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Glen Hansard + St. Paul & The Broken Bones (Noches del Botánico) Madrid 23/06/23

Velada de doble cartel en Noches del Botánico, con la presencia bien avenida de St. Paul & The Broken Bones y el irlandés Glen Hansard compartiendo fecha y escenario. Los norteamericanos fueron los encargados de abrir fuego, apuntalando de manera impecable su consabido y sólido soul de aires sureños a lo largo de un concierto guiado por la presencia descarada de su líder Paul Janeway. Una generosa troupe de músicos intachables y un vocalista con registros y recursos derivaron en una de esas actuaciones de libro, ante la que no cabe señalar defectos de ejecución, pero en la que, precisamente, puede añorarse un giro visceral o algo de improvisación que potencie el realismo del asunto.

El plato fuerte de la cita era, en cualquier caso, la presencia de Glen Hansard. Quien también fuera miembro de The Frames y del dúo The Swell Season –ambos proyectos contarían con representación durante la noche– acumula ya una extensa carrera en solitario, además del convencimiento generalizado (y ganado a pulso) de que la intensidad de su música crece exponencialmente (hasta el desborde) al contacto con el escenario. Su paso por los Jardines del Botánico refrendó que, en efecto, lo del dublinés en directo es otra cosa. Acompañado de cuatro excelentes músicos (especial mención para violinista y batería), Hansard mutó a antojo entre diferentes intensidades, pasando con aparente naturalidad de su versión más intimista a la arrasadora, luciendo igual de solvente y creíble en ambas.

Esa capacidad es, en la práctica, una de los activos latentes del autor, junto con una colección de canciones tan emocionantes como sólidas y una interpretación portentosa en la que nervio y sentimiento se entremezclan en única cualidad. Es por eso que, a lo largo de temas como “Sure As The Rain”, la rasposa “Down On Our Knees”, “When Your Mind’s Made Up”, “Bearing Witness”, “Bird Of Sorrow” o “There’s No Mountain”, Glen Hansard puede resultar emparentado (con idéntico acierto) con Leonard Cohen, su compatriota Damien Rice o Nick Cave, en una amalgama que incluye pop, folk y, sobre todo, rock. Porque la sinergia resultada de juntar en el mismo espacio al vocalista (espléndido y desatado en ese papel) y guitarrista con la totalidad de su banda deriva en una consistente y palpable descarga.

Hansard apostó por subir público al escenario a lo largo del tamo final, en una maniobra de aspecto humano pero quizá no del todo necesaria, que rasgó algo el ritmo de un concierto hasta ese momento imparable. Fue el instante idóneo para que sonase “Falling Slowly” –aquella canción de la película “Once” (07) que le valió un Oscar de la Academia–, a la que sumar “Song Of Good Hope” y “This Gift”. Unos guiños (como el de tirarse una cerveza por encima) que cuesta no asumir como de cara a la galería, aunque permisibles si atendemos a que Hansard enamoró con su manifestación sensible y melódica y desarmó con su faceta explícita y eléctrica, dejando, a su paso por las benditas Noches del Botánico, una actuación equilibradamente hermosa y arrolladora.

Fotos Glen Hansard + St. Paul & The Broken Bones: Víctor Moreno (Noches del Botánico)

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