Entrevistamos a Dead Capo
Dead Capo son unos auténticos veteranos de nuestra escena, sobre todo si apuntamos a este tipo de banda instrumental que no tiene dificultad para transitar entre diferentes estilos. La formación madrileña cumple 20 años de vida al tiempo de publicar un nuevo álbum, Fiesta Rara (Everlasting), en el que vuelven a exponer sus principales virtudes. Contactamos con el guitarrista Javier Adán para conocer más acerca del disco, antes de que el combo lo presente oficialmente sobre el escenario el próximo 2 de noviembre en la céntrica sala El Sol de su ciudad.
“Para nosotros el disco es ante todo una herramienta para trabajar y tocar en directo”
En vuestra opinión ¿Qué hay en ‘Fiesta Rara’ (Everlasting, 19) que no esté en ningún otro disco del grupo? ¿Qué tiene de absolutamente inédito este trabajo con respecto a movimientos previos?
De entrada once temas nuevos que no habíamos grabado nunca, incluyendo tres versiones. Son temas concisos y contundentes, hemos tratado de explotar las señas de identidad de Dead Capo y llevarlas un paso más allá, tanto en la composición y ejecución de los temas como en la producción, que es mucho más agresiva y deliberadamente más “sucia” que en discos anteriores. Como algo absolutamente inédito, que llamará la atención, está la inclusión de dos temas vocales, uno de ellos original y cantado en español.
Lo que está claro es que es un disco tremendamente diverso en contenido ¿Surgió de manera espontánea o esa variedad estilística era un objetivo prioritario?
No, no es algo espontáneo. Queríamos dar un paso adelante y mostrar todos los registros que manejamos y que forman parte de nuestra música, sin que esa variedad suponga un pastiche o resulte en un disco incoherente. La mayor parte de los temas están pensados como bandas sonoras de películas aún por hacer
¿Cuál es el “secreto” para saltar alegremente (por ejemplo) del free-jazz al swing O del surf al rockabilly, sin aparente problema ni preocupaciones añadidas?
Todos esos estilos forman o han formado parte del sonido de Dead Capo, pero queríamos poner un punto y aparte con este nuevo disco y redefinir el sonido de la banda, con nueva formación y nuevos temas. Hay guiños a algunos de esos estilos, claro, pero por encima de ello están las composiciones, las melodías
¿No os da un poco de miedo que, precisamente debido a esa variedad, el resultado global de ‘Fiesta Rara’ (Everlasting, 19) pueda resultar un poco caótico para el oyente?
Es posible que para alguien que no nos haya escuchado nunca el disco sea un poco apabullante: son 11 temas en 33 minutos. Pero yo no diría caótico; creo que el disco, pese a la diversidad musical, es bastante homogéneo y tiene continuidad.
Siempre resulta interesante saber de dónde viene la inspiración de un grupo a la hora de componer sus canciones, pero quizá aún un poco más en el caso de grupos instrumentales ¿Qué os ha motivado a la hora de componer los temas del nuevo álbum?
A la hora de empezar a componer para este disco, Santiago Rapallo y yo (Javier Adán), dedicamos un tiempo a analizar cuáles eran las características del sonido de Dead Capo, qué es lo que funciona para esta banda y qué no. A lo largo de 20 años hemos desarrollado un sonido propio y característico, reconocible, y eso es algo muy valioso. Así que hemos tratado de explorar y explotar esa identidad, e ir un paso más allá, para ganar en precisión, en contundencia y en efectividad y depurar aún más el sonido Dead Capo.
Me ha gustado mucho la relectura que habéis hecho de un clásico como es el “Ghost Rider” de Suicide ¿Por qué decidisteis grabar esa versión y cómo la enfocasteis?
Otra de las cosas que queríamos hacer en este disco es incluir algún tema cantado. Santiago estuvo unos años girando y grabando con Pierre Omer (Dead Brothers, Los Gatillos), y ya hace un tiempo tanteamos la posibilidad de una colaboración. Así que esta era la ocasión perfecta. Pensamos en un tema que encajara con el resto del disco, y llevarlo a un registro en el que Pierre estuviera cómodo cantando. Y así llegamos a la versión que ha quedado en el disco, con la que estamos muy contentos y que parece estar gustando.
Otra pieza que llama la atención es “A Veces”, algo parecido a un bolero y que ejerce como cierre del álbum ¿Quién pone las voces en esta canción y como surgió lo que es una rara avis dentro del disco? ¿Queríais acabar el álbum con un corte que no tuviese nada que ver con las diez canciones anteriores?
Ocurrió algo similar a lo de Pierre Omer. Mariona Aupí es una excelente cantante con una trayectoria muy amplia… y además es muy buena amiga mía. Había colaborado con ella en otros proyectos pero también llevábamos un tiempo dándole vueltas a una colaboración con Dead Capo. Santiago Rapallo tenía un tema que podía encajar perfectamente, así que se lo propusimos a Mariona y aceptó encantada. La idea de acabar el disco con ese tema era de alguna manera poner un punto y aparte, dejando una puerta abierta a lo que está por llegar. Y también dejar esa pequeña sorpresa para el final: un tema propio cantado en español, algo totalmente inédito en Dead Capo
¿Dónde dirías que encaja la propuesta de Dead Capo dentro de la actual escena musical estatal? Lo digo porque está claro que sois la antítesis de todos esos grupos clones que parecen estar disfrutando del éxito actualmente… ¿Cuáles son vuestras expectativas con este nuevo lanzamiento?
Siendo sincero, no sabría decirte, porque no estoy muy al tanto de la escena musical estatal. Creo que en estos años hemos conseguido hacernos nuestro pequeño hueco, al margen de cualquier escena. Las expectativas son que el disco guste a cuanta más gente mejor y poder tocar en directo todo lo posible, porque creo que es ahí, en vivo, donde Dead Capo realmente brilla y despliega todo su potencial. Para nosotros el disco es ante todo una herramienta para trabajar y tocar en directo.
“La mayor parte de los temas están pensados como bandas sonoras de películas aún por hacer”
Como decíamos antes, sois un grupo preferentemente instrumental ¿Qué ventajas e inconvenientes dirías que tiene esa peculiaridad con respecto a las de un grupo “al uso”?
La ventaja es que la música es universal, no hay barrera idiomática en un grupo instrumental, nuestra música llega directamente al oyente sin necesidad de una letra. El gran inconveniente es que a la mayor parte de público, especialmente en el pop y el rock, le cuesta más acercarse a la música instrumental. Desde un punto de vista comercial, tener un cantante hace las cosas más fáciles y accesibles a un público mucho más amplio.
Dead Capo cumple 20 años como banda ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor que os ha pasado como grupo en todo este tiempo? En vuestra opinión ¿Qué es lo mejor y qué es lo peor del negocio musical?
En una carrera tan larga, es difícil elegir qué ha sido lo mejor y lo peor. Quizá lo mejor sea que hemos sido capaces de evolucionar, adaptarnos, y seguir haciendo la música que queremos, y que siga habiendo gente que quiera escucharla. Lo peor, que no hemos tenido tanto trabajo como banda como nos hubiera gustado. Y eso es quizá lo peor del negocio musical… que en muchas ocasiones no es un negocio, y las condiciones laborales son muy precarias. Tiene que ser un negocio, porque sin ganar dinero no podemos trabajar.
¿Cómo creéis que ha evolucionado la industria desde aquellos finales de los 90 en los que comenzasteis y hasta el presente? ¿Tienen ahora los grupos una posición más ventajosa con respecto a la que ocupaban hace dos décadas?
La industria discográfica y musical ha cambiado radicalmente desde los 90. El soporte físico se ha convertido en algo anecdótico desde el punto de vista comercial, y han aparecido plataformas digitales que antes no existían. Ha sido un cambio drástico que ha cambiado también la forma de escuchar música y, por ende, la manera de producirla y comercializarla. Todo es diferente, y eso incluye la posición que ocupan los grupos, y los músicos en general, en la industria. Diría que ni mejor ni peor, es simplemente diferente y hay que adaptarse a la nueva situación.
¿Cómo ha cambiado Dead Capo a lo largo del tiempo cuando entran al estudio a grabar?
Ahora lo tenemos todo mucho más claro, contamos con la sabiduría que da la experiencia; controlamos más los medios de producción y somos mucho más analíticos y eficaces a la hora de grabar y plasmar la música de la manera que queremos.
“Tener un cantante hace las cosas más fáciles y accesibles a un público mucho más amplio”
Y hablando del directo (que en realidad parece ser vuestro hábitat natural) ¿Cómo diríais han evolucionado los conciertos de Dead Capo a lo largo de estos 20 años? ¿Cómo son en la actualidad los directos de Dead Capo?
Los conciertos han ido evolucionando a la par que nuestra música. En directo, Dead Capo es una banda muy contundente y tratamos de adaptar los temas al contexto de un espectáculo en vivo. Creo que la formación actual es la mejor que hemos tenido nunca, con Álvaro Pérez al saxo alto, Javier Díez Ena al contrabajo, Santiago Rapallo a la batería y yo (Javier Adán) a la guitarra. Ahora mismo Dead Capo suena arrollador en directo, más preciso y contundente que nunca; estamos tocando el nuevo disco prácticamente completo, algunos temas de discos anteriores y algunas versiones muy bien elegidas, como siempre hemos hecho.
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