Damien Jurado

No me gusta salir de gira porque soy un tipo muy casero. Para hacer las giras más aguantables me traigo a mi mujer

Siempre es una buena noticia que Damien Jurado publique nuevo disco. El americano puede presumir de tener una respetadísima carrera: sólida y sin altibajos. Aprovechamos su paso por España, donde presentó Saint Barlett en directo, para charlar con él y conocerle un poco mejor.

«Me introduje muy joven en el mundo de la música. Mi padre tenía un montón de discos en casa y además crecí viendo Soul Train, un programa de televisión americano muy conocido de música negra, mayoritariamente soul. Salía gente como Al Green, James Brown y un montón de gente bailando. Así que o estaba escuchando los discos de mi padre o viendo ese programa. Ya de joven, un día, trabajando como pintor durante un verano demasiado caluroso para hacer nada, un colega me dijo que debería aprender a tocar la guitarra para no aburrirme. Y así es como empecé en la música… un poco por casualidad». 

Han pasado algunos años desde ese verano en que, con 19, cogía su primera guitarra. Exactamente 15 años después y 10 de discos más tarde, Damien Jurado publica Saint Barlett «que es el nombre del gato de una amiga… en la que se basan la mayor parte de las historias de este disco». Este nuevo trabajo es bastante distinto respecto de lo publicado anteriormente: «La gran diferencia de este disco es la producción, que es muy distinta a mis trabajos anteriores. Además es la primera vez que grabo la voz y la guitarra al mismo tiempo. Normalmente en el estudio primero se graba la guitarra y luego se graban las voces encima. Pero pensamos que es un poco como un karaoke y que tal vez podíamos intentar grabar con más pasión, como en un concierto, voz y guitarra a la vez. Y así lo hicimos. Y la verdad es que ha quedado un disco muy diferente».

El disco ha quedado exactamente como si un productor con carácter pop produjera a un cantautor folk. ¡Espera! Eso es exactamente lo que ha pasado, ya que Richard Swift se ha encargado de la producción. La pregunta es clara ¿por qué Swift? «Él conoce la música que yo suelo escuchar, música pop-folk de los sesenta, Dusty Springsfield, música negra… los discos con los que crecí y que me gustan y escucho mucho. Su idea fue hacer que la gente supiera que ésas son mis influencias, integrarlas en mi sonido. Temas como por ejemplo «Cloud shoes» o «Arkansas» tienen una influencia muy clara del sonido Motown en los ritmos, por ejemplo. Quería un disco que sonara como todos esos discos que me gustan tanto y Richard fue el productor perfecto porque conoce muy bien esos discos y también le gustan, y su técnica a la hora de grabar es bastante parecida a lo que se hacía entonces. La verdad es que funcionó perfectamente. Trabajar con Richard me ha cambiado no sólo como músico, sino también a nivel personal. En cuanto a la música, ahora quiero probar cualquier cosa. Antes, nunca quería hacer nada nuevo, pero ahora pienso ´¡sí, vamos a probarlo, a ver!´. Ahora soy mucho más abierto».

Una de las cosas que más sorprenden de Damien Jurado es descubrir que bajo esa imagen pública de tipo apesadumbrado y tristón se esconde una persona simpática y cordial con un gran sentido del humor. Pero aunque St Barlett suene un poquito más optimista, «tal vez en el sonido, pero sólo un poco» puntualiza, las letras siguen siendo agridulces o directamente tristes. «Es más fácil para mi cantar sobre cosas tristes porque mi vida no es triste en absoluto, y es más fácil escribir sobre algo que es completamente opuesto a lo que hago normalmente. No sé, creo que es porque se me da mejor meterme dentro de las historias tristes que de las alegres. De hecho, me sentiría un poco bobo cantando canciones alegres».

