Entrevistamos a Vega por ‘Mirlo Blanco’
Mirlo Blanco, el último disco de Vega, se ha convertido en el vinilo con más ventas de España durante la primera semana del lanzamiento y el segundo disco más vendido del país, siendo el único álbum que ha sido editado y publicado por un sello independiente, La Madriguera Records.
Esta artista cordobesa lleva veinte años encima de los escenarios, participó en la segunda edición de Operación Triunfo e incluso ha sido nominada dos veces a los Grammys Latinos, pero lo más importante que tiene Mercedes es su personalidad arrolladora, su calidad musical y su independencia total. Ojalá hubiera más Vegas en nuestro panorama musical.
Desde Muzikalia hablamos con ella sobre su nuevo trabajo, de sus comienzos y de su visión personal de la música.
“Lo difícil no es empezar, sino mantener una carrera después de veinte años”
Es un placer hablar contigo Mercedes. Lo primero de todo enhorabuena por tu nuevo trabajo. Es un disco que muestra la evolución musical y personal de una artista que lleva veinte años sobre los escenarios.
El placer es mío. En estos momentos estoy muy cómoda, esa parte de presentar un disco una vez que lo has terminado es de las cosas más bonitas que hay. Aunque lleve tanto tiempo, los nervios nunca desaparecen.
Me gustaría empezar esta entrevista preguntándote por tus inicios en el mundo musical. ¿Cómo fueron aquellos primeros años?
Realmente era muy joven, tenía 13 o 14 años cuando empecé a escribir las primeras canciones en una especie de diario que tenía, luego me acuerdo de que los musicalizaba. Siempre hubo música y guitarras en mi familia, pero es verdad que me hacían mucho hincapié en estudiar, me daba miedo decirle a mi padre que lo que yo quería era tocar la guitarra. Empecé a escondidillas a tocar, pero un día recuerdo que alguien pegó un cartel de un concierto que tenía y ahí fue cuando mi padre se enteró. Luego fue una tontería, recuerdo que me dijo: sí vas a hacerlo, hazlo bien.
Fue en ese momento cuando empezaste a tocar por diferentes pequeños locales de Córdoba…
Sí, a partir de ahí empecé a tocar. A los 18 comencé a estudiar empresariales, pero un año después cambié a publicidad, algo a lo que todavía me dedico. La música la consideraba como un hobby, nunca como una carrera profesional.
Hasta mi tercer disco no pensé en tomarme en serio todo esto, incluso ya había pasado por Operación Triunfo. No me consideraba una profesional de la música, tenía mucho que aprender y fui probando hasta que me sentí cómoda. Esa sensación llegó con Wolverines (2013), mi primer disco independiente.
Wolverines marcó un antes y un después en tu carrera profesional. Fue todo un éxito de ventas, lo publicaste con tu propia discográfica y además te nominaron al Grammy Latino.
Totalmente. Fue la segunda nominación que he tenido. La primera fue con el disco La Cuenta Atrás (2011), un álbum peculiar que en principio tenía que hacerlo con Universal, pero no les gusto. Fue en ese momento cuando pedí la carta de libertad y lo desarrollé sola. Posteriormente llegue a un acuerdo con SONY para su distribución.
Una vez acabado el disco vi que todo lo había conseguido yo y que lo único que necesitaba eran recursos. Con Wolverines ocurrió eso; ahorré, monté mis propios recursos e hice las cosas de manera autogestionada con La Madriguera Records.
Conociste la industria musical desde muy temprano, incluso en el año 2002 formaste parte de la segunda edición de Operación Triunfo. Aun así, tu música siempre ha sido canción de autor, algo que no es para nada lo común en estos ambientes.
Yo siempre he hecho discos de autor al 100%. Lo lógico cuando sales de una plataforma de televisión como OT es que te den el disco terminado, con su sello y todo. No firmas tú, ya lo tienen todo firmado de antemano.
Cuando esto sucedió yo dije que no quería hacer el disco, que lo que quería era un álbum de canciones propias. Yo no tuve un contrato discográfico cuando salí de OT, yo conseguí firmar con otra discográfica un contrato nuevo de artista. Rompí los contratos que ya tenían fijados y después pasé a Universal.
Es algo complicado, una vez sales de una plataforma televisiva empiezas en la cresta de una ola que es difícil de gestionar emocionalmente cuando eres una cría. Empiezas con unas exigencias y unas expectativas que no son propias. Aun así, creo que lo difícil no es empezar, sino mantener una carrera después de veinte años.
Se dice pronto, dos décadas encima de los escenarios. Además, acabas de presentar tu nuevo disco, Mirlo Blanco. Un trabajo que se ha perfeccionado a lo largo de una vida. La versión que abre el disco, “Txoria Txori”, y su conexión con el siguiente tema, “Mirlo Blanco”, es la mejor forma de demostrarlo.
Muchas gracias.
Lo que me pasó con esa canción fue que la escuché de fondo cantada por una cuadrilla de vascos y rápidamente me enamoré de la melodía. Posteriormente, empecé a investigar y encontré el poema Joxean Artze, y su posterior musicalización por Mikel Laboa, me quedé pasmada. Esa canción tenía que abrir mi disco. Es cierto que no es una versión al uso, es un guiño porque me parecía una introducción perfecta que conectaba muy bien con “Mirlo Blanco”.
