ConciertosCrónicas

Eleine + Klogr + Sinheresy (Teatro Magno) Madrid 25/04/25

Madrid se vestía de negro para recibir a banda sueca de metal sinfónico Eleine, en el Teatro Magno, espacio también conocido como sala Upper, un lugar tan bonito como poco adecuado para dependiendo de qué tipo de eventos. Venían acompañados, para esta gira producida por Madness Live, de dos formaciones italianas de reconocido prestigio en sus respectivas escenas: Sinheresy y Klogr.

Abrieron la velada Sinheresy, banda de metal melódico que venía con una formación improvisada para este tour, ni el guitarrista ni la voz principal podían estar por razones de pura vida (una paternidad inminente que fue celebrada sobre las tablas por sus compañeros). La voz femenina principal caía en manos de Giorgia Romanin, que explicó todo esto en un perfecto castellano y se metió al público en el bolsillo en los primeros momentos de actuación.

Mención aparte para Alice Chiara, la nueva guitarrista para esta gira, que no solo cumplió, también sostuvo buena parte del músculo sonoro de temas como «Castaways» o «Zero One». A pesar de las circunstancias, mantuvieron el tipo y ofrecieron un show sentido, demostrando que a veces, en la música, como en la vida, superar las vicisitudes es una cuestión de actitud.

Cambio de tercio en todos los sentidos, ya que la propuesta de sus compatriotas Klogr es radicalmente opuesta en el plano estético y en el musical. Estos se dedicaron a patear el escenario con una puesta en escena mucho más cruda; stoner denso, metal alternativo y ramalazos punk, que olía a garito oscuro.

Gabriele «Rusty» Rustichelli, líder vocal y guitarrístico del asunto, llevó la batuta del set, como un motor imparable de rock and roll y distorsión, en un concierto corto, sin florituras y sin pedir permiso. Cortes como “Hysterical Blindness” y “Face the Unknown” sonaron como trallazos directos a la cara, en un concierto que, aunque no requería grandes apoyos escénicos, habría ganado muchísimo, con una iluminación en el escenario (totalmente a oscuras) y un sonido más potente y definido. Dejaron la sensación de que, en otras condiciones, podrían habernos volado la cabeza a base de bien.

Y entonces llegaron las estrellas de todo y por lo que las ciento veinte personas – según la propia sala – se habían reunido allí. Eleine es el proyecto comandado por la cantante y compositora Madeleine Liljestam, escudada por su fiel guitarrista Rikard Ekberg, los dos únicos miembros no cambiantes de la formación.

Sin el más animo que el de la crítica constructiva, el Tetro Magno pareció jugar más como enemigo, que como aliado de la banda sueca; escenario bajo y luces frontales inexistentes sobre los músicos, más propias de una discoteca (lo que en realidad es) que, de un concierto. Sonido correcto, pero lejos de un nivel de que un grupo de estas características merece.

A pesar de todo ello, Madeleine, en modo diva oscura, desplegó su arsenal de miradas coreografiadas y una voz compacta y sin fisuras en temas como: “Enemies”, o “Never Forget”, con las que comenzaron ante un respetable entregado desde los primeros acordes.

Setlist generoso y variado con el que recorrieron lo más representativo de su cancionero, incluyendo lo que ya pueden llamarse clásicos de su repertorio como: “Sanity”, o “All Shall Burn”, poniendo esta última los pelos de punta a más de uno. No podían cerrar con otro tema que no fuera “We Shall Remain”, cantado por la práctica mayoría de los presentes como si fuese la última noche de sus vidas.

Eleine, que para esta gira no llevaban bajista en vivo – con líneas de bajo pregrabadas, que, dicho sea de paso, restaron bastante punch en los momentos más intensos – compensó con actitud y oficio las vicisitudes técnicas y un Rikard Ekberg, siempre atento a Madeleine, complementó la presencia escénica de esta, con su sobrada puesta en escena.

Eleine demostraron que su propuesta tiene empaque, aunque su apuesta sobre las tablas necesita escenarios más acordes a su vocación de espectáculo. Es comprensible que la promotora, dado al limitado alcance en nuestro país de las bandas, no pudiera programar en una sala más adecuada.

Aun así, se abre el debate sano sobre qué consideramos realmente una sala de conciertos y qué no. Así como la falta de lugares de aforo medio en una ciudad como Madrid. Con todo, los asistentes seguramente se fueron a casa con un buen sabor de boca, tras disfrutar de una triple ración de metal europeo en sus distintas vertientes. Una vez más, Madness Live apostó por una gira valiente y arriesgada, como nos tiene acostumbrados.

Fotos Eleine + Klogr + Sinheresy: Fernando del Río

Más fotos Eleine + Klogr + Sinheresy

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien