Entrevistamos a YES, que nos visitan
Décadas separan el nacimiento y la consolidación de YES de mi primer contacto con su música. En mi caso, fue gracias a unos vinilos heredados que incluían algunas de sus composiciones más emblemáticas. Conocer la música de este conjunto inglés fue crucial para adentrarme en el mundo del rock progresivo, expandiendo mi horizonte musical hacia un panorama más amplio y diverso.
A través de ellos, descubrí grupos como Camel u Oregon, pero sobre todo, YES amplió mi universo musical más allá del repertorio anglosajón, llevándome a explorar el sonido de bandas como los italianos Premiata Forneria Marconi, la experimentación sonora de los alemanes NEU!, y el fascinante universo de la mal llamada World Music. Para mí, representó lo mismo que ellos representaron al resto de la música: la superación de las barreras estilísticas y la ruptura de los moldes preestablecidos.
Cuando surgió la oportunidad de entrevistarles antes del inicio de su gira europea, con conciertos en Madrid y Barcelona, no dudé en aceptarla. Y mi entusiasmo creció aún más cuando supe que la figura con la que dialogaríamos sería Billy Sherwood, el actual bajista de la banda. Algunos podrían preguntarse por qué la importancia de este músico en lugar de en figuras más reconocidas como Steve Howe. La respuesta es simple: Sherwood es un devoto seguidor de YES que, al igual que yo, se sumergió en este universo musical de forma fortuita. La diferencia radica en que ahora él es quien interpreta las canciones que lo emocionaron desde su infancia. Sin duda, una pieza fundamental para comprender los vaivenes de esta banda, así como su continua conexión con las nuevas generaciones.
“La música de YES tiene una cualidad atemporal que continúa inspirando a jóvenes y mayores por igual”
Es un placer hablar contigo, enhorabuena por vuestro último álbum de estudio, The Mirror to The Sky, se dice pronto pero es el vigésimo cuarto de YES. ¿Cómo ha sido el proceso de composición y publicación?
Sorprendentemente sencillo en realidad. Steve Howe fue el principal impulsor del proyecto, ya que el estudio se encuentra en su residencia. Personalmente, como también resido en Inglaterra, a solo una hora de distancia, suelo visitar el estudio para ver cómo avanzan las cosas y ofrecer mi ayuda si es necesario. En general, todos compartimos nuestras ideas y Steve se encarga de organizarlas y darles forma, como si estuviera construyendo algo con piezas de lego, combinando las contribuciones de cada uno para crear las canciones.
En el álbum de 2021, The Quest, la situación fue mucho más complicada debido a la pandemia, lo que nos obligó a trabajar de manera online. Con el tiempo, nos hemos adaptado a esta dinámica y ahora funciona perfectamente. A veces, grabo las pistas de bajo en mi propio hogar en Londres y luego las envío al estudio para que las revisen. Esta nueva forma de trabajar la estamos perfeccionando y nos ha permitido seguir adelante con nuestro trabajo de manera efectiva.
Lo cierto es que Steve Howe ha sido uno de los grandes directores de orquesta de YES desde hace más de cinco décadas, y lo sigue siendo. ¿Cómo es trabajar con él?
Trabajar con Steve es una experiencia realmente maravillosa. Confiamos plenamente en él debido a su vasta experiencia y perspectiva acumulada durante todos estos años. Le damos prácticamente total libertad para hacer lo que mejor sabe hacer: música. Personalmente, estoy muy satisfecho con su trabajo, especialmente en nuestro último álbum, donde la participación de una orquesta en ciertas partes del disco ha sido fantástica. Tener ese toque orquestal en un álbum de YES es algo que me encanta. Como dicen, todo está yendo según el plan.
Dentro de unas semanas comienza vuestra nueva gira, además tenéis programados varios conciertos en España, tanto en Madrid como Barcelona. ¿Cómo estáis preparando este nuevo tour?
Estamos deseando empezar. En unos días, nos dirigimos a un pequeño pueblo del Reino Unido para ensayar el repertorio durante cuatro o cinco días. Además, hemos pensado en organizar un pequeño espectáculo para la comunidad local como forma de agradecimiento por permitirnos utilizar el teatro para ensayar, y como disculpa por cualquier ruido que podamos hacer (risas). La gira oficial comenzará en Portugal y luego nos dirigiremos a España. Estamos emocionados de visitar Madrid y Barcelona después de tanto tiempo.