Considero que “Mirlo Blanco” es una evolución de La Reina Pez, son canciones homónimas que dan nombre a los álbumes y es por algo. Esta canción reúne los matices y temáticas que se desarrollan en otras canciones, engloba los valores y principios que quiero mostrar.
Un disco muy personal y de gran calidad. ¿Te influenció la pandemia en la elaboración del mensaje?
Hay una parte del álbum escrito en la pandemia, pero no habla de la pandemia. Es un disco que está influenciado por todas esas situaciones que se dan en el día a día pero que justo en la pandemia vimos que eran prioritarias. Es un disco muy social en ese sentido, aborda las temáticas que hemos vivido en estos últimos años y que nos deberían obligar a ordenar prioridades.
Hay algunas canciones, creo que tres, que sí pueden ubicarse en el espacio tiempo de la pandemia, pero otras son de antes y otras están escritas después. Un ejemplo perfecto es la canción “Bipolar”.
“Bipolar” es un tema precioso, una canción que aborda la importancia de la salud mental y que en tu caso ha debido ser muy difícil componer.
Aborda el tema de la salud mental y nos muestra que es algo que nos sucede a todos y es constante. La salud mental es nuestra forma psíquica a lo largo de la vida y tiene altibajos. Es necesario saber cuándo estás demasiado abajo durante mucho tiempo o demasiado arriba.
Creo que la pandemia ha destapado esta problemática y cómo la gente no tiene acceso. Lo primero es reconocerlo, y es algo muy difícil. Lo segundo es poder acudir. La mayoría de la gente va por lo privado, aunque apenas tengan recursos. No hay una buena cobertura médica y pública en este país. Hay que poner el foco en algo que nos acontece a todos. Hay que arreglarlo para poder seguir viviendo, hay que ser conscientes de lo importante que es. Todavía sigue existiendo un proceso de estigmatización que por ejemplo si te tuerces un tobillo no tienes. No hay cultura, ni visibilidad, ni recursos.
Una canción que me ha gustado mucho es “Un golpe”, en ella hay una frase que dices: la nostalgia ha tomado su lugar y amenaza con quedarse, y me parece que es muy acorde al tiempo que vivimos. ¿Crees que la nostalgia es algo con lo que cada vez más personas se sienten identificados, sobre todo desde el inicio de la pandemia?, ¿se está produciendo una industria de la nostalgia?
A nivel musical no soy de la opinión de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Si que considero que hay nostalgia musical de grandes canciones, de buenas melodías, de grandes letras. En ese sentido, como compositora y letrista, tengo un amor hacia el oficio y creo que sí que hay un poco nostalgia del oficio como tal, de que no todo sea fast music.
Hay que apoyar propuestas musicales firmes, sólidas y que aporten diversidad en el espacio musical. Sino, solo estaríamos en el terreno de las nuevas tendencias, que pueden estar genial, pero en ocasiones se alejan del oficio de la canción.
Además de ser cantante también eres compositora y letrista para diferentes artistas de gran nivel nacional e internacional. ¿Cómo te sientes cuando entregas una canción a otros músicos para que la canten?
Son trabajos por encargo. Yo no tengo un porfolio de canciones válidas para todos los registros, yo me he especializado en ser escritora a medida. Cuando me contratan, hablo con los artistas durante mucho tiempo, me tienen que transmitir cuáles son sus inquietudes, me tienen que contar su propia historia y todo eso lo hacemos conjuntamente, luego yo añado los conocimientos, tanto musicales como de publicidad.
Al final estudio su perfil de oyente, su público objetivo, la temática que quiere, como es la mejor forma de interpretarlo … es como una consultoría, pero de canciones.
En mi caso los artistas para los que he escrito son músicos con carreras muy consolidadas que recurren a mí porque saben que la canción que les voy a hacer es una canción exclusivamente para ellos y que va a tratar de lo que ellos quieran. Cuando voy a un concierto y veo cómo interpretan la canción y la disfrutan y veo cómo el público también está disfrutando es algo realmente increíble, ahí es cuando me doy cuenta de que he cumplido con mi misión; aportar grandes canciones que tengan un altavoz más grande que conmigo.
Por último, ¿qué significa la música para ti?
La música es necesaria. Para mí es una forma de poder expresarme, de poder sacar fuera lo que siento y lo que pienso, es una forma de vivir. Eso sí, no me vale la música a cualquier precio.
La música es un bien preciado que tienes dentro y que tienes que mimarlo y cuidarlo, realmente se convierte en un reflejo de quién eres y cómo te sientes. Aun no existiendo Vega como artista, aun no existiendo la industria, yo seguiría haciendo canciones. Eso no quiere decir que vivir de la música me vale a cualquier costa. Es algo más puro en origen, nunca voy a dejar de escribir canciones, pero puede que algún día deje de ser artista o de escribir discos, eso es posible, pero la música nunca va a dejar de formar parte de mí.
Gira de Vega
Vega presentará ‘Mirlo Blanco’ en gira por España durante los meses de marzo y abril de 2022. Lo hará acompañada por toda su banda: Laura Gómez (teclados), Kike Fuentes (guitarras), Arturo Ruíz (bajo), Andrés Litwin (batería).
Las 10 primeras citas serán Valencia (4 de marzo), en el Cruïlla Primavera de Barcelona (5 de marzo), Córdoba (11 de marzo), Madrid (18 de marzo), Vigo (25 de marzo), A Coruña (26 de marzo), Bilbao (2 de abril), Logroño (3 de abril), Granada (9 de abril) y Zaragoza (29 de abril).