Animal Collective – La Riviera (Madrid)
Debe ser pesado soportar la losa de haber creado el que, para algunos, es el mejor álbum de la pasada década. Quizás no tanto por el reto de superar el precedente (suponiendo que eso fuera una plusmarca), sino por determinar cuál debe ser la evolución a seguir y también, aunque en menor medida, por tener que lidiar con los cada vez más numerosos aspirantes a descubrir «el traje invisible del rey» y cacarear las vergüenzas del, de nuevo, cuarteto de Baltimore. En eso no ayudó demasiado la participación de Animal Collective en la última edición del Primavera Sound, que se vio más como un ensayo con público que como un concierto propiamente dicho.
Aunque hay que señalar que las actuaciones de Avey Tare, Panda Bear, Geologist y Deakin no se han caracterizado por ser conciertos convencionales. Más bien, sus directos suponen una experiencia difícil de asimilar, de explicar y, en algunos casos, hasta de soportar, sobre todo cuando se asiste con una idea predeterminada o se espera que en el setlist figuren numerosos «hits». Su propuesta en directo tiene que ver más con presentar los temas que, presumiblemente, figurarán en sus próximos lanzamientos, e ir trabajándolos actuación a actuación hasta que tomen forma definitiva para su edición.
Anoche en La Riviera de Madrid, no fue una excepción. Dispuestos casi en línea sobre el escenario, con Avey Tare y Deakin a los extremos y Geologist y Panda Bear más al fondo haciéndose cargo de los ritmos, pusieron en marcha su particular ritual. Resulta llamativo que David Portner renuncie a buena parte de su papel como frontman y que Noah Lennox se parapete tras la batería, pero la cosa, al menos en numerosas fases del concierto, funciona. Y funciona especialmente cuando los cuatro elementos del colectivo se alinean y entran en algo así como en trance (o cualquiera que sea el sinónimo más apropiado del duende flamenco) y con sus ritmos hipnóticos consiguen conectar con un público al que, de cuando en cuando y entre una retahíla de nuevas composiciones, conceden una mágica revisión de «Did you see the words?» o una reconocible y celebrada «Brothersport».
Los nuevos temas parecen seguir más la senda de Merriweather Post Pavilion que de Fall Be Kind, aunque se echa en falta una mayor participación de Panda Bear en el apartado vocal. De todos modos, habrá que seguir atentos a los pasos vayan dando Animal Collective. Por ahora, parece que lejos de acomodarse, siguen caminando, y ésa es la mejor noticia que pueden ofrecer.