Morgan (Teatro Cervantes) Málaga 31/05/25
Pocos contextos mejores que un teatro se me ocurren para albergar conciertos del perfil de los de Morgan. Elegantes, respetuosos y majestuosos. Y el Teatro Cervantes de Málaga es uno de los que mejor conecta con dichos calificativos. Vestido con sus mejores galas, el mágico emplazamiento recibió con un lleno absoluto la presentación del nuevo trabajo de los madrileños, un Hotel Morgan (North Records, 2025) que añade a su consabida maestría a la hora de aunar soul, sonidos Motown, pop de muchos quilates y rock arenoso, una producción a la altura que saca el mejor brillo a sus composiciones. Grabado en Noruega, es el disco que más justicia les hace en ese sentido.
El formato de banda, con hasta ocho personas sobre las tablas, incluidos dos coristas, cuida cada detalle al milímetro y el sonido se ha ido enriqueciendo con aportaciones que descubren posibilidades entre percusiones y teclados que generan una atmósfera entre la épica del arena-rock de unos My Morning Jacket, la riqueza vocal de Fleet Foxes o las melodías atemporales de Crosby, Stills, Nash & Young, confluyendo con naturalidad con una lujosa pátina soul cimentada desde la sublime capacidad vocal de Nina De Juan, alma de una formación poseedora de un directo abrumador y sin fisuras.
A la altura ya de su cuarto trabajo de estudio, el repertorio se ha ido enriqueciendo en cantidad y calidad, cediendo lógico espacio a su más reciente largo, del que sonaron hasta nueve de sus temas. Abrieron con “Arena”, entrando con paso ceremonial entre el patio de butacas e invitándonos a perdernos por un paseo delicioso a través de sus emocionantes canciones, gemas atemporales de pop-rock que suenan a clásico desde sus primeros latidos. A continuación, “Intro:Delta” , “Error 406” y “El Jimador”, favorita personal, sirvieron de rúbrica para constatar su excelente estado de forma, antes de que “Praying” fijara la vista en un pasado de poso agradecido. Quizás llamó la atención que el single “River” supusiera la única parada en su anterior The River And The Stone (North Records, 2021).
Los juegos de luces configuran un mosaico de estímulos continuos, fijando la atención en los diferentes espacios que la banda genera en el escenario. Ya sean a través de un destello vocal que te atraviesa el alma o con unas notas de piano que saben a soul o incluso a funky, por medio de un solo de guitarra capaz de sumergirte en un bucle de psicodelia hipnótico o con el vibrante retintineo que genera la base rítmica con bajo y percusiones, Morgan juegan sus cartas con vigor y seguridad, desplegando un abanico de virtudes que los eleva a una categoría superior en el entramado de grupos nacionales que explotan sonoridades semejantes. Ese instante de intimidad y recogimiento que captura Nina cuando entona “Volver” está al alcance de muy pocos. Esa fiesta de tonos groove rebosante en pegada entre curvas Motown que supone “Another Road (Gettin’ Ready)” es ya uno de los clásicos de sus excelentes shows.
El atronador aplauso con el que la extasiada multitud asistente despidió a los protagonistas de la noche, vino a refrendar el nuevo triunfo atesorado por un grupo que avanza con paso firme, escribiendo su historia a base de discos sólidos e inspirados y directos caracterizados por una elegancia y una clase del todo distintiva.
(Fotos: José Megía)