Especial: Garorock Experience en ocho conciertos destacados

Entre Burdeos y Toulouse, en abril de 1997, el suroeste francés vio nacer un festival de tendencia punk/rock, en los antiguos mataderos de Marmande: el Garorock.

Este festival se ha consolidado como uno de los mayores espectáculos de Francia. En sus veinticinco años de existencia, ha sabido crecer y desarrollarse sin dejar de estar anclado en su territorio. En esta edición han atraído a más de 140.000 asistentes, gracias a un programa variado y a un recinto con una calidad inmensurable. El Garorock se ha convertido en la cita ineludible de la música contemporánea en el suroeste galo. Muzikalia ha estado allí y te lo cuenta a través de 8 conciertos irrepetibles.

JUEVES 30 DE JUNIO

-M-

Bailando entre el barro

La segunda pregunta que el taxista nos hizo nada más llegar a Burdeos fue: Hoy iréis a ver a M, ¿no? Ahora, después de verlo en directo, entiendo el por qué. Matthieu Chedid es una de las figuras más destacadas del rock alternativo francés. Un músico que transita por géneros musicales con una facilidad envidiable. Desde el glam rock, al indie, pasando por el soul o el disco. Hace apenas unos meses presentó su nuevo álbum, Rêvalité. Celebrando con este nuevo trabajo su veinticinco aniversario encima de los escenarios.

Su concierto fue sin duda una de las citas más importantes del Garorock. Durante todo el día, una fina lluvia convirtió los campos de Marmande en un lodazal. Con la pista embarrada y el sol poniéndose comenzó el mejor directo de la jornada. El artista galo empezó con su estilo glam tan característico, tanto en música como en vestimenta. Algo que no es de extrañar, ya que su bajista fue la misma que la de David Bowie, la mítica Gail Ann Dorsey. Con ambos sobre el escenario nos enamoramos de canciones como “Onde Sensuelle” o “Qui de nous deux”. Asistimos a momentos mágicos, como la maravillosa versión de “Life on Mars” interpretada por Dorsey o el momento en el que M reprodujo en directo un vinilo de su padre, Louis Chedid, para posteriormente interpretar una de sus canciones. El artista se encontraba cómodo sobre el escenario y los asistentes maravillados por el sonido. Los solos de guitarra de la canción “Je dis aime” o el ritmo funky de “Dans ta radio” pusieron el broche de oro de un concierto que encandiló a todo el sudeste francés.

PNL

Una historia de abandonos

Sin duda uno de los conciertos más esperados, ya no solo de la jornada, sino de todo el festival. Fueron muchos los asistentes, incluido un servidor, que abandonaron a Sean Paul para poder tener un hueco privilegiado en el concierto del que seguramente sea uno de los mejores grupos de trap/ Cloud rap de todo el mundo.

El dúo de hermanos (Ademo y N.O.S.) representan a la perfección el sonido de las banlieue francesas, el rap del extrarradio, de los olvidados… pero en esta ocasión son ellos los que se olvidaron de su compromiso con el festival y los asistentes. La excusa de los problemas logísticos en esta ocasión no vale, ya que el elenco se encontraba en el recinto allá por las siete de la tarde. Su concierto previsto para las 00:15 no comenzó hasta media hora después, y lo hizo entre abucheos. Eso sí, una vez encima del escenario nos demostraron porque son historia viva del rap francés.

El aire que se respiraba era digno de un concierto Rolling Stones, un público muy joven completamente entregado que se sabía cada una de las estrofas de las canciones. Otro elemento sobresaliente fueron las visuales, cada canción tenía la propia, otorgándole profundidad y elegancia. Finalmente, el concierto terminó media hora después de la programada, una especie de disculpa, pero que acabó solapándose con la sesión de Jamie XX. Poco a poco, un hormiguero de gente abandonó en esta ocasión a los propios PNL, para introducirse entre el barro y la electrónica del artista británico.

