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Harry Styles (Espacio Iberdrola Music) Madrid 14/07/23

El sueño de una noche de verano para muchos adolescentes se convirtió en una historia de decepciones y cansancio. Sin embargo, no fue por la música, porque la actuación de Harry Styles fue excepcional. Tanto por el carisma que irradiaba, derrochando energía, sensualidad y sonrisas, como por el setlist elegido, un acierto tras otro. Durante los 120 minutos que duró su actuación, son escasas las críticas que se le pueden hacer desde un punto de vista puramente musical.

Uno de los aspectos más sorprendentes, especialmente para aquellos que no están familiarizados con este artista británico, es su trato humano y cercano con sus fans. Su enfoque se resume en la máxima: cuidarnos unos a otros para poder disfrutar juntos. A pesar de ser uno de los grandes íconos del pop en esta generación, Styles se aleja por completo de la imagen inalcanzable que muchos artistas urban proyectan, así como de la actitud de «llego, toco y me voy», tan común en el mundo del rock.

Cuando tienes la oportunidad de presenciar uno de sus conciertos, surge la sensación de que Harry Styles también esperaba ese momento con la misma emoción que aquellas fans que acampan a las puertas durante días. Puede considerarse como una estrategia de marketing, un amor incondicional hacia su base de seguidores o una combinación de ambos elementos, pero el resultado es, sin duda, un rotundo éxito.

En medio de un mar de destellos y fotografías, uno de los momentos más destacados de la noche ocurrió cuando, después de hacernos bailar a todos con uno de sus himnos más reconocidos, «Watermelon Sugar», Harry Styles sorprendió deteniendo el concierto en tres ocasiones para tocar los acordes de «Fine Line», mostrando su genuina preocupación por los fans que se encontraban en las primeras filas. Todos debíamos disfrutar del momento, o el concierto carecería de sentido. Tras esta situación, el espectáculo continuó, dejándonos una de las mejores interpretaciones de toda la noche.

El esperado regreso Madrid tuvo lugar un año después de su último concierto en el WiZink Center. Bajo el nombre de Love on Tour 2023, el carismático artista se presentó en el nuevo espacio Iberdrola Music, ubicado entre Getafe Norte y Villaverde Alto, el mismo lugar donde recientemente se llevó a cabo el exitoso Festival Mad Cool. Aunque el setlist entre ambos conciertos no sufrió cambios drásticos, se destacó la estratégica inclusión de la aclamada canción «Fine Line», así como las enérgicas interpretaciones de «Grapejuice» y «Medicine». Esta última se convirtió en un verdadero momento de celebración para los fanáticos, siendo Madrid y Barcelona de los pocos lugares de toda la gira donde fue interpretada.

Por supuesto, el setlist incluyó temas imprescindibles como «Golden», «Sign of the Times», «As it Was» o «What Makes You Beautiful». De las veinte canciones que presentó, la mitad pertenecían a su último y aclamado trabajo discográfico, «Harry’s House», el cual ha sido reconocido como uno de los mejores álbumes del 2022.

En Harry’s House, el placer estético se convierte en el hilo conductor del álbum, algo que el artista lleva al escenario de manera impecable. El disco irradia el carisma que lo impulsó por encima de sus antiguos compañeros de One Direction, consolidándolo como uno de los artistas más convincentes en el mundo del pop. Sus melodías transitan con destreza entre el funk, el folk, el synth-pop y, sobre todo, el característico pop de los años 2000, logrando un equilibrio perfecto entre accesibilidad y familiaridad.

Durante su concierto, uno de los momentos más destacados, en cuanto a nivel musical se refiere, fue la tríada funky compuesta por «Late Night Talking», «Cinema» y «Music for a Sushi Restaurant». Estos temas son un ejemplo perfecto de cómo Styles logra fusionar diferentes géneros y crear una experiencia musical propia.

Lo que sí experimentó un cambio notable frente a su última visita fue la impresionante asistencia de más de 65.000 personas, convirtiéndose en uno de los conciertos más masivos de todo el año en España. Para hacernos una idea, su concierto equivale prácticamente a la capacidad completa de una jornada del Mad Cool o del Primavera Sound.

