Bambikina – El pájaro que trajo el fuego (Mad Moon Music)
El segundo largo de Bambikina llama la atención desde su colorista portada. Parece claro que la ilustración de motivos andinos elaborada por Ricardo Cavolo quisiera advertirnos de un viraje en el sonido de la cacereña Esther Méndez.
Sin embargo, el cambio no es tan radical como pudiera presumirse. Si acaso, el folk de raíz norteamericana que supuraba su primer trabajo, Referencias (16), ahonda aún más en su tono fronterizo, adentrándose en el ecosistema folclórico latinoamericano con más decisión, pero en ningún caso sin asumirlo como hilo discursivo principal.
El pájaro que trajo el fuego se presenta así aglutinador y coherente, una suerte de ecosistema folk universal dirigido por el timbre vocal tan característico de la artista, con un ojo puesto en grandes nombres del cancionero hispanoamericano como Chavela Vargas o Violeta Parra, sobre todo plasmado en el broche exquisito que supone “Paloma negra”.
Uno de los aciertos que repite de nuevo Bambikina es el esmero y el detalle que presenta la producción del disco, abrigada una vez más por arreglos de viento y de cuerda con extraordinarios resultados como el de “Trabalenguas” o “Palomitas de caramelo”, siendo esta última capaz de aglutinar un sonido contemporáneo de guitarras con la tradición musical apuntada a lo largo de esta reseña; aunque, si tengo que quedarme con un sólo tema, lo haría con el costumbrismo íntimo de “Hola”.
El compromiso y la profundidad se esbozan sin atosigar, la única forma capaz de transmitir fe –ahí está la espartana y oscura “Serrana de la Vera”, tema principal del cortometraje El jardín de Vero, de Miguel Parra-. Creíble y creciente, El pájaro que trajo el fuego supone un paso firme palmario.