En cuanto a mi preparación personal, he estado repasando las dos horas de concierto en casa todos los días durante bastante tiempo. Afortunadamente, he podido organizar mi rutina musical de manera efectiva, lo que significa que cuando nos reunimos para ensayar, podemos centrarnos en los detalles en lugar de en los aspectos más básicos. Nos sumergimos en detalles sutiles y comenzamos a perfeccionar el conjunto sonoro que queremos presentar. Hasta ahora, este enfoque nos ha estado funcionando muy bien. Nuestro objetivo siempre es el mismo: ofrecer el mejor sonido posible.
Uno de los aspectos clave de esta gira es la celebración del 50 aniversario del álbum Tales from Topographic Ocean, el sexto trabajo de la banda. Con un catálogo de canciones tan amplio, y tantos discos en vuestras espaldas, seleccionar el setlist debe ser todo un reto. ¿Cómo lo lleváis a cabo?
Una vez más, es Steve quien lidera el proceso de selección. Elegir las canciones del vasto legado de YES de manera coherente, desde los primeros días hasta el presente, no es una tarea sencilla. Una vez que tiene una propuesta lista y considera que funciona, la comparte con el resto del grupo para que cada uno aporte sugerencias. En la mayoría de las ocasiones, estamos completamente de acuerdo con su selección. Sin embargo, ocasionalmente alguien puede proponer una canción adicional, momento en el cual ajustamos el setlist. En general, estamos muy alineados en cuanto al repertorio que queremos ofrecer.
Además, respecto a la gira, nos enteramos recientemente de la cancelación de nuestro concierto en Córdoba programado para julio. ¿Tienes conocimiento de los motivos detrás de esta decisión?
Ni idea, solo soy el bajista (risas), estas decisiones suelen tomarse a un nivel superior.
Otra de las noticas que nos hemos enterado recientemente es que dentro de unos meses, en agosto, comenzaréis una gira por Norteamérica junto a Deep Purple. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Para mí, esta colaboración es un regalo del cielo. Deep Purple es un grupo impresionante, y todos sus miembros son músicos excepcionales. De hecho, el año pasado tuve la oportunidad de trabajar con Ian Gillan, aunque no en persona, intercambiamos archivos online y grabó una pista para mi disco, lo cual fue increíble. Siempre he sido fan de la banda, así que girar con ellos va a ser una experiencia increíble tanto para nosotros como para el público. Tener a estos dos grupos tocando juntos en un mismo lugar es una oportunidad inmejorable. Pero lo que más estoy esperando es simplemente pasar tiempo con ellos, ¿sabes? Va a ser emocionante y estoy seguro de que despertará al fan que llevo dentro.
A lo largo de la historia de YES, desde su fundación en el 68, esta agrupación ha tenido múltiples vidas y ha experimentado diversas formaciones musicales. Siendo sincero, veo a YES más que una banda; la percibo como un colectivo, una forma de hacer rock progresivo. Aunque pasen los años y lleguen nuevas generaciones, el espíritu sigue vivo y en constante evolución.
Creo que lo has sintetizado perfectamente, y estoy completamente de acuerdo. Hace un tiempo, coincidí con Paul Stanley, guitarrista de Kiss, en un Starbucks y me expresó algo similar. Aunque no nos conocíamos personalmente, era obvio que era un admirador de su música. Me acerqué y le dije: «Oye, eres Paul Stanley, soy Bill Sherwood, un placer conocerte». Y él respondió: «Sé quién eres». Le repliqué en tono de broma: «¿Cómo sabes quién soy?». Y él explicó: «Bueno, en realidad, Gene Simmons y yo hablamos de YES como un modelo a seguir de cómo las bandas pueden evolucionar y cambiar, siempre y cuando el ADN musical esté ahí, sea legítimo y funcione. Hablamos de vosotros todo el tiempo».