Si hace apenas seis días hablamos del caos organizativo que supuso la última jornada del Mad Cool, el concierto de Harry Styles ubicado en el mismo lugar duplicó esa sensación. Todo lo que hemos mencionado sobre la música, la empatía o la versatilidad del artista británico quedó en un segundo plano debido a las situaciones que vivimos los presentes. Incluso, el propio músico definió el lugar como «dusty field«, lo que vendría a significar campo polvoriento.

Cada vez con mayor frecuencia, cuando asisto a macroeventos musicales de esta envergadura, me encuentro en la necesidad de destinar una gran parte del artículo a abordar la logística, el desordenado ingreso y salida, las multitudes aglomeradas y una sensación generalizada de falta de empatía por parte de los organizadores. Estamos presenciando una normalización de esta situación, lo cual tendrá repercusiones en la forma en que las generaciones más jóvenes perciben la experiencia de la música en vivo, más allá del desorbitado precio de las entradas o la falta de estándares mínimos de calidad para poder disfrutar del show.

Muchos, con razón, podrían decir: «Si no te gusta, simplemente no vayas» o «Hay salas donde puedes ver a bandas muy buenas por solo 15 euros». Y estoy de acuerdo, pero ¿qué le dirías a tu yo de 16 años que solo quiere ver a su ídolo?

Durante los últimos días, Harry Styles se ha vuelto una tendencia en España en varias redes sociales, especialmente en Twitter. La gran mayoría de los comentarios reflejan el caos que ocurrió en su concierto y la falta de disculpas públicas por parte de los organizadores, lo cual, desafortunadamente, afectó la calidad del espectáculo.

Cuando llegué al Iberdrola Music a las 20:30 (la hora de comienzo del concierto estaba estipulada a las 21:45), me encontré con colas interminables para ingresar. El desorden reinaba y los policías parecían confundidos, dando indicaciones contradictorias. La falta de señalización y carteles que indicaran las entradas al recinto era evidente. La única opción era seguir a la multitud, esperando ser llevado como Moisés hacia la tierra prometida.

Por supuesto, no existía ninguna diferenciación entre la cola de la Pista Back y la Pista Front. Solo cuando prácticamente estaba dentro del recinto, algunos jóvenes de información gritaban «izquierda» o «derecha». Solo llegué a tiempo para ver a Harry Styles gracias a que un policía me permitió acceder a las taquillas para recoger mi acreditación. Además, la propia actuación del músico empezó con casi veinte minutos de retraso.

Lo que ocurrió antes de esa hora fue aún peor. Las aglomeraciones y las interminables filas se habían formado durante todo el día, bajo un sol abrasador y sin ninguna sombra. Las jóvenes que habían estado allí desde temprano se encontraron en medio de un campo de trigo, tratando de cubrirse como podían con paraguas y sin ningún servicio básico garantizado.

Dentro del recinto, una vez que comenzó el concierto, el sonido en las últimas filas de la Pista Back era prácticamente inaudible. Además, las dos carpas que ofrecían bebidas impedían la visibilidad de varias miles de personas, lo que provocaba aglomeraciones en los laterales. Sin embargo, lo peor fue la gran cantidad de desmayos que ocurrieron con frecuencia. He asistido a numerosos conciertos y festivales de casi todos los géneros musicales, y raras veces he visto al equipo médico tan activo como en este concierto. El único aspecto positivo fue que el principal problema del Mad Cool, que era la ubicación de los servicios en una sola zona, fue solucionado en este caso, distribuyendo diferentes baños a lo largo del recinto.

El final del concierto os lo podéis imaginar, miles de personas deambulando por el Polígono de Marconi en busca de taxis o VTC, otros tantos caminando como buenamente podían por carreteras hasta Getafe Norte, y la opción más común, acudir a un metro abarrotado a 15-20 minutos de distancia del recinto.

Es imperativo que se realicen mejoras significativas en la logística y las instalaciones de este recinto si se pretende convertir en la «Ciudad de la Música de Madrid». Los eventos masivos futuros, como el Reggaeton Beach Festival y el COCA-COLA MUSIC EXPERIENCE, requerirán cambios drásticos para evitar incidentes aún más graves que las filas interminables experimentadas hasta ahora. Es fundamental que se tomen medidas antes de que sea demasiado tarde. En la propia página de Iberdrola se estipula que el recinto está garantizado para 100.000 personas, pero ya con la mitad de esa capacidad en el concierto de los Red Hot Chili Peppers o con 65.000 personas en el de Harry Styles, el lugar estaba completamente desbordado. La seguridad y la comodidad de los asistentes deben ser una prioridad para garantizar experiencias positivas en los eventos musicales de esta magnitud.

Fotos Harry Styles: Live Nation

11 comentarios en «Harry Styles (Espacio Iberdrola Music) Madrid 14/07/23»

  • Tendrá que ocurrir una desgracia para que alguien se de cuenta que ese no es el lugar para hacer un festival así, si hasta Harry Styles se dió cuenta, esperemos que no ocurra allí otro Madrid arena o Love Parade

    • Totalmente de acuerdo con todo lo que dices .Ponerse en el lugar de ese público con 16 años que estuvieron a la altura,luego hablan de la juventud allí los que fallaron fueron los adultos de la organización .Lástima que esto no tenga consecuencias para ellos .
      Esperemos que tomen nota y no se vuelva a repetir .

    • Una vergüenza la organización del concierto !!!!! Una verdadera vergüenza!!!!

    • Sólo somos ganado.
      El precio desorbitado de la entrada no se acerca ni por casualidad a la calidad mínima exigible.
      Juegan con la «necesidad» de los adolescentes y sus padres, milagrosamente no ha pasado nada grave, ni en el madcool.
      La empresa organizadora y el ayuntamiento/comunidad de Madrid han demuestrado una falta de respeto total por las personas tanto en Madcool como en este «concierto», lo único que les importa es el dinero.
      Desde luego que no vuelvo y mis hijas tampoco.

  • Hola,
    En los campos de trigo podrían haber puesto container de basura,urinarios , abastecimiento de agua ,la sombra entiendo que sería mucho pedir, se aguanta y punto,sitio había bastante . Sentí vergüenza ajena de la cantidad de basura que estábamos sorteando , por desgracia siempre se aprovechan de la juventud, e incluso le echaban la culpa a los jóvenes que habían acampado durante días , el ayuntamiento de Madrid se ha lucido, ha pasado olímpicamente de todo .Sólo por la cantidad de botellas de agua que hemos consumido se ha llenado bastante los bolsillos, sin contar transporte , alojamientos, etc.
    Gracias a la multitud de jóvenes y padres de jóvenes que estábamos concentrados allí, no ocurrió ninguna desgracia, demostramos de nuevo el magnífico civismo y excelente comportamiento de todos los fans de Harry Styles.
    Es una lástima que tanta gente que necesitan trabajar , no hubiesen estado contratados
    fuera del recinto . Empresas de seguridad, policías, bomberos, avituallamiento de bebidas urinarios ,servicios de limpieza continuo , no había físicamente dónde depositar la basura, sin querer ser repetitivo espero que para los próximos eventos se nos tenga más respeto a los fans y por supuesto a los artistas.
    Un saludo de un fan incondicional de Harry Styles y de Madrid.
    A la largo de mi vida he asistido a multitud de conciertos, Rolling Stones, Status Quo, Prince,Coldplay,de miles de personas y no he sentido nunca esta desorganización. Hasta el próximo evento .

    • Efectivamente, el ayuntamiento de Madrid han pasado de todo.
      Y especialmente de los vecinos que sufren los atascos dentro de su barrio y el volumen de decibelios, lo que genera no poder descansar en tu propia casa.
      Diversión para los jóvenes en los conciertos , si, pero no a 300 m. De viviendas.
      Un poco de Empatía a todos es lo que falta.

    • Corroboro TODO lo que se ha dicho y doy fe, que lo viví igual.
      Ojalá las quejas sirvan para cambios.
      Saludos

  • Vergonzoso , a estas alturas lo que han hecho con los angelitos que fueron al concierto, deberían devolver el dinero

  • Mi hija fue con una amiga y su madre. Yo me quedé en el hotel, en la calle Princesa, ya que fuimos las 4 desde Madrid. A la una me llamó para que fuera a buscarlas porque veían imposible el coger el metro de vuelta o un taxi. Pillé un atasco del quince en la A40, vi chicas de unos 15 años deambulando por los arcenes por un polígono (muy poco seguro para ellas), menos mal que se les ocurrió acercarse a un hotel cercano porque no había más referencias para ser localizadas. No vi nada de policía intentando organizar el caos de tráfico y gente. Me dieron mucha pena un montón de camioneros que se vieron inmersos en el atasco (estaban trabajando a esas horas). Total, que llegamos a nuestro hotel a las 3.
    Desaconsejo a todo el mundo el ir a ese lugar. Mucho tienen que arreglar la logística y el abastecimiento.

    • Qué pena, con la cantidad de dinero que generan estos conciertos que no se invierta parte en la organización, ni una sola persona fuera del recinto indicando dónde comienza la cola, kilométrica entre los pisos de la zona, podían haber acotado la avenida y hacer una fila enorme controlada, haber repartido agua y así evitar tantos desmayos y a la salida ¿dónde estaban los taxis y autobuses? Miles de jóvenes deambulando por un polígono sin escapatoria. Una verdadera vergüenza.

  • Una mala organización llevó a una peor improvisación

    Quiero manifestar el flaco favor que hacen a la música espacios como el «nuevo espacio Iberdrola Music» o «Nuevo Espacio Mad Cool» o «Colonia Marconi» porque ya lo he visto denominado de varias maneras, pero la gente en la cola del 14 de julio.. lo llamaba «EL PATATAL DE VILLAVERDE»

    NO se puede dar acceso a 56.000 personas (según medios) por una única entrada.
    NO se puede mandar a chavales con chaleco identificativo negro (la noche del jueves 13) o rojo (el dia del 14 de julio) sin ningún tipo de preparación, preguntamos a varios y no sabian ni donde se iba a prohibir aparcar el dia 14, si se iban a organizar las colas, si se iban a separar por tipo de entrada, si habia comida dentro, si sólo habian 5 baños públicos fuera del recinto, si 5!!! que el jueves a las 20:30 ya daban asco…
    NO se puede tener en pleno julio y ola de calor a la gente sin fuentes, sin puestos de comida, sin zonas de sombra… (cualquier mercadillo ambulante itinerante monta toldos de campaña con piquetas.. barato y efectivo)

    Este espacio está rodeado de un campo gigante reseco, edificios en construcción y unas urbanizaciones nuevas en los que encontramos: una farmacia, un bar y un kiosquillo donde, menos mal, había agua, algo de picoteo y pan recién hecho.. que se acabó el viernes a las 9 de la mañana.

    NO se puede mentir, hablo por propia experiencia: estábamos los más de 700 «primeros de la cola» de FRONT ordenados en fila debajo de la pinada (protegidos del sol) y nos dijeron que recogiéramos que nos iban a dejar entrar porque dentro había zonas de sombra y comida.. y lo que hicieron fue hacinarnos a esos más de 700 en una serie de filas unidas por precinto de «mudanza» hasta las 6 de la tarde… como ya nos dejaban entrar, la gente.. hizo caso de las normas (mira, somos así de idiotas y nos da por cumplir las normas) y nos dejamos en los coches o donde se pudo: las sombrillas, paraguas, protectores solares y neveras.. para pasar a una zona de césped artificial sin acceso A NADA. Agradecemos las botellas de agua que nos fue pasando la organización, que los primeros paquetes eran frescos y a los 15 minutos repartían agua que ardía, la debían de tener almacenada al sol, así que beberla imposible y echarla por encima era un acto heróico para no despellejarte la cabeza.

    Los bomberos, ayudaron lo que pudieron, porque no accedían por completo a las filas interiores.

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