De este concierto no vas a encontrar ninguna fotografía, ya que los medios franceses se han puesto en huelga por el trato que recibieron por parte de los artistas.

VIERNES 1 DE JULIO

DROPKICK MURPHYS

Los chicos han vuelto, y lo hacen con un nuevo álbum bajo el brazo.

Tras su excelente concierto en el Barcelona Rock Fest, la banda de celtic punk estadounidense salió de nuevo a la carretera para estar presente al día siguiente en el festival francés. Un directo técnicamente perfecto, tanto en sonido como en actitud. La única pega que se podría poner es que no dejaron nada para la improvisación. Todo fue calcado a los diferentes shows que están ofreciendo estas semanas en su gira por Europa. Tanto el setlist de las canciones como el anuncio de su nuevo álbum, This Machine Still Kill Fascists. Un disco basado en versiones, y entonado en acústico, del mítico cantante de folk norteamericano Woody Guthrie.

Tampoco se les debería pedir otra cosa. Un espectáculo fantástico para disfrutar con amigos, cervezas y algún que otro pogo.  El conjunto de Boston salió a la palestra con la canción de Sinéad O ´Connor y The Chieftains titulada “Foggy Dew”. Mismo ritual que realiza Conor Mcgregor, luchador de MMA, para salir al ring. Toda una declaración de intenciones.

Ante un público completamente entregado entonaron sus grandes himnos: “The Boys Are Back”, “Rose Tattoo”, “Johnny, I Hardly Knew Ya” o “State of Massachusetts”. Incluso nos deleitamos con el cover que hicieron del tema de Peter Seger (“We Shall Overcome”) o nos abrazamos con “Queen of Suffolk Country”. El concierto llegó a su clímax con el excelente “I’m Shipping Up to Boston”, con la cual cerraron la velada. Los asistentes nos quedamos noqueados, y un poco malheridos, ante semejante pogo que se formó. Aun así, todavía nos manteníamos en pie para poder aguantar el próximo round, el que nos iban a brindar horas después sus compatriotas Green Day.

GREEN DAY

Un regreso fugaz a la adolescencia

Ciento cincuenta kilómetros son los que separan el océano atlántico de Marmande, pero la tercera ola del punk que comenzó hace 27 años en las playas californianas inundó, en esta ocasión con música, el escenario de Garona. Poco antes de la medianoche, cerca de 40.000 asistentes acudieron puntuales a su cita con Green Day. La ocasión lo merecía, pero ya se sabe que con el trío de Berkeley uno no sabe qué esperar. Son capaces de lo mejor, pero también de lo mediocre.

“Bohemian Rhapsody” amenizaba la espera. De repente, y sin previo aviso, las primeras notas empezaron a resonar. El efecto fue inmediato. Todos los asistentes reconocimos al instante los acordes de “American Idiot”. Un inicio fulgurante y un grito por parte de Billie Joe Armstrong diciendo Viva La France nos hacían sentir que la suerte estaba a nuestro favor. Así fue.

El concierto fue espectacular en todos los sentidos. Desde la selección de canciones (la mayor parte de la setlist estaba formada por los discos de Dookie, American Idiot y 21st Century Breakdown), hasta el juego de luces del escenario y la pirotecnia utilizada como acompañamiento en los temas. Pero, sobre todo, el punto fuerte fue la actitud de los miembros de Green Day. Dinámicos, alegres, cercanos y energéticos. Billie se convirtió en el perfecto showman, dirigiendo al público como el director de una orquesta perfectamente ejecutada. Todo estaba medido y calculado al milímetro, hasta las ocho baquetas que lanzó Tré Cool. Incluso, a mitad del concierto, Billie preguntó: Alguien sabe tocar tres acordes para acompañarme en la siguiente canción. Miles de personas levantaron la mano, pero la chica que finalmente subió al escenario mostró una actitud arrolladora en todo momento. Ella representaba el sueño de todos los que estábamos presentes, y ante la presión, la superó con creces.