YES es una banda en continua evolución, siempre lo ha sido. Siempre está avanzando, y ha tenido esa puerta giratoria, como saben todos los seguidore, por donde entran y salen músicos dependiendo del momento. Vuelven y se van. Esta formación actual es la que más tiempo ha durado, y esto también demuestra la confianza y amistad que tenemos entre todos los que estamos ahora. Disfrutamos mucho de la compañía del otro cuando estamos en la palestra, tocando unos al lado de los otros. Aun así, los cambios de músicos en una banda no siempre son fáciles, y pueden resultar impactantes. Por ejemplo, una de mis bandas favoritas en los ochenta eran The Buggles, y recuerdo perfectamente cuando entraron en YES con el lanzamiento del álbum Drama (1980). Me quedé sorprendido, pensando: «¿Qué está pasando aquí?». Al final, el disco resultó ser una maravilla y cambió a la formación. Este tipo de cosas suceden, y son un ejemplo de cómo YES evoluciona, pero sigue manteniendo su esencia. Ahora mismo, estamos en otro proceso. El año que viene se cumplirán diez años desde que regresé a la banda.
Totalmente, incluso en ocasiones ha habido varios YES, con diferentes nombres, haciendo música. Tu primera entrada fue a finales de la década de los noventa, ¿cómo se dio esta situación?
En realidad, fue a finales de los ochenta, alrededor del 88. En aquel momento, lideraba una banda llamada World Trade bajo el sello Polydor. Uno de mis compañeros era Derek Shulman, el vocalista de Gentle Giant. Cuando Derek dejó la discográfica para asumir otro cargo, coincidió temporalmente con el momento en que YES se encontraba sin vocalista principal. Jon Anderson, Bill Bruford, Rick Wakeman y Steve Howe estaban con su proyecto, ABWH, con Arista Records, mientras que Tony Kaye, Chris Squire, Trevor Rabin y Alan White estaban en Atco Records.
En toda esta historia, Derek Shulman le comentó a Chris Squire sobre nuestra situación en la discográfica y cómo podría ayudar al disco en el que estábamos trabajando juntos. Esta conversación llevó a un encuentro entre Chris y yo. La primera vez que nos vimos fue para cenar, y esa noche la recuerdo como un momento único en mi vida. Chris era mi héroe y mentor; admiraba enormemente su talento como bajista. Durante esa cena, surgió la idea de colaborar en una canción, lo que resultó en «The More We Live» para el álbum Union.
Esta colaboración fue el inicio de una relación musical muy fructífera. A medida que seguimos trabajando juntos, Chris me sorprendió al revelar que la intención subyacente era que yo me convirtiera en el vocalista principal de YES. Aunque la idea causó revuelo entre el manager, los fans y amigos, yo tenía mis dudas. En ese momento de mi carrera, siendo aún joven y con mi propia convicción, no me sentía preparado para asumir ese papel. Opté por declinar la oferta de ser el vocalista principal, pero expresé mi disposición a seguir colaborando en otras áreas, como producción y composición. Así que, en última instancia, mi relación con YES comenzó alrededor de finales de los 80, y como se dice, el resto es historia.
¿Cómo continuó esta historia? ¿Cómo se dio tu regreso en el 2015?
Desde ese momento, estuve implicado en la producción, participando tanto como letrista como en la grabación del álbum Union (1991), y esa fue mi entrada en el universo de YES. Con los años, mi carrera como productor comenzó a florecer, produciendo discos y canciones para grandes bandas. Fue alrededor del 94 cuando Trevor Rabin me invitó como multiinstrumentista para una gira de YES, la cual acepté con entusiasmo. Después de esa gira, la formación se separó y pensé que mi vínculo con la banda se había terminado.
Pero, como decíamos antes, en YES nada termina definitivamente. Años después, la banda se volvió a reunir para trabajar en los discos Keys to Ascension 1 y 2, Chris me llamó para que mezclara el primero de ellos, y luego me pidieron que produjera el segundo. Después de esta etapa, Chris y yo empezamos a escribir canciones juntos, lo que culminó en el álbum Open Your EYES (1997), donde me invitaron a unirme oficialmente a la banda. Participé en la producción de algunos álbumes más y giras, pero eventualmente decidí dejarlo en el 2000 para concentrarme en otras oportunidades en la producción.
