, acompañada con mujeres ilustres, hasta la emocionante “Un Nuevo Día Brillará”, que contó con la participación del entusiasta público que abarrotaba el Palau de les Arts. Pero de nuevo me voy a permitir la licencia de viajar a mi pasado para aseverar que disfrutar de “Loca”, “Te Dejé Marchar”, “Un Pedazo de Cielo” y “Rufino”, imbuidas de los gestos y la pose rockera atemporal de Luz Casal fueron los momentos álgidos de las casi dos horas de encuentro. La lista es larga, soy consciente, pero es fiel reflejo de la huella alargada en el tiempo de la carrera de una artista fundamental en el pop rock del último cuarto del S.XX y principios del XXI en nuestro país.

Su presencia sobre el escenario es sólida y su voz, acariciada por los años, roza el sobresaliente. Luz es Luz y da constancia de ello con sus movimientos, su pose y su interpretación. Nos situamos en una burbuja del tiempo que respeta cómo se interpretan las canciones en su parte vocal y empujan el canto del público, aunque hemos de decir que el aporte de la banda las viste con nuevos y actualizados ropajes que las embellecen, destacando las guitarras de Jorge Fernández y la percusión del gran Tino Di Geraldo.

El público, en pie ya avanzado el concierto, solo se sosiega en momentos clave como la emotiva interpretación de “Negra Sombra”, dedicada a su familia gallega. En definitiva, una noche para recordar, con una Luz Casal totémica, imponente y que conserva la esencia con la que se construyen nuestros recuerdos asociados a algunas canciones.

Fotos de Luz Casal (Susana Godoy)

 

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