Adiós a Etta James. Se apaga una de las grandes voces del soul y el jazz
La madrina del R&B
Hace ya unos meses que el fatal desenlace se preveía inevitable, y finalmente el destino ha querido que la voz de Etta James se apagara justo un día después del fallecimiento de su gran mentor, Johnny Otis. Desde hace un tiempo padecía Alzheimer, situación que se agravó con la leucemia que se le diagnosticó justo ahora hace un año. Su salud, minada por años de adicciones, no ha podido resistir más y ha claudicado poco antes de cumplir 74 años.
Jamesetta Hawkins nació en 1938 y, como tantas otras niñas de su generación, se curtió cantando en la iglesia. Sin embargo, a diferencia de otras divas como Aretha Franklin, cuando dio el paso a profesional no lo hizo cantando gospel sino doo wop. Formó un grupo de chicas, las Creolettes, y con apenas 14 años fue descubierta por Johnny Otis, que le cambió el nombre por el de Etta James.
The Creolettes cambiaron su nombre por The Peaches, firmaron por Modern Records, y poco tiempo después se separaron. Etta James siguió trabajando en solitario para la discográfica hasta 1960, cuando venció su contrato. Entonces se dirigió a Chicago para probar con Chess Records.
Su etapa en Chess Records
Su etapa en Chess Records empezó en 1960, y alli vivió los mejores momentos de su carrera. Aquella etapa fue documentada, con cierta polémica, en la película «Cadillac Records» (2008), que cuenta la historia de la discográfica centrándose principalmente en las figuras de Leonard Chess, Muddy Waters. Little Walter y la propia Etta James, interpretada por Beyoncé.
Rápidamente tuvo su primer gran éxito en solitario, la ardorosa balada «All I could do was cry». Al poco grabó su mítico álbum At Last!(1960), que incluía algunas de sus canciones más conocidas como la propia «At last!», «I just want to make love to you», «A sunday kind of love» o «My dearest darling», así como una enorme versión del estándar de jazz «Stormy weather».
Bajo la dirección de Leonard Chess, Etta James abrió su estilo y se atrevió con el blues, el jazz, el blues o el gospel, como demostró en otro gran éxito: «Somethings got a hold on me». Hacia mediados de los 60 su carrera tuvo algunos altibajos, aunque todavía consiguió otro gran éxito con «Tell mama», una canción que le valió la admiración de otra gran dama con mucho carácter, Janis Joplin.
En 1969 falleció Leonard Chess, un hecho que marcó mucho a Etta James y que dio inicio a la decadencia de Chess Records. Etta siguió casi 10 años más grabando para Chess, lanzando algunos álbumes de soul y de funky. Para entonces ya se había enganchado a la heroína, y su carrera parecía cuesta abajo aunque tuvo un breve resurgir a finales de los 70 con una gira junto a los Stones y algunas apariciones en prestigiosos festivales de jazz.
Últimos años
Etta James pasó la década de los 80 prácticamente en blanco, luchando contra sus problemas con las drogas. En 1989 fichó porIsland Records con quienes publicó un par de álbumes en los que alternó una recuperación de su viejo sonido soul con algunos escarceos con el hip hop. En 1992 cambió de nuevo de compañía y firmó por Elektra, publicando un álbum, The Right Time, que le supuso bastante reconocimiento y un cierto relanzamiento en su carrera: un año después fue aceptada en el Rock and Roll Hall of Fame, y a los pocos meses publicó un disco homenaje a Billie Holiday que le valió un Grammy como mejor vocalista de jazz. Publicó su autobiografía y, a mediados de los 90, vivió una segunda juventud cuando su canción «I just want to make love to you» fue usado en un anuncio de refrescos y dio la vuelta al mundo.
Desde entonces Etta James obtuvo diversos reconocimientos y premios, incluyendo un Grammy a toda su carrera, y grabó todavía varios álbumes más. En 2008 su personaje fue interpretado por Beyoncé en la película Cadillac Records, lo que supuso algunos desencuentros entre ambas. De hecho cuando Obama invitó a Beyoncé a cantar «At last» en su toma de posesión, Etta James no se lo tomó demasiado bien.
En 2009 Etta apareció por última vez en televisión, y a lo largo de 2010 empezó a espaciar más sus apariciones en directo. A finales de 2011 vio la luz su último álbum, The Dreamer, que fue muy bien acogido por la crítica y con el que Etta se despidió para siempre de su público a causa de su enfermedad. Las semanas siguientes trajeron noticias bastante negativas que, finalmente, han conducido al inevitable desenlace.