Chencho Fernández

Siempre digo que yo me siento del meridiano de Greenwich, en esa línea que va desde allí hasta Cádiz, ese es mi ámbito cultural materno del que provengo

Hay nombres que no dicen mucho cuando los pronuncias por primera vez. Tras repetirlos después de haberlos visto escritos en carteles, portadas de discos y rondas promocionales, muchos siguen habitando en ese rincón de tu cerebro al que van las cosas que no consideras importantes.

Otros, en cambio, se convierten en familiares sin darte cuenta, y no es hasta que escuchas una y otra vez su música, te haces cómplice de sus canciones y formas de hacer y finalmente los conoces personalmente cuando en verdad sabes que estás ante algo (y alguien) grande. Chencho Fernández, sevillano y rockero por actitud y obra, empieza a paladear las mieles de un éxito que le fue esquivo con su anterior banda, y si su triunfo (así hemos de considerarlo por las fenomenales reseñas que ha cosechado su disco Dadá Estuvo Aquí, la nuestra incluida) sirve de ejemplo a otros aún por llegar, bien empleado damos el tiempo dedicado a escucharle hablar. A escucharle cantar ya sabemos que lo seguiremos haciendo.
 
Cuando escuchamos por primera vez este extraordinario disco casi no reparamos en que su autor era el líder de una banda sevillana que nos gustó mucho en su momento, y eso que tuvo poca repercusión. ¿Sick Buzos tuvisteis mala suerte, falló la promoción o hubo algo más que impidió que el proyecto terminase de cuajar?

Soy consciente de ello, con los Sick Buzos yo no emplearía la expresión «mala suerte», no creo que tuviera nada que ver ni la buena ni la mala suerte. Para empezar, aquello era una propuesta bastante experimental, aunque tampoco muy extrema, pero no era una cosa que entrara digamos en un circuito asequible a primer oído, porque comercial podría ser. Sick Buzos era el grupo donde yo me he criado como compositor y como músico y tenía bastante de nihilismo, la verdad es que nos importaba todo un huevo, incluso el mismo nombre nos venía muy bien, nos sumergíamos en el local de ensayo y coincidió con todo aquello del Colectivo Karma y tal, y empezaron a programarnos con los grupos que estaban manejando ellos y ya nos metimos ahí. Éramos un grupo con un ADN muy underground desde el principio, y yo soy consciente de que con el paso del tiempo tu predisposición empieza con la propia propuesta musical, tus composiciones, tu sonido… En aquella época no podíamos aspirar, y ni siquiera se nos pasaba por la cabeza, a ser algo parecido a Los Planetas, por ejemplo, porque nos parecía natural. Los Planetas trascienden porque son más asequibles, nosotros no lo éramos pero no porque no lo quisiéramos, sino porque no nos lo planteábamos realmente. Musicalmente sí fue una universidad muy importante para mí y para Concha y para Javi porque nos sumergimos ahí en nuestras influencias y sin darnos cuenta casi estábamos creando unos pilares estilísticos que luego nos han venido muy bien, porque son muy sólidos. Estoy contento con lo que hoy en día suponen los Sick Buzos, un grupo que tuvo su predicamento ahí, en la época de los noventa, y que se quedó como a medio camino de algo, lo cual me parece más interesante incluso que haber hecho una carrera más concreta de dos o tres discos. Se quedó ahí como en puntos suspensivos.
 
Había rumores, confirmados o no, de que ibais a retomarlo de algún modo, no sabemos si en directo solamente dando algunos conciertos o incluso grabando material nuevo.
Sí, llevamos varios años, porque todos frecuentamos sin intermitencias y desde que nos conocemos los mismos sitios, después de los Buzos también. No nos separamos en absoluto por ninguna cuestión personal, por ahí no fueron los tiros nunca, nos llevamos estupendamente e incluso cada vez mejor, somos más jóvenes ahora que antes. Nos separamos más bien por una cuestión de proyección artística, de hacia dónde íbamos, ahí sí se bifurcó el camino y hoy en día Javi y Jaime Neria tienen Miraflores, que es un grupo que también me parece muy potente, y yo he tirado en solitario. No sé, desde hace unos años, como una cosa así natural, hemos dicho «oye, por qué no reactivamos un poco esto», y hemos tocado ya varias veces el repertorio antiguo. Los Buzos llegamos a publicar muy poco y realmente nada más que se ha visto la punta del iceberg, hay un montón de material que nunca llegamos a publicar y más que podríamos hacer, pero en cualquier caso está supeditado a lo que tenemos entre manos ahora. Yo estoy centrado en mi carrera en solitario, por su parte Javi y Jaime también están con Miraflores, pero de todas formas creo que encontraremos huecos para hacerlo, pero a mí me gustaría que fuera algo menos amateur y pasaría todo por publicar algún material nuevo para la audiencia, y es posible que cuando encontremos el momento esté un poco más asentado y encarrilado todo.
 
