¡Ánimo Animal! En concierto para Luis Eduardo Aute (Wizink Center) Madrid
Nos echamos de menos. El público de Luis Eduardo Aute somos así, no nos cuesta expresar lo que sentimos en público. Así que ¡Ánimo Animal! era del todo necesario. Sabemos que Aute también nos echa de menos, el amor tiene estas cosas y hay que salvar la distancia, repasar tiempo y canciones. Por eso nos citamos a las ocho en Madrid, Wizink Center. Lo llenamos.
Tal vez debo destacar una canción, un artista, un momento, pero ya aviso: no es posible. Todos salían al escenario con el corazón en la mano, y así es difícil, afortunadamente. Suburbano, es decir, Bernardo Fuster y Luis Mendo, fundamental en el desarrollo musical de Aute, abrieron la velada con “¡Ánimo Animal!”, por supuesto.
A partir de ahí, impresionó ver cómo ese repertorio fue uniendo a nombres tan originales, a veces tan dispares y de diferentes generaciones bajo un mismo sol, bajo una misma luna. Por ejemplo, “Las cuatro y diez” de Dani Martín asombraron, Rozalén descifró “La belleza” de forma única, Ismael Serrano brilló con “Mira que eres canalla”, Jorge Drexler igualó la mordiente y el encanto del “Slowly” original… Y así todos, y nosotros celebrándolo sentados, aplaudiéndolo de pie constantemente.
La pantalla que presidió la escena, sirvió para tener a Aute presente a través de sus pinturas, boligrafías, fotos, e ir intercalando sus “Poemigas”. Oírle recitar acababa por dar sentido a todo, era como tenerle sobre las tablas, aportando esa dosis de humor y poesía que inunda toda su obra. Esa pantalla de tono cálido, algo añejo, como de filmoteca dorada, trajo el encanto perdido de las salas de cine, algo que llevaba inevitablemente a pensar en Buñuel, influencia muy celebrada por Aute y, en esas, aparecieron los tambores de Calanda desde la pista hasta el escenario. Sorprende cómo algo tan atávico como el estruendo y la pegada de esas cajas y tambores, han influido en la modernidad que representó Buñuel y la que sigue representando el artista homenajeado.
Ellas estuvieron asombrosas, y déjenme que cite a Massiel y “Rosas en el mar”, uno no entiende ciertas cosas hasta que no las ve en directo. Ana Belén desplegó fuerza con “De paso”, y Rosa León, grande también, compartió “Al alba” con José Mercé, quien la interpretó después, cerquita de Miguel Poveda y “Prefiero amar”.
Luis Pastor, Cristina Narea, Víctor Manuel, Pedro Guerra, Vicente Feliú, Marwan, Andrés Suárez… Qué decir de todos ellos, cabe perfectamente una crónica aparte de cada uno. Igual que de la parte final, aquella en donde se sucedieron Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat y Silvio Rodríguez, interpretando “Quién es Caín y quién es Abel”, “De alguna manera” y “Dentro”, respectivamente. Seguro que les llega la emoción y los aplausos que se vivieron de forma intensa. Como afirmó Sabina: “Decir Aute es decir pasión en vena”. ¡Ánimo Animal!
Fotos: Rodrigo Haro
Inolvidable!