Alice Phoebe Lou + Rikas (16 Toneladas) Valencia 1/11/2021
Menudas ganas teníamos de huir de los lugares comunes. De las sillas, de “lo bien que se ha comportado el público”, de los carteles clónicos, de las desajustadas restricciones a la música en directo y del volver a abrazarse y a bailar, como si la música entendiera de eso y no pudiera sentirse más que estando de pie con un vaso de plástico en la mano. La música, y la experiencia de vivirla, como todo en este tránsito, es personal e inabarcable, pero por estos lares necesitábamos vivirla de cerca y sí, volver a vibrar, pero gracias a unas canciones que han acompañado de cerca, casi de la mano, los últimos 12 meses.
Con Alice Phoebe Lou el proceso ha sido inverso y por ello tan maravilloso; anunciar concierto, conocer artista (la curiosidad es lo que tiene) y enamorarse a largo plazo, con lo que da de sí un año entero de convivencia musical entre youtubes y spotifais. La sudafricana posee innumerables virtudes pero quizá la principal es oscilar sin ningún tipo de reparos entre la canción de autora más delicada y folk, pasando por una suerte de crooner femenina con toques jazz hasta llegar a su lado más punk que desata en el directo.
Glow, su tercer trabajo, es un disco sentido y creado en pandemia, como muchos de la excelente cosecha de los últimos meses, marcados por este algo intangible que todos tenemos encima en mayor o menor medida. Además de componer y grabar Glow, Alice Phoebe Lou tuvo tiempo para estar sola, lidiar con sus demonios, enamorarse y que le rompieran el corazón. Todo ello se trasluce en la puesta en directo de unos temas que rezuman delicadeza y sensualidad como bien se resume en el tema que da título al disco y que abrió el concierto, llenando de risueña languidez el escenario del 16 Toneladas y, de paso, los ánimos de un público más que dispuesto a rendirse a las circunstancias.
Acompañada de una sólida banda en la que destacaríamos una batería que en las grabaciones queda eclipsada por los teclados pero que en directo se alza protagonista, Alice Phoebe Lou desgranaba canciones nuevas intercaladas sabiamente entre las conocidas, canciones que necesitaba soltar y compartir para comprobar qué sensaciones le producía tocarlas. Tanto en los temas que desgranó en solitario como en los que desató la energía encapsulada de sus músicos, entiendo, y espero, que recibiera el feedback de un público abierto a todos los experimentos que la artista hubiera querido ofrecer esa noche. El mejor de todos, sin duda, la versión hipervitaminada de “Witches” con la que cerró setlist y que hizo bailar a toda la sala, acabando la noche como empezó, con unos virtuosos aunque poco novedosos invitados, la banda de origen alemán Rikas. Muy del gusto del nutrido grupo de extranjeros presentes en la sala, eso sí, subiendo las revoluciones de cero a cien cuando todavía había gente entrando y buscando su sitio entre las cuatro paredes de la sala. Ese lugar, ahora sí, al que parece que hemos vuelto aunque realmente nunca nos hayamos ido.
(las fotos son obra de Susana Godoy)