El espectáculo encaminaba su fin con más de diez minutos de “Jesus of Suburbia”. Entre gritos, abrazos, alguna que otra lágrima y muchos fuegos artificiales, entonaron “Good Riddance (time of your life)”. Ahí terminó el concierto y mi regreso fugaz a la adolescencia, a las canciones que tenía guardadas en mi MP3.

SÁBADO 2 DE JULIO

L ‘ IMPÉRATRICE

Saturday Afternoon Fever

Con su voz aterciopelada y su deje parisino, Flore Benguigui, vocalista de L´Impératrice, nos encandiló en esta tarde de verano. Este conjunto francés, heredero de la corriente French Touch iniciada, entre otros, por Daft Punk, nos mostró en directo un sonido pulcro y delicado. Un estilo que transita por el retro pop y la música disco. Eso sí, en su caso no dependen tanto de los sintetizadores sino de sus instrumentos totalmente tocados en vivo.

L ?Impératrice fue la única agrupación francesa que formó parte del cartel de este año del Coachella. Eso ya dice mucho de ellos, de su estilo y de la internalización que está teniendo su sonido, sobre todo tras la publicación de su último álbum, Tako Tsubo.

El concierto fue espectacular, pese al extenuante calor que hacía en la pista del escenario principal. Aun así, el conjunto galo se marcó un show perfecto. En él, reprodujeron sus grandes himnos, así como muchas canciones de su último trabajo, sabiendo introducirnos de forma perfecta en un mood muy disco, que culminó, horas después, con la actuación de Parcels.

PARCELS

Una jam entre amigos

Este conjunto australiano, reubicado ahora en Berlín, es una maravilla en todos los sentidos. El respeto que tienen a la música, y como esa sensación son capaces de transmitirla, está al alcance de muy pocos grupos. Aunque ya venía avisado de antemano de la calidad de sus conciertos, Parcels fue una de las grandes sorpresas del Garorock.

Una hora de concierto les sirvió para encandilar a todos los asistentes que se acercaron el sábado al festival. Una propuesta magnífica en la que pusieron en práctica la esencia de su disco grabado en directo Live Vol.1. Añadiendo además diferentes canciones de su último trabajo.

Un espectáculo sin cortes. Una especie de jam sesión en la que supieron mantener el ritmo durante toda la sesión. Y si, digo sesión, porque a mitad del show uno no sabía si estaba viendo un conjunto de guitarras o un dj en cabina. Algunas canciones llegaron a durar más de 15 minutos. Su propuesta electro disco pasó a ser techno orgánico, gracias al dinamismo de sus integrantes y a la gran selección de instrumentos ( la combinación de un Nord lead, un Fender Rhodes y otro mini synth fue clave). En la constelación de piezas que incluyeron aparecieron canciones como como “Tieduprightnow”, la producida por los propios Daft Punk “Overnight”, la fabulosa “Lightenup”, o, la más que conocida “iknowhowifeel”.

Parcels busca liberarnos de nuestros fantasmas a través del baile. En directo tienen un potencial bestial, sabiendo mantener su frescura disco/funk y llevarla a una propuesta más electrónica, mucho más festivalera. Sin duda, son una apuesta segura.

DOMINGO 3 DE JULIO

MARC REBILLET

El artista favorito de Jeffrey Lebowski

De todos los conciertos que pude disfrutar del Garorock, este se lleva la palma al más surrealista, hilarante y raro, y estas tres palabras ni siquiera se acercan a categorizarlo. Era como estar viviendo en directo una de las escenas de la película de El Gran Lebowski. Incluso, los cientos de asistentes que se encontraban en la pista eran seres extraños que deambulaban en una situación fuera de lo común. Es bastante normal encontrarte a gente extravagante en festivales, pero el ratio en este concierto era muy superior a la media. Desde gente que se pintaba con un Edding negro los dientes, pasando por decenas de personas en bata, otros con muchos con el bañador de Borat e incluso, una cantidad ingente de asistentes con sombreros de pescador.