También circula por la red un disco que no se llegó a editar de forma oficial y es verdaderamente el primero que grabaste en solitario. ¿Qué pasó con esas canciones?

Estás hablando del Nuevo Debut, que es un disco que hicimos hace ya bastantes años. Lo autoproducimos y lo hicimos con muy pocos medios y tal, pero sí supuso una primera piedra coyuntural para lo que realmente vengo haciendo, canciones en castellano con una confluencia de todo mi universo, temática y estilo musical. Aquello tuvo una repercusión bastante limitada, local, el disco lo dábamos en mano nosotros allí en Sevilla, en festivales y eso. Hay gente que se ha quedado con él y ahora está cobrando más interés porque es el material precedente de Dadá Estuvo Aquí. Lo movimos un poco y llegó a algunos oídos de un sello indie del momento, creo que era Astro, pero no fue más allá. A mí artísticamente me sirvió mucho y ahí está, yo creo que es vigente, si se reeditara tendría sentido, aunque hay cosas que con el tiempo hubiera cambiado quizá. En el futuro puede que hagamos algo con ese disco, alguna reedición o algo, no sé.
 
¿Fue ahí donde decidiste dar el paso definitivo a componer en castellano después de haberte iniciado cantando en inglés?

Yo empecé componiendo en castellano. Hay una guitarra española familiar que tiene mi padre, que además se la regaló mi madre muy poco antes de que yo naciera, y tiene mi edad, está ya un poco desgastada. Mi padre siempre ha tocado la guitarra y un día le dije que me enseñara a tocarla, yo tenía quince años y le hice una pregunta un poco curiosa: «¿No es demasiado pronto para empezar a tocar la guitarra?», porque claro, yo pensaba que eso era algo como de gente más mayor, y me dijo que en absoluto, que era mejor todavía. Empleó en ello yo diría que diez minutos, porque se limitó a enseñarme los acordes, me dijo «esto es do, re mi, fa, sol, la si… y estas son las posturas», eso fue al principio de un verano, y me pasé todo el resto del verano afianzando con la guitarra familiar y luego cantando canciones que empezaba a sacar y que me gustaban, algunas clásicas de los Beatles o Dylan, y a la par empecé a hacer canciones mías que se me ocurrían, no sé, sobre la chica que me gustaba de mi barrio o las gilipolleces que hacíamos por ahí… Empezaba como a divagar y a estructurar vivencias que iba acumulando, y todo en castellano. Yo hablo en castellano, voy a comprar el pan en castellano, no lo pido en inglés, lo que sí es cierto es que luego cuando hicimos los Buzos nos gustaba muchísimo la Velvet Underground y Syd Barrett sobre todo, y luego grupos del momento tipo Luna o Pavement, barajábamos ahí esas influencias que teníamos entonces y como además y a la sazón yo siempre he tenido mucha anglofilia y he estudiado filología inglesa y me fui a vivir a Inglaterra, a estas alturas me puedo considerar humildemente bilingüe, pero mi lengua materna es el castellano, me parece riquísima y un privilegio hablarla, pero también me gustaba hacer canciones en inglés y con los Buzos nos centramos en ello. Pero mi primera pulsión fue en castellano, y lo único que ha ocurrido es que he regresado a él, fui puliendo y macerando hasta cohesionar un estilo propio que con este disco creo que ha encajado bien, y de aquí en adelante.
 
Es evidente, ya que lo dices, que Lou Reed está presente en la mayoría de tus canciones de un modo u otro, y cualquiera que lo haya escuchado con más o menos frecuencia podría darse cuenta de ello.

Yo trato de interiorizar las influencias y ponerlas en contacto con mi propio tuétano, con lo cual me salvo del mimetismo. Sencillamente soy capaz de dirimir, si toco una canción de Lou Reed la toco de mil amores, pero eso es Lou Reed, pero lo que hay en mí de él no es exactamente eso, sino que está mezclado con lo que yo soy y lo que quiero decir. Es más, hay más de mí que de cualquier otra cosa que pueda influirme, aunque dejo que me influya siempre en esa mezcolanza con lo que realmente soy yo o quiero decir. Por eso se establecen esas influencias y no hay nada demasiado explícito, porque no tiene sentido y además no hay nada que explicar, todo lo más que la originalidad pura no existe, como todo el mundo sabe, no ha existido nunca. Ni siquiera el hombre de las cavernas la tenía, a lo mejor lo que hacía era influencia de un mamut, no sé. Ahí está, la historia del arte tiene mucho de compartir e incluso de robar diría yo, de forma bien entendida, robar inteligentemente. Coger para asimilar, para redescubrir algo y ponerlo otra vez en circulación, siempre ha sido así, y yo me encuentro en esa herencia.
 