Sin embargo, mi vínculo con la banda continuó en forma de proyectos de mezcla de DVDs en vivo durante la era en que Jon Davison se convirtió en el cantante principal. Lamentablemente, en 2015, recibí la triste noticia de que Chris estaba enfermo y me pidió que tomara su lugar en la banda. Desde entonces, he estado comprometido con honrar su legado y el de la banda en cada paso que doy. Es un viaje largo y lleno de experiencias, con algunos altibajos en el camino, pero me siento bendecido por la oportunidad de servir a YES durante tantos años y honrar la memoria de Chris en cada actuación.
Es un viaje realmente hermoso, lleno de idas y venidas. Gracias por resumirlo tan bien, porque la historia de esta formación da para una tesis doctoral. ¿Cómo se siente ser parte de un grupo que admirabas desde niño?
A veces aún me resulta difícil creerlo. Mi pasión por YES se remonta a mis 12 años, cuando asistí a uno de sus conciertos en Las Vegas en 1977, «Going for the One». Esa experiencia marcó un antes y un después en mi vida. A pesar de ser apenas un preadolescente, ya tenía una mentalidad bastante madura, probablemente influenciada por mis padres, quienes eran artistas. Desde entonces, supe que la música era mi camino. Presenciar este espectáculo fue tan inspirador que sentí como si pudiera vislumbrar todo mi futuro en ese momento. Fue una revelación, una certeza instantánea de lo que quería hacer con mi vida. El destino quiso que mi camino se cruzara con el de esta banda que tanto me inspiró. Mi devoción por esta banda sigue siendo inquebrantable, y mi amor por su música perdura hasta el día de hoy.
Hablando justamente de bajos, uno de los temas de YES que más importancia ha ganado entre las nuevas generaciones ha sido “Roundabut”, gracias a una serie de anime japonesa e internet. ¿Cómo lo habeís vivido?
Más allá del grupo, experimenté la influencia de esta canción en mi vida de una manera muy cercana, gracias a mi hijo, quien ahora tiene veinte años. Nunca mostró un gran interés en mi carrera; para él, simplemente era su «papá». Curiosamente, me pasaba lo mismo con mi propio padre. Sabía a qué se dedicaba, pero para mí era solo eso, «papá haciendo su trabajo». Nunca percibí que mi hijo estuviera particularmente impresionado por mi música, y lo entendía perfectamente. Sin embargo, hubo un momento revelador. Una vez íbamos en el coche y de repente me dijo: «¡No tenía ni idea! Escuché “Roundabout” y es increíble». Le pregunté cómo había descubierto la canción, si la había buscado en YouTube o algo así, pero su respuesta me sorprendió aún más. Resulta que la había conocido gracias a su anime favorito, JoJo’s Bizarre Adventure, y al escucharla se dio cuenta de que era yo quien la interpretaba. Fue una revelación divertida sobre cómo los jóvenes están descubriendo la música en la era digital.
En mi caso, gran parte de mi gusto musical se lo debo a mi hermano mayor, quien siempre me recomendaba discos y artistas para explorar. Él solía decirme: «Tienes que escuchar esto» y me dejaba varios discos para que los descubriera por mi cuenta.
Lo cierto es que en estos momentos, con el auge de las redes, es asombroso ver cómo estas conexiones pueden ocurrir de formas tan inesperadas. Una vez, mientras esperaba para entrar a un concierto en Japón, un joven de unos 20 años también se me acercó con una bolsa llena de mis álbumes en solitario y otros proyectos en los que había participado, pidiéndome autógrafos. Me sorprendió muchísimo y le pregunté cómo había llegado a conocer mi música. Su respuesta fue aún más sorprendente: descubrió YES mientras jugaba al videojuego Rock Band y tocaba «Owner of a Lonely Heart».
Esta historia me hizo reflexionar sobre cómo las nuevas generaciones están descubriendo la música y cómo la música de YES, en particular, trasciende generaciones. No importa cómo la descubran, lo importante es que sigue resonando con la misma fuerza que siempre. La música de YES tiene una cualidad atemporal que continúa inspirando a jóvenes y mayores por igual, creando una conexión especial que atraviesa el tiempo.
‘The Classic Tales of YES Tour 2024’
2 MAYO – MADRID – LA RIVIERA
3 MAYO- BARCELONA- PARAL·LEL 62
Entradas: https://getrock.es/YES-2024/