El concierto coincidía con la sesión de Vladimir Cauchemar, y a nuestro querido Marc le tocó el escenario más pequeño del festival, el Scène du Trec (aun así, es un escenario de un tamaño considerable). Para más inri, su final de fiesta coincidía con el inicio de Stromae. Todo tenía la pinta de estar en contra, pero os puedo asegurar que fue uno de los mejores espectáculos que vivimos en el festival.

Marc salió en bata haciendo volteretas, vestimenta que solo le duró una canción. Rápidamente, se quedó en cueros y empezó a tirar champán al público mientras decía frases como: si tenéis drogas, compartirlas. A partir de ahí, empezó con su particular estilo musical, una mezcla de soul, funk y disco con loops sacados de la electrónica más dura. Además, como una de sus características principales es la improvisación de las letras, uno no sabía si la canción estaba grabada de antemano o la estaba creando en ese momento. Decenas de personas fueron manteadas a lo largo del concierto, mientras sonaban temas como “I ? am a Flamingo”, llegando hasta el punto de que dos espectadores se encontraron en los aires y se empezaron a abrazar. Por suerte nadie salió herido. Una locura, tanto el concierto como que se saldó sin víctimas.

La mejor forma de poder comprender sus shows es poder verle en directo. El 29 de agosto actuará en Barcelona, en Poble Espanyol, y el 30 en Madrid, en la sala La Riviera. Yo ya tengo la entrada.

STROMAE

El rey de la República Francesa es belga

Más de 30.000 personas estábamos agolpadas en el escenario principal. La ocasión lo merecía, íbamos a ver el regreso de Stromae 7 años después. Paul van Haver consiguió el éxito internacional en el 2013 con Racine Carrée. Un álbum que traspasó fronteras, que devolvió al idioma francés a copar las listas de éxitos a nivel mundial. Tras dos años de gira prácticamente interrumpida, de más de 200 conciertos, el cantante belga necesito parar. El músico de 36 años estaba física y mentalmente abatido. Por ello las expectativas por este concierto eran tan altas.

Segundos antes de su aparición, una de las cámaras del festival enfoca a un muchacho con la bandera de Bélgica y lo retransmiten en las pantallas del escenario Garona. Has leído bien, una bandera belga en un festival francés. Acto seguido, unos tímidos pitidos se convirtieron en una lluvia de aplausos…. Y en ese momento, apareció Stromae.

Los primeros segundos de su tema “Invaincu”, canción que abre su nuevo trabajo (Multitude), marcaron el ritmo de un magistral espectáculo en todos los sentidos. Como reza la letra: “mientras esté vivo, estoy invicto”.

Durante hora y media, el artista ofreció una mezcla perfecta de viejos y nuevos éxitos. Un crisol de canciones en las que no faltaron temas como “Formidable” o “Papaoutai”. Un espectáculo realmente increíble en el que la puesta en escena era grandiosa. No me quiero ni imaginar como podrá ser la gira de este nuevo álbum.

Uno de los momentos más especiales llegó con la canción titulada “Santé”, uno de los grandes éxitos de Multitude. Una oda a los que trabajan cuando otros están de fiesta. Stromae se acordó, durante más de cinco minutos y mientras la canción se mantenía, de todos y cada uno de los trabajadores que hacen posible que un festival salga adelante. Para terminar diciendo: Porque sin todos vosotros, no estaríamos aquí.

El concierto estaba llegando a su fin, pero por supuesto quedaba una canción. Un tema que se extendió durante más de siete minutos y que no es otro que “Alors on danse”. En ese momento se desató la locura. El resto es otra historia. Esta canción debería ser el nuevo himno de Francia, y Stromae su nuevo rey. Eso sí que sería una revolución

Todas las fotografías nos las ha cedido el propio festival.

Autores: La Clef Production.

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