¿De ahí viene también ese toque francés que exhibes en algunos temas, como «La Garçonne», por ejemplo? Igual también había estado ahí siempre esa influencia.

El rock and roll tiene cincuenta años aproximadamente, ten en cuenta que se sigue haciendo música clásica hoy en día, se tocan piezas de Bach que tienen dos siglos, y el rock and roll es algo muy contemporáneo y además lógicamente por la geopolítica y sociopolítica viene de Estados Unidos, igual que las influencias grecolatinas venían de Roma porque era el centro cultural transmisor. Una vez entendido eso, yo me siento europeo, básicamente lo soy y lo siento de forma natural. Yo no soy americano, yo soy europeo. Con todos los respetos, me interesa todo, todas las culturas de todos los sitios partiendo de la curiosidad, pero yo me siento así, y occidental para más señas, con lo cual por ejemplo la música francesa siempre me ha interesado bastante. Mi favorito es Gainsbourg, me gusta mucho Edith Piaf también y Brassens, no sé, me interesan. Y bueno, la música inglesa, más allá de la influencia americana que pueda tener. Siempre digo que yo me siento del meridiano de Greenwich, en esa línea que va desde allí hasta Cádiz, ese es mi ámbito cultural materno del que provengo, además de la patria de la lengua castellana, como decía Borges. Es un caudal para mí natural, aparte de la música del imperio, claro, que es americana y cojonuda, estupenda, pero realmente mi eterno retorno es el europeo, es mi raigambre y soy consciente de ello, por eso a lo mejor esto coge un poco a contrapié. El disco empieza con sonoridades un poco americanas y de repente hay una con una sonoridad francesa, y puede descolocar. Me interesa todo lo que descoloque sin buscarlo muy conscientemente tampoco, porque no me gusta hacer nada forzado, pero sencillamente es como decir que esto también es parte de mí.
 
Y también está ahí la inspiración para escribir estas nuevas canciones, ¿no? ¿Parten de eso que dices, otra vez de vivencias, de algo que has podido leer o escuchar, de recuerdos de tiempos mejores o peores…?

Es verdad que algunas canciones son rescates, por ejemplo «La estación del Prado» procede del Nuevo Debut, el disco del que hablábamos antes. Yo considero que estoy en un camino que no necesariamente tiene que estar acompasado al ritmo comercial o al ritmo de los tiempos, sino que el camino es mío y me siento en absoluto derecho de hacer lo que quiera. Eso es una cosa que tenía mucho Lou Reed que me gusta mucho, era muy fiel a su propio repertorio, de tal manera que si una canción que él había hecho en cualquier momento de su vida consideraba que no había tenido la justicia suficiente y no había sido plasmada de manera justa, la cogía en el momento que estuviera y la incluía a lo mejor en su siguiente disco. Una canción que era un descarte de algún disco de la Velvet la cogía y la metía sin tapujos, y me parece bien. Yo me siento identificado con eso y soy así también, toda canción que yo haga es susceptible de ser actualizada por sí misma. Dicho eso, la mayoría de las canciones son bastante recientes y responden a una especie de resumen que he hecho de episodios experimentados por mí. Mira, el disco no es para nada conceptual, pero -y esto lo he visto a posteriori- una vez hecho e incluso una vez puesto el orden de las canciones he leído un hilo argumental de alguna manera, pero que no era para nada premeditado, sencillamente ha ocurrido, y eso parte de la honestidad, yo quiero contar estas historias como han ocurrido y claro, en uno mismo las historias tienen un sentido y no hay nada forzado, tú mismo recibes las historias que experimentas y que vives de forma natural. Son canciones que tratan de expresar o fotografiar experiencias vividas.
 
Vienen tocando contigo, como banda de acompañamiento, algunos miembros de All La Glory, una fantástica banda sevillana. ¿Te han acompañado los mismos músicos desde que decidiste grabar en solitario?