Tampoco debe ser sencillo dar con toda esa ristra de personajes y situaciones nada convencionales que originen las historias que nos cuenta Jurado. «Creo sinceramente que las canciones siempre están ahí. No sé cómo explicarlo, pero creo que una analogía sería que las canciones son como pájaros: cada canción es un pájaro y los pájaros siempre están ahí. A veces se te acercan y a veces se van. Y las canciones funcionan así para mí: vienen a mí, las uso un tiempo y unas veces se van y otras veces se quedan. Es más o menos como yo creo las canciones… de pronto están ahí. Nunca me siento conscientemente a “escribir canciones”. Puedo estar conduciendo, o con un amigo, o en medio de una comida y de pronto» (chasqueo de dedos) «ahí está».

Y en las etapas más creativas, Damien Jurado tiene superproducción de temas, lo que nos lleva a Sound Cloud, un espacio online donde va colgando canciones según se le van ocurriendo, ¡llegando incluso a colgar una canción al día! “Muchos de los temas los escribí justo antes de grabarlos. Esa es la idea inicial de Sound Cloud, que en cuanto escribiera una canción, la grabara y la subiera”. ¿Y acabarán en un disco? “Es difícil de decir… no lo creo, pero es difícil saberlo seguro. Desde ahora y hasta el próximo disco vendrán más temas, que subiré también… así que no sé… ya veremos”. 

Por si esta nueva manera de dar salida a sus temas no fuera suficiente, Damien Jurado también ha montado una banda con su hermano Drake, llamada Hoquiam y con la que acaba de publicar su primer disco homónimo. Nos dan la bienvenida a su espacio web con una inequívoca declaración: “HOQUIAM ES UNA BANDA”. “Sí, es la principal diferencia entre el Hoquiam y mi proyecto en solitario. Yo toco sólo, lo hago todo yo y tengo libertad para hacer lo que quiera. Pero con Hoquiam, yo escribo una parte de las canciones y mi hermano también escribe, y las decisiones las tomamos entre los dos, como una banda. Así que sí, es muy diferente. Y la música también es muy diferente de lo que hago yo sólo. Cuando acabe el tour de St. Barlett la idea es volver a casa y dedicarme a Hoquiam, escribir con mi hermano, grabar demos y seguir haciendo cosas con este nuevo proyecto”. 

Damien Jurado tiene tiempo además de comunicarse con sus fans a través de internet, donde mantiene un blog, una cuenta de twitter y su myspace de forma activa. Es un hecho que la comunicación a través de las redes sociales es muy importante para los artistas independientes, pero lo es más aún que esta comunicación sea sincera y cercana, no puramente una estrategia de márqueting. “La última cosa que quiero hacer es venderme. Si te tengo que decir la verdad, excepto youtube, en realidad no me gusta internet. Esa es la realidad. Pero desde el punto de vista profesional creo que es muy importante. Me gusta que mis fans sepan que soy una persona accesible, que pueden acercarse a mí después de un concierto y saludarme y charlar conmigo. Y que también soy accesible a través de internet. Contestaré cualquier pregunta que me hagan, explicaré mis impresiones de una ciudad o un concierto. Y continuamente estoy al tanto del feedback que recibo de la gente, es muy importante para mí. Pero la realidad es que no me gusta internet”. 

Además, sabemos que tampoco le gusta demasiado salir de gira. “No, no me gusta, pero porque soy un tipo muy casero. Me gusta estar en mi casa a todas horas. No es que no salga, pero prefiero estar en casa. Por eso no me gusta salir de gira. Y para hacer las giras más aguantables, me traigo a mi mujer!” dice con sorna mientras su mujer, sentada a dos metros de nosotros, se ríe como para confirmarlo. “Y, bueno, conozco gente interesante, veo sitios nuevos, aprendo cosas… y los bufets no están nada mal!” y nos señala una mesa llena de platos con una pinta estupenda. Así que en cuanto sale de su boca una invitación a comer con ellos lo que nos apetezca, miramos el bloc con las notas, vemos que por suerte hemos llegado al final de las preguntas, cerramos la grabadora, y nos servimos un plato de nachos con guacamole (que están buenísimos, por cierto) mientras Damien da cuenta de un par de plátanos y su señora se une a nosotros para probar el queso. Más tarde disfrutaríamos del conciertazo de un enorme artista. Y mejor persona, podemos añadir totalmente convencidos.

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