Algunos de los miembros llevan conmigo desde Nuevo Debut, que podríamos llamar el momento fundacional, te digo los nombres: Pablo, Florencio e Israel Diezma. Están conmigo desde entonces, lo cual los convierte en creyentes de primera hora. Digo creyentes en mí, claro, lo que es muy significativo y lo valoro muchísimo. Y luego Juan Azagra y Manuel Martínez se han incorporado en la antesala de Dadá Estuvo Aquí de una forma también muy espontánea porque ellos tienen esa diversificación que ocurre cuando ningún grupo prospera más allá de cierto límite y te tienes que buscar la vida, porque aparte eres músico, te sale por los poros y eso te lleva a tener dos, tres o cuatro grupos. Aunque yo no soy muy amigo de eso, yo creo que hay que centrarse en como mucho dos porque si no es como el refrán, quien mucho abarca poco aprieta, eso lo tengo muy en cuenta y de hecho funciona así, tienes que centrarte en una sola cosa, es lo ideal, aunque también es sano tener como otra cosa paralela de vez en cuando, pero una. Son músicos que se conocen de otras experiencias musicales y eso se nota realmente en este proyecto, esa complicidad que tienen entre ellos, lo cual a mí me da mucha libertad.
 
¿Esperabas esta respuesta en los conciertos y tantos parabienes de la crítica para un músico que para el gran público parecía haber salido de la nada?

Bueno, hemos iniciado la gira, la banda está bastante cohesionada y creo que con el rodaje irá a mejor. La repercusión que está teniendo el disco francamente es muy halagüeña y muy estimulante, y en las promociones que estoy haciendo incluso descubro matices nuevos en los que no había reparado mucho y me resultan enriquecedores de lo que supone la obra que hemos publicado. A mí lo que más me realiza es el hecho comunicativo, que realmente ese disco acompañe a las personas que lo escuchen, que sirva o que deleite o que sea una obra musical que de verdad haga que nos comuniquemos de alguna forma como un escritor con un lector y viceversa, ese hecho comunicativo es el que realmente me satisface y del que me alegro más.
 
Viéndote como te hemos visto tocar en festivales (excelente concierto el del pasado Monkey Week, por cierto, del que ya dimos buena cuenta en estas páginas) y ahora en el circuito de salas, ¿cambian mucho la actitud o las expectativas respecto al repertorio o al sonido?

Bueno, sí, hay cierta flexibilidad a la hora de encarar un tipo de concierto. Tú sabes que en los festivales siempre hay lógicamente más grupos y el repertorio es susceptible de ser encogido un poco para que haya más dinamismo. De todas formas en nuestro caso, en esta gira no vamos a variar demasiado, en todo caso si tenemos que ver reducido el minutaje pues quitamos alguna canción, pero nuestra idea es tocar un repertorio fijo en esta gira, que de momento es una gira de eclosión, de sembrar y darnos a conocer por todas las ciudades a las que podamos ir. Creo que en ese sentido está siendo bastante ambiciosa y el repertorio no va a variar, está basado en Dadá Estuvo Aquí, e incluimos alguna canción rescatada del Nuevo Debut, que como decía antes a colación de lo de ser fiel al repertorio, es posible que publiquemos en siguientes trabajos y las plasmamos en el sonido actual, y hay un par de adaptaciones, que no versiones: Una de los Clash, «Bombas de España»…
 
Que la hizo Loquillo en su última gira y la grabó para su último directo oficial en Granada.

Sí, pero yo la hice antes, que conste. Fue una cosa de una asociación de músicos sevillanos que hicimos y tal, y a Jose Casas, de Helio, un músico que admiro bastante por cierto, se le ocurrió hacer un homenaje por el treinta aniversario del London Calling que se llamó Sevilla Calling con varios grupos, y cada uno se encargaba de una canción, se hizo un disco muy bonito. Nosotros hicimos «Spanish bombs», yo la adapté al castellano y desde entonces es un fijo en nuestro repertorio y lo mantenemos porque a mí siempre me ha gustado mucho y funciona muy bien. Y luego hacemos otra adaptación de Bob Dylan que se llama «Amor bajo cero», el «Love minus zero/No limit» de Bringing It All Back Home del 65, tiene ya unos años la adaptación y ahora la estamos tocando en directo. Pero ya te digo, básicamente el repertorio es el del disco, bastante directo, y es el que mantendremos durante toda esta gira.
 
Estás en Warner, todo un logro para un artista con solo un disco editado, algo que no está al alcance de cualquiera.

Pues sí, estoy muy contento, como podrás comprender. En primer lugar me siento afortunado y muy refrendado, eso supone un espaldarazo y una forma de afianzar mi carrera como música, y de aquí hacia adelante, claro. Lo he dicho en alguna otra entrevista, si a una compañía como Warner le ha gustado el disco, que estamos hablando de un sello que tiene a su vez subsellos con clásicos como Aretha Franklin, Otis Redding, Led Zeppelin… Imagínate actualmente la cena de Navidad que pueden tener, está Madonna, está Neil Young… Y luego Warner está más allá de la música, están el gallo Claudio, el Coyote y el Correcaminos, el pato Lucas, imagina (risas). Bueno, es una gran fortuna, tengo muchas ganas de aprovecharla y eso es lo que haré, encauzar mi carrera hacia